Hay quienes afirman que las grandes sorpresas aparecen por azar y, con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que tienen razón. Todo esto empezó gracias a una serie de televisión de gran éxito que emitían el pasado año en el canal autonómico catalán (TVC), donde Holy Bouncer aparecían en una escena onírica actuando en la playa. Realmente fue refrescante escuchar una canción de rock n’ roll con fuertes influencias de los años 70 en una ficción policiaca y eso me llevó a investigar sobre esa banda de la que nunca había oído hablar. Lo siguiente fue descubrir el videoclip del single “Anticipation” en Youtube y entonces no dudé en compartirlo a través de un tweet que buscaba agitar la acomodada escena musical local de una manera honesta: “Holy Bouncer es lo mejor que le ha pasado a la escena del rock n’ roll de Barcelona en años”. Esto me llevó a conocer a la banda y a presenciar el primer concierto de su gira española en la Sala Continental del barrio de Gràcia de Barcelona, donde desgranaron todos los temas de su álbum de debut y también los dos singles de anticipo que ya se han convertido en pequeños hits de culto para los aficionados al rock de aires clásicos en varios países anglosajones. En un momento en el que la trayectoria de muchas bandas está destinada al underground más absoluto o a sucumbir a las exigencias de los sellos discográficos con la idea de vender discos en plena era digital, me sorprendió encontrarme con un grupo que controla por completo las riendas de su carrera, que se atreve a asumir riesgos creativos, a financiarse sus propias grabaciones y a lanzarse a la carretera para defender en directo unas canciones que han nacido con vocación de himnos. Aprovechando que el 30 de septiembre sale a la venta su esperado álbum de debut, titulado “Hippie Girl Lover”, hemos entrevistado a la banda al completo para conocer sus influencias musicales, los entresijos de su primer larga duración y saber cómo fue la aventura de recorrer España en furgoneta. Pocas veces se tiene la sensación de presenciar el inicio de algo fascinante dentro del rock, pero esta vez estamos en el lugar adecuado y en el momento correcto. Bienvenidos al universo personal e intransferible de Holy Bouncer.
Os propongo remontarnos a los inicios de esta aventura musical. ¿Cómo empezó la historia de Holy Bouncer en Barcelona?
Pol: Fuimos al mismo colegio desde los cinco años y ya éramos colegas. Hasta que en segundo de la ESO, cuando teníamos 13 años, nos ofrecieron utilizar unas salas de ensayo que habían hecho nuevas en el colegio y decidimos montar un grupo. Entonces no sabíamos tocar ningún instrumento, pero como éramos amigos decidimos intentarlo. Todo fue bastante improvisado, diciendo: “Tú tocas esto y tú esto otro”. Y resulta que nunca lo hemos dejado. Al principio no estaba Jordi y fuimos evolucionando, hasta que llegó él como cantante hace unos 5 años. ¡Antes éramos una mierda y con él fuimos la bomba!
Vuestra propuesta resulta sorprendente en la escena musical española porque no hay demasiadas bandas que reivindiquen un rock de aires 70’s. ¿Siempre os ha interesado ese sonido?
Miguel: Al empezar tan jóvenes se notaban mucho nuestras influencias. Creo que la época en la que más evolucionas es entre los 16 y los 25 años, y eso creo que es lo que nos ha sucedido. Han ido pasando los años y ahora nos damos cuenta de que hemos tenido varios referentes, aunque esperamos haber encontrando nuestro sonido propio. Cuando teníamos 14 años escuchábamos a Two Door Cinema Club, luego pasamos a The Black Keys y ahora escuchamos otra música más cercana a la década de los 70. Las canciones que hacemos son un intento de meter un toque moderno a esas influencias, aunque sin querer siempre acabas tocando lo que escuchas. Al final, nuestras canciones son una mezcla de lo que nos gusta y de los que somos, porque vivimos en 2016.
Lo más curioso es que no perdisteis el tiempo y rápidamente grabasteis un primer EP con tres canciones. ¿Cómo recordáis esa experiencia iniciática?
Jordi: Encerrarte en un estudio siempre es una experiencia nueva y, por mucho que hayas estado allí un par de veces antes, nunca sabes cómo te sentirás. Al cabo de un segundo escuchas tu voz o la guitarra y dices: “¡Joder, la he liado!”
Miguel: Es raro porque en el estudio te escuchas por los cascos y no resulta tan natural como en los ensayos, donde tienes el amplificador detrás y notas el sonido en la espalda. Por este motivo creo que, después de grabar el EP anterior y el single “Anticipation” del álbum de debut, ya grabamos el resto de los temas metiendo todos los amplis dentro del estudio como si fuera un ensayo porque era la única manera que nos sentíamos cómodos y encontramos un sonido mucho más natural y no tan perfeccionista.
