Existe una alegría sincera al ver cómo un amigo triunfa. Al advertir que un artista prometedor deja de ser promesa discazo tras discazo. Nos pasa con el malagueño Elphomega, que acaba de publicar su cuarto LP, “Nebuloso”. En STAF Magazine le hemos apoyado desde el principio, conscientes de un secreto a voces: que no solo es uno de los mc’s más interesantes de nuestra ciudad, sino de toda la península. ¿Cómo íbamos a dejar pasar la oportunidad de bucear en su última obra?
Guille Altarriba. Barcelona.
Play “Misty” for me. Elphomega rogaba en los adelantos que alguien le tocara “Nebuloso”. Sergio Albarracín –difícil saber quién es el real y quién el alter-ego en este binomio- anticipaba la llegada del disco entre pop-art alucinado, pescaíto frito y ciencia ficción de los 50. Al fin, como todo, la espera terminó. El álbum está en la calle –y en las redes-, y toca ver qué ha estado cocinando el malagueño en los cinco años que han pasado desde que entregara el fresco y eléctrico “Phantom Pop”.
Vaya por delante que todo lo que viene a continuación es fruto de la interpretación subjetiva, pero desde luego con Elphomega hay chicha que cortar. Empezando por la portada, toda una declaración de intenciones. Frente al frenetismo electropop de su anterior disco o a la cinefilia escapista de “El testimonio Libra”, nos encontramos en “Nebuloso” un primer plano del mc en gama de grises. Sobrio, personal, como su disco. Un álbum más íntimo en el que el malagueño huye de artificios y se abre en canal:
#1 – Please welcome
Bajo sus gafas circulares, Elphomega sabe que el público le estaba esperando. Su primer tema es desde el título una bienvenida atmosférica, un retorno al hogar para el oyente pródigo. “Please, welcome” reúne sobre un ritmo sintético y crecientemente tenso de su incondicional Doc Diamond todas las constantes del estilo PH. Éstas incluyen desde el gusto por la referencia pop más o menos escondida –“Estoy viendo mi destino y no sale Rosario Dawson”- hasta la observación certera del mundo condensada en las palabras justas –“No veo mis pies en la niebla, así que piso bien piano”-.
Todo ello un cepo para introducirnos en su bruma, de la que emerge súbitamente una de las constantes temáticas de “Nebuloso”: la pérdida, el fin de un ciclo. Elphomega termina su párrafo repitiendo entre distorsiones y disfonías que “sabía que no iba a durar”. ¿El qué? Sigamos escuchando.
#2 – Herido
La incógnita se desvela rápido. “Por algo nos quisimos, pero ya no te acuerdas”, se lamenta el mc al inicio de este striptease emocional. El final de un amor, un fracaso amoroso. La situación parece clavarse como un cuchillo en las tripas de Elphomega, que se desangra, herido, sobre otro colchón espacial de Doc Diamond.
Desde la confrontación –“Uno saldrá herido, tengo que advertirte”- a la esperanza de volver –“Si crees que no está todo perdido voy a sacarte esos jeans ceñidos”-, los versos del de Málaga revelan a un Elpho más alejado que nunca de un estereotipo rapper del que renegó hace ya tiempo. Un artista que viaja a sus entrañas más profundas para ponerlas sobre la mesa, tal vez a modo de purga.
#3 – Nonsense (Take on me) ft. KRSTN
“Todos querían celebrar, pero nadie recoger la fiesta”. Elphomega echa la vista atrás desde un presente incómodo, intentando comprender qué pasó. “No lo vi así entonces, por como soy, no lo sé, ¡Nonsense!”, grita el artista en la primera colaboración del disco. La firma a medias un KRSTN sincopado, que acompaña al titular cantando sobre una base de Lost Twin que subraya como a hachazos el conflicto interior que articula el tema.
#4 – Chumbos & castañas
Los azules oníricos y los violetas estridentes que dan forma al videoclip pueden distraer de lo que, en esencia, es un autorretrato de Elpho como mc. El rapero, asentado en el trono del veterano que ha visto cómo pasan las estaciones “con sus chumbos y sus castañas”, reflexiona sobre el mundillo que le rodea.
