Ignominia es el nuevo y sorprendente libro de Alexander Drake. Un autor excepcional del cual ya disfrutamos como locos en el pasado con sus anteriores títulos. En esta ocasión el autor regresa a la distancia corta del relato para volver a golpearnos con furia y ensañamiento. Lo que aquí encontramos son 68 textos breves que de seguro causarán una gran conmoción en la mayoría de los lectores. El estilo de Drake es afilado y corrosivo, y algunas de sus historias están envueltas en una atmósfera de violencia y sexualidad explícita tan original como perturbadora. Su forma de explorar el alma humana, la psicología y las relaciones sociales son magistrales, haciendo de él uno de los escritores más arriesgados e interesantes del actual panorama literario.
Merecen especial atención aquellos textos que, como misiles teledirigidos, tienen como objetivo destruir la literatura convencional y los sellos que la sustentan. Se trata de una crítica sarcástica, directa e increíblemente lúcida sobre el mundillo de las grandes editoriales y el oficio de escritor. Como si el propio autor, desde su posición interna, nos desvelara entre bambalinas cómo es en realidad esta profesión y cómo funcionan los engranajes de esta industria; para después, tras hacer un análisis de situación, culminar dinamitando con su particular carga explosiva los cimientos de algo que él entiende que es una maldita farsa al servicio de los autores consagrados y los sellos que los respaldan. Algunos ejemplos de todo esto serían los relatos: “Cómo escribir un libro de éxito”, “Desenmascarando a los impostores”, “Focus”, “Una estafa de primera” o “Mercenarios”. Todos ellos auténticas joyas sin un sólo gramo de desperdicio.
Por otro lado, lo que podemos encontrar en Ignominia es algo que ya pudimos explorar en libros como Vorágine o Némesis: historias breves, salvajes y descarnadas donde la tragedia y el humor negro se pasean a sus anchas ante el asombro incrédulo del lector; el cual, en ocasiones, no sabe si escandalizarse o morirse de risa. Son historias inspiradas en la vida misma y en la complejidad del ser humano. Textos teñidos por el realismo sucio norteamericano de mediados del siglo XX que Drake rescata con astucia y supera con creces en historias tan arrolladoras y brillantes como: “Personajes de ficción”, “Cruce de líneas”, “Omega Man”, “De noche por Wall Street”, “Un hombre en la sombra”, “Coño de fuego”, “Fauna salvaje”, “Dentro del cuadrilátero”, “Seres del inframundo”, “Un cadáver en el desierto” y un larguísimo etcétera.
Pero queda mucho más por descubrir en este magistral volumen de relatos. Historias de sexo, de violencia, de locura, de lucidez analítica sobre la sociedad enferma y desquiciada en la que vivimos. Son por lo tanto 68 relatos como 68 balazos directos a la cabeza. Ignominia es literatura de alto voltaje. Una literatura frenética, honesta, cruda y visceral que sólo un autor como Alexander Drake es capaz de hacer. El resto de escritores tan sólo podrán disfrutar de sus libros y lamentarse en silencio; sabiendo, muy a su pesar, que jamás (ni en un millón de años) podrán escribir como él.