Está claro que “Anticipation” os ha dado a conocer a un público mucho más amplio, ha aparecido en una serie de televisión de TVC y ha traspasado fronteras…
Pol: Hubo un pequeño cambio al grabar “Anticipation” porque lo hicimos todos juntos en la misma sala, tocando en directo, pero con los amplificadores fuera y escuchándolos a través de los cascos. Una vez estuvo grabado, notamos que faltaba la conexión que conseguimos en el local de ensayo, pero con la calidad de un estudio, y decidimos que para grabar el resto del disco pondríamos los amplificadores dentro de la sala, junto a la batería. Lo único que grabamos después fue la voz. Así encontramos lo que echábamos en falta, ese sonido que te empuja desde detrás con el ampli y te sientes con la libertad de los ensayos. Aunque Jordi tuvo una pequeña mala experiencia…
Jordi: En el estudio no puedo meterme en la misma sala que el resto de la banda para grabar las voces puesto que los instrumentos entrarían por el micrófono y no conseguiríamos una toma limpia. Además, en el álbum aparecen violines, pianos y vientos que hemos añadido después de grabar la sección rítmica. Con la poca experiencia que tenemos, si nos hubiésemos encerrado en el estudio con mil músicos habríamos tardado dos años en sacar el disco. Bueno, resulta que cuando entré a grabar la voz de “Anticipation” quería experimentar un poco y un día me dio por beber, aunque acabé bebiendo demasiado y me sacaron por la puerta. Cuando actuamos me da igual, pero cuando estoy en el estudio pienso que eso quedará para la posteridad y es algo muy distinto. Entonces tuvimos que retrasar la grabación de las voces hasta que el productor me “hipnotizó” y nos encerramos a trabajar solos en una sala, sobre todo para concienciarme de cómo quería expresar mi voz. Entonces me di cuenta de que es necesaria una preparación mental a la hora de cantar en el estudio.
¿Cuándo surgió realmente la oportunidad de grabar el primer disco y cómo describiríais el proceso de composición?
Pol: La cuestión es que sabíamos que teníamos que grabar un disco, por cojones, fuera como fuera. Como entonces no teníamos a nadie detrás ni ningún apoyo que nos ayudara a financiarlo, pues dijimos: “Lo grabamos y ya aparecerá alguien o encontraremos a quien le interese”. Y así fue porque, después de grabarlo, han salido varias cosas interesantes.
Bernat: Cada uno aporta una idea dependiendo de la canción, pero es un trabajo muy colectivo. A fin de cuenta, puede tener una idea Manu o Jordi o Miqui o Pol o yo mismo, y a partir de ahí, como cada uno trabaja individualmente su instrumento, aportamos un matiz que hace que el tema sea la unión de todos. Ahora, cuando actuamos en directo, hacemos una introducción que no aparece en el álbum y que surgió durante una jam cuando estábamos todos juntos en la sala. Pero el resto del disco siempre parte de la idea de uno y luego la ponemos en común. Si alguien había compuesto un pre-estribillo, pero al interpretarlo veíamos que otra idea era mejor, pues la cambiamos sin problemas.
No sé si es premeditado, pero se os ha relacionado bastante con la escena surf porque habéis actuado en festivales como el Surf City de Barcelona o el Campeiras Live de Valdoviño…
Miguel: Todo ha surgido por azar y ha ido rodando. De repente nos llamaron del Surf City y luego nos llamaron de otro festival de surf en el Masnou. No quiero que suene mal, pero nosotros en ningún momento hemos dicho: “Venga, intentemos entrar en el mundo del surf”. Básicamente porque no creemos que hagamos música surf, aunque esos eventos son geniales. Es una escena que está de puta madre. ¡Creo tendremos que empezar a practicar surf pronto!
Jordi: Ninguno de nosotros practica surf ni hostias, pero sí que es algo que nos gusta. Lo que sucede es que cuando te dedicas a la música, te gastas la pasta en instrumentos y no en una tabla. Como has comentado, en verano actuamos en el Campeiras Live en Valdoviño y luego fuimos a Mallorca. Quieras o no, estamos metiéndonos en este mundo porque nos sentimos muy cómodos con este público.
Como banda le dais mucha importancia a la vertiente estética, sobre todo en portadas como la del single “Hippie Girl Lover”. ¿Cómo planteáis el diseño gráfico y la imagen de Holy Bouncer?
Bernat: Intentamos lanzar un mensaje basándonos en lo que hemos escrito y, a partir de ahí, lograr que cada portada y cada diseño tengan una conexión y sean una especie de obra de arte. Con cierto punto de elegancia. Cualquier cosa que repercuta en el grupo, por mínima que sea, hay que intentar transmitirla con su significado real. No puedes hacerlo de cualquier manera, como si fuera blanco y sin sentido.
Miguel: La portada de “Anticipation” fue una improvisación y la cagamos. Entonces nos dimos cuenta de que era importante tener una estética como grupo, sobre todo si vamos a sacar un álbum. Así fue como el hermano de Bernat, que es diseñador, nos hizo el cartel del Surf City que nos gustó mucho, después creó la portada del single “Hippie Girl Lover”, luego hizo el cartel de la gira y finalmente la portada del disco. ¡Estamos muy contentos con el trabajo de Sergi Lavena!