Desde el 55 de la calle de la Victoria, el malagueño nada a contracorriente: frente al egotrip imperante en el panorama nacional, Sergio Albarracín clama que “no se las da de importante” y que “todo lo que diga es mantequilla”. Toda una declaración de intenciones de un hombre que, como ya advertía en “Primos raros”, es pionero y quiere contárselo al mundo.
#5 – Hombre en el hielo
Burbujeos y tintineos acompañan el primer boom-clap nítido que se asoma por el disco. Doc Diamond apuesta aquí por un helado retorno a lo básico del beatmaking y Elphomega se pone un abrigo de piel de foca para transitar por el Polo Sur. En una de las letras más afinadas del disco, el artista tira de metáfora para transmitir un estado mental.
Como los exploradores y pioneros que clavaron sus piolets en las llanuras antárticas, Elphomega se halla caminando “sin miedo” sobre un suelo quebradizo. En una situación abrumadora y rodeado de la más intensa soledad, el rapero proclama seguir siendo el mismo, seguir luchando. Una metáfora universal que adquiere un sentido muy particular atendiendo a lo que hemos venido escuchando en canciones previas.
#6 – Nitelites
Con nocturnidad y alevosía entra una base synth pop que avanza sinuosa entre chasquidos, como un automóvil negro por una autopista oscura. Las luces nocturnas del título alumbran a ratos un tema en el que Elphomega vuelve a incidir en la pérdida y el dolor. “No puedo estar más en la oscuridad, dime dónde estás: necesito verte”. El malagueño se desparrama en la magnífica instrumental de su socio habitual, entre alusiones a puñales fríos y a corteza dorada.
#7 – Black Sabbath “The Vurdalak Intermezzo”
La segunda incursión del productor Lost Twin en “Nebuloso” es un interludio en el que Elphomega juega con la referencia más o menos oscura. El track apenas consta de un minuto a través del cual la instrumental se retuerce y repta mientras se escucha alternativamente “No puedo entrar si no me invitas” y “Black Sabbath”.
Lo críptico del intermezzo cobra sentido al entenderlo como una alusión a “La familia del vurdalak”, un cuento de vampiros –en ruso, vurdalak– escrito por Tolstoi en 1839. Es típico del folclore de los no-muertos, además, que un vampiro no pueda entrar en una casa si no es invitado por el anfitrión.
#8 – Ponle soda (Guarda un secreto) ft. Joseph
Elphomega y Joseph tienen un secreto, y no lo van a desvelar. Interrogados sobre un marchoso ritmo del propio Joseph, ambos creadores reculan y se retuercen sobre sí mismos. “Ese oro no se toca”, advierte el mc, en un críptico tema que cuenta con el honor –o la maldición- de haber sido el single, la insignia de “Nebuloso”. Desde luego, resulta irónico que el estandarte para mostrar el disco sea un tema que habla de enigmas y secretos.
#9 – Zihuatanejo
Como si fuera un western de frontera, el ecuador del disco viaja hasta Mexico, a la ciudad de Zihuatanejo. Perpetrada por Bobby Perú, la instrumental se va complicando, desde unas sencillas y alucinógenas líneas de piano hasta una abrumadora cacofonía de sintetizadores en su tramo final. Todo ello envolviendo como un abrazo una letra incluso más críptica que la anterior, un viaje por las periferias salvajes y los bosques alejados de la civilización. “Aquí todos parecen muertos”.
#10 – Milla Milagro (70 minutos para huir) ft. Gastmans
“La mano del Diablo está sobre nosotros dos”. “Alguien pulsó el botón”. “Allí cogí su mano y miramos la explosión”. Se suele decir que la cabra tira al monte, y algo así pasa con “Milla Milagro”: todas estas citas del tema se entienden mejor con un poco de contexto.
