Estamos ante una propuesta realmente “Indomable” de un espíritu solitario como el de Arturo Rodríguez. Como tal propuesta es claramente “Imperfecta”, pero seguramente, dada su entrega y sinceridad absoluta tendrá más de un “Incondicional” tras ella.
El gallego viene de la propuesta de música electrónica, El Cuerpo Del Ritmo, pero se ha desnudado hasta el tuétano para hacer lo que sentía tras un montón de viajes dónde han surgido todas estas personales y muy especiales historias que, por supuesto, vienen impresas en el libreto interior. Libreto introducido con unas sabias y preciosas frases que no podemos dejar de citar, aunque sea en un breve fragmento. “Cada uno escribe su propia historia desde donde le toque escribirla… Indomable eligió como escenario tu tiempo y la dureza de todos los días.
Arturo sólo necesita su acústica y su voz para contarnos sus aventuras por el mundo. Alguna armónica de aires Dylan, aquí y allá y leves percusiones con bombo y pandereta más esporádicas aún. Las letras son fundamentales para entender el proyecto y despuntan desde la inicial “ignota” ya con ambientes cargados de intimidad y con las aventuras más individuales de The New Raemon como punto de inspiración inicial. A Indomable le importan las historias importantes. Si son frases como las de “El viejo ritual”… y originales, mucho mejor. La nostalgia se descuelga de cada segundo de “Exploradores”. Indomable es un consumado experto con la acústica y lo demuestra en la amplia introducción instrumental de 4 minutos de “Salamankarra” en la que emula al mismísimo John Renbourn y en la que también se añade un interesante piano. Ya cuando entra la armónica y su emotiva voz es cuando resulta más fácil acordarse del mismísimo Bob Dylan. Acaba con “Demasiados interrogantes”. A nosotros el único que nos queda es si podrá seguir desplegando semejante sinceridad y desnudarse de esta forma en futuros trabajos. (7)

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