Estimulante debut de esta formación que viene desde la pujante Brooklyn, pero cuya líder, Jilian Medford, comenzó en la escena más independiente de Boston. Ella se dio a conocer primero con IAN y bajo ese nombre publicó una casete que llamó la atención del atractivo sello alternativo, Hardly Act. Con la inclusión de Tim Cheney y de Damien Scalise ampliaron el nombre y se trasladaron a Brooklyn para entregarnos este sorprendente y atractivo debut. Para abrir boca se marcan “Pink Marker”, una especie de nana espectral e inquietante en clave lo-fi salvaje. Luego viene un atractivo single como “Slime time live” en la que cantan a la caja tonta. Con la locura y la excentricidad en la voz de Jilian algunos veteranos se acordarán de Lene Lovitch en temas como “#23” que parece ser un pequeño homenaje a Michael Jordan y que es indie-pop en crudo lo-fi. Se muestra encantadora y chillona también en “2soft2chew”. Más indie pop que puede recordar a Björk en orgánico pero también a PJ Harvey o Kristin Hersh. Con “Cactus couch” llega la locura total con subidas, bajadas y explosiones por encima de los 6 minutos. Ya en la cara B tenemos el fantástico nuevo single que es nuestra favorita y no solo por su fantástico título, “All skaters go to heaven”. Es melódica y es estupenda, aunque también tiene esas guitarras rasposas y una batería juguetona. Luego también añade solos de guitarra y desvaríos varios. “Knife knowing you” es un espectral lento parsimonioso y ruidoso que se va por encima de los 5 minutos. En otros momentos como “Quietly streaming” tenemos más ruido y rabia punk con cambios de ritmo que pueden recordar hasta a los primeros Pixies. ¡Credenciales suficientes como para que les sigamos futuros pasos!. (8)