“70 minutos para huir” es uno de los dos títulos con que se tradujo en España “Miracle Mile”, una película de culto de 1988 en la que un joven recorre una ciudad por la noche buscando a su ligue tras enterarse de que tiene poco más de una hora de tiempo antes de que estalle sobre ellos una bomba nuclear. Un aire apocalíptico envuelve el track y Gastmans acompaña con un canto casi fúnebre la cinefilia desencantada de Elphomega.
#11 – Blu “Intermezzo #2”
Doc Diamond se hace cargo del segundo interludio, una pausa instrumental en la que el DJ de Hablando en Plata se explaya entre loops, samples y scratcheos.
#12 – Siempre vacaciones
De tanto en tanto, al malagueño le gusta revisitar su infancia. Lo hizo en aquel “Polaroids 1984” y lo ha hecho recientemente en su colaboración con Kiki Sound “Donde está el Corazón pt. 1”. Ahora regresa a su niñez desde la nostalgia sobre un boom-clap de Ciclo en el que además se apropia sin complejos del Wonderwall de Oasis. Respecto a la letra, ojalá las vacaciones durasen siempre. Así de simple y directo se muestra Elpho en la que es posiblemente la canción más explícita del LP.
#13 – Todo es robado ft. Mi.Amargo & Escandaloso Xpósito
La colaboración de más renombre del álbum es este tema a tres en el que el malagueño se codea con dos de los principales exponentes de la nueva ola del hip hop patrio. El ritmo golpea fuerte los auriculares desde el inicio y tanto el ex Jazz Magnetism Escandaloso Xpósito como el barcelonés Mi.Amargo se esmeran en competir con el andaluz en un tema cuyo todo es más que la suma de sus partes.
#14 – 1W2BLV
Elphomega vuelve a hollar terrenos conocidos. El eslogan de la clásica serie “Expediente X” presta su nombre en forma de jeroglífico a un tema en el que el mc se reconoce un escapista. “Sólo creo en la ficción, sólo la ficción me salva” clama el malagueño, arropado por una base sideral producida por Sr. Chen.
“La realidad da miedo, tío, y yo soy cobarde” es la respuesta del propio artista a su trayectoria, un diálogo entre su yo profundo y su tendencia a huir. Una fisura interna que se acompaña en este track de superhéroes, extraterrestres y monstruos.
#15 – #15
“Hail PH”. Lo más parecido a un tema de competi que encontramos en “Nebuloso” es este decimoquinto track. En él, cabalgando un loop de Doc Diamond, el rapero titular se desahoga contra los phony rappers, los mc’s de pega contra los que disparaban A Tribe Called Quest. “Solo yo vivo aquí”, asegura en un tema con el que viene a dar una metafórica palmada en la mesa. Competición y egotrip al servicio de su estilo propio.
#16 – Caballos en las nubes ft. Sr. Chen
Entra lenta, majestuosa, con un trote lento que hace honor a su nombre. Sr. Chen acompaña a Elpho tanto en el estribillo como en la instrumental, un aparato intenso y profundo que viene como anillo al dedo al existencialismo del malagueño en este tema. Como cualquiera que mire el cielo durante suficiente tiempo –tanto como para ver esos “Caballos en las nubes”-, Elphomega se rebela en este track contra la mortalidad y la intrascendencia.
“No es muy normal que acabe aquí”, se lamenta, mientras se une al lamento de Sartre y de tantos otros. La tensión individual se eleva en este tema a una universal: ¿para qué estamos aquí? ¿por qué hemos de morir? El mc alza en este caso la voz contra los astros y contra lo inmenso, un peón cuestionando su tablero.
#17 – Teardrop
¿Por quién caen las lágrimas? A medias entre una pieza musical y un rapeo, el tema que cierra el disco lo hace con una nota triste. ¿Caen las lágrimas al suelo por el amor que se va? ¿Caen por el conflicto interior de Elpho? ¿Por la certeza de la muerte? “Como polillas a la luz”. Elphomega cierra de este modo un álbum complejo, tortuoso, experimental y creativo. Un cúmulo de influencias y