En este lugar se mezclan lo tradicional con la cocina asiática e internacional: algunas de las especialidades son el sushi, las brochetas yakitori, o las costillas chop chop (guisadas con soja a fuego lento). Pero la singularidad es que a estos platos se unen otros típicos malagueños como los camperitos o las locas de postre, entre otros. ¿Cómo suena helado de vainilla frito con salsa de chocolate caliente? Sí, original. Pues también lo son a la hora de organizar eventos en este pub gastronómico, donde la música tiene un protagonismo especial. El equipo está formado por Antonio Durán, Miguel Zafra, Francisco Barroso y Luis Rosell.
¿Cómo empezaste en este mundo? Háblanos de tu trayectoria profesional.
Yo personalmente (Antonio Durán) llevo una trayectoria de casi 20 años en el sector. Pero La Central está compuesta por muchos y diversos perfiles. Los cuales han tenido trayectorias distintas y ahora están unidos haciendo algo que nos encanta. Trabajando como queremos, pudiendo así desarrollarnos en lo que más nos gusta a cada uno de nosotros.
¿Qué ofrecéis a vuestros clientes que os distinga del resto de establecimientos del mismo tipo?
Desde el principio teníamos muy claro que buscábamos un lugar de encuentro y no sólo nocturno. Un sitio donde todos nos pudiéramos reunir y disfrutar tanto de un café como de cervezas o copas, y por supuesto, de una oferta original, que no elitista, de comida. Divertida, de calidad y a su vez, apta para todos los bolsillos.
¿Cómo surgió la idea y qué proceso has seguido para poner en marcha este proyecto?
Como empresario buscaba nuevas opciones y rápidamente surge la alianza con Miguel Zafra (Promotor en Project13), amigo y colaborador. La buena relación entre ambos permite que todo vaya fluyendo de manera natural. Nos ponemos en marcha y de forma inmediata contacto con Francisco Barroso, reconocido cocinero y Sushiman, muy afín a la idea primigenia del proyecto, que junto con Luis Rosell terminan de conformar la realidad de lo que es actualmente La Central.
¿Qué obstáculos y ayudas os habéis encontrado en el camino?
Obstáculos todos. Pero no creo que más ni menos que todo aquel que quiera buscarse la vida de manera independiente. Burocracia, permisos, visitas constantes de la policía y un largo etcétera que la mayoría ya conocemos… ¿Ayudas? Pues la de toda la gente que nos visita en nuestro negocio y nos permite seguir adelante. Todos los que sienten este lugar como su punto de encuentro. Hacemos lo que queremos y por lo tanto, no esperamos demasiado. Somos un equipo humano increíble que nos ayudamos unos a otros y con eso de momento estamos más que satisfechos. De eso sí podemos presumir y decir con convicción que somos de los mejores, aun conocedores de nuestras carencias y limitaciones.
¿Estáis satisfechos con el resultado?
Sí, estamos muy felices con el resultado. Como todo negocio y más en los tiempos que corren, hace falta mucho rodaje para conseguir un óptimo resultado.
¿Y qué opinan vuestros clientes?
El feedback que nos llega es altamente positivo. Siempre estamos abiertos a sugerencias constructivas de cómo mejorar. Piensa que muchos de nuestros clientes también son amigos y son ellos los que mejor nos pueden aconsejar de una manera más objetiva para ser mejores cada día.
Desde vuestro punto de vista, ¿cuál es la situación y el nivel de este sector en la ciudad?
Saturado. Pero la gente no es tonta, y sobre todo nuestro público potencial sabe lo que busca. Por lo tanto no nos preocupa esa saturación. La oferta en el centro de Málaga, en lo que a hostelería se refiere, es muy amplia. Pero la inmensa mayoría apuesta por caminos convencionales al fin y al cabo.
¿Tienes algún nuevo proyecto en mente?
Siempre.
¿Qué le aconsejarías a alguien que quiere montar un negocio?
Que tenga muy claro a qué se quiere dedicar. La hostelería no es ninguna gallina de los huevos de oro. En estos últimos años han sido muchos los que perdiendo su puesto de trabajo, deciden invertir sus ahorros e hipotecar sus vidas para montar negocios. Realmente no saben en qué se están metiendo y terminan por cerrar en menos de un año. Te sorprendería saber cuántos bares y restaurantes han cerrado o traspasado sólo en esta zona centro durante los dos últimos años.
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