Liz Harris es una artista que ha ido tomando las galerías y exhibiciones de todo el mundo desde su irrupción en 2002. Sus proyectos solitarios en la música (Grouper) aparecen pronto: 2005 es la salida de un CD-R homónimo y en 2008 es aclamada por la critica por su álbum “Dragging a Dead Deer Up a Hill“. Hasta su última obra como Grouper en 2014, “Ruins“, Liz Harris había mantenido el pulso musical hasta mantener tensiones más propias de experimentos de arte contemporáneo (dilatadas reinterpretaciones en directo con Violet Replacement o la colaboración con Jefre Cantu-Ledesma, llamado Circular Veil, consistente en 7 horas de música que con mímica diseñan un completo ciclo de sueño (para consultar referencias de este tipo de experimentos consultar “ritmos circadianos”).
Ahora, después de una trayectoria de abiertas colaboraciones artísticas, Liz Harris se zambulle en el concepto de banda y funda Helen junto a Jed Bindelman (de Eternal Tapestry), Scott Simmons y un ser mistérico llamado tan solo Helen acreditado como “coros” (ya sabemos el gusto de Harris por las voces etéreas y fantasmales, ahora parecen haberse encarnado en un ente per se).
Helen presenta su primer álbum, “The Original Faces” (2015), de manos de Kranky Records. Hace un par de años había lanzado ya un single de lo que parecía ser su banda soñada de pop (con los singles “Felt This Way” y “Dying All the Time”) ahora incluidos en el álbum.
El proyecto mantiene aspectos comunes con la carrera de Harris en solitario (esa sensación de voces emborronadas, distantes y ecos, ha pasado también a muchos instrumentos, siendo difícil no encontrar como mínimo una capa de distancia con el sonido primal). Sin embargo, la atmosfera en vez de ser melancólica y triste ha mudado aspectos más luminosos y casi optimistas. Hay hasta ritmos algo rockeros (“Covered in Shade”).
En mi modesta opinión es un álbum con gusto por el sonido “garaje” pero gobernado por los terrenos conocidos de la propia experimentación musical de Harris. (7)

Kranky