Para ir calentando motores de cara a la salida del álbum, habéis hecho una gira por varias ciudades españolas en furgoneta. ¿Cómo ha sido la experiencia en la carretera?
Miguel: Salir de gira fue una necesidad e, igual que veíamos que nadie nos ofrecía grabar un álbum y decidimos hacerlo por nuestra cuenta, también vimos que nadie nos ofrecería hacer una gira… así que acabamos montándola nosotros mismos. Llamas a 1000 locales, te responden 100 y acaban siendo unos 14 bolos. La experiencia en el mundo de la música es más importante de lo que parece porque haces una gira y todo el mundo empieza a hacerte más caso. Y en realidad seguimos siendo los mismos y nos la hemos montado nosotros mismos. La cuestión es no quedarte en casa esperando, sino mover el puto culo y buscar oportunidades.
Pol: En esta gira nos adentramos hacia algo desconocido, pero que siempre habíamos soñado. Tras el primer concierto en Barcelona en la Sala Continental, empezamos la aventura por el sur, pasando por Castellón, Valencia, Teruel, Benidorm, Alicante, Almería y Madrid colándose dentro del perímetro sur. Hay que destacar el concierto de Teruel, muy buena gente, muy buen ambiente en el Sótano Rock, bonita ciudad y nos trataron como reyes. Hicimos un descanso de un par de semanas y aprovechamos para actuar en la Antiga Fábrica Damm en la Fiesta de Balcony TV, que estuvo de puta madre y se lo curraron mucho. La segunda parte de la gira siguió por el norte, pasando por Sopelana con nuestros colegas The Garage Van. En Santander disfrutamos de sus fiestas y de lo bien que nos trataron en la Sala Opium. Lamentablemente, recibimos una buen puñetazo en la cara cuando nuestra furgoneta gitana nos dejó tirados de camino a Tudela y no pudimos tocar. Era domingo, todos los talleres estaban cerrados, hacía mal tiempo, llovía, no teníamos ni agua ni comida, y tampoco ningún “placebo” para calmar nuestras almas. Al final conseguimos dos coches después de 60 euros en llamadas a nuestra compañía de seguros, lo que nos permitió hacer el concierto de Gijón al día siguiente. Volvimos a por la furgoneta, la reparamos y nos fuimos hacia tierras Francesas. Llegamos a Biarritz, donde dimos un bolo muy surfero, con muy buen ambiente y un público agradecido que nos encantó y nos hizo cerrar otra fecha inmediatamente para repetir en el Helder Supply Beach Store.
Aunque vuestro álbum de debut no responda a los parámetros típicos de las obras conceptuales de los años 70, ¿podríamos decir que las canciones encierran un mensaje?
Miguel: Si la gente presta atención, verán que en todas las letras del álbum aparece un personaje que refleja una forma de ser. Hay un tío que es un amante de las chicas hippies, otro tiene problemas en casa y el de más allá está jodido y le dicen que estudie porque sino no conseguirá nada en la vida, cuando lo único que quiere es ser músico. Todos los temas tienen una conexión porque son como nuestras personalidades reflejadas en esas historias. Son independientes entre ellas, pero en conjunto son nuestro reflejo como grupo, sin individualidades.
Jordi: Al principio, cuando comentábamos el tema de la música o del arte a los padres o amigos, todos lo veían como algo bastante abstracto y la gente no confía en que puedas llegar a dedicarte a ello como profesión. Es cierto que todo empieza gracias a una afición y si resulta que eres bueno, entonces intentas hacer negocio con ello. “Anticipation” es un grito de ánimo frente a esta sociedad que no para de decirte que es complicado, que no lo lograrás y se cuestiona por qué vivir de un hobby. Y nosotros nos preguntamos lo opuesto, ¿por qué no?
Bernat: Al final lo que dice esta canción es que si te anticipas, dejas de conocerte a ti mismo. Lo más importante es tener claro quién eres para saber hacia donde vas. Puede que lo sepas a los 10 años o a los 25 o a los 80, pero lo importante es que cuando te conozcas entonces te atrevas a dar el paso. La cuestión es no ser imbécil y anticiparte antes de ese paso, porque primero debes saber quien eres para llegar a donde deseas.
Para terminar la entrevista, ¿creéis que vuestra propuesta musical y el álbum de debut pueden tener más aceptación en otros países antes que en España?
Bernat: Es lo que esperamos. No niego la importancia de gustar aquí, pero siempre hemos deseado que nos llame alguien de fuera y nos diga que en ese sitio somos importantes. Quieras o no, nos expresamos en inglés porque esperamos que la gente de fuera nos entienda. Sino cantaríamos en español, pero eso no nos interesa… y, además, escuchamos poca música en español.
Miguel: Nuestro objetivo es gustar a todo el mundo, pero no queremos cerrarnos barreras en España por ser españoles. Me gustaría triunfar dentro de España, pero no quiero que se quede sólo aquí. Me interesan mucho Inglaterra y los Estados Unidos porque son auténticas mecas. Y tocamos música en inglés porque es el idioma de los grupos que nos inspiran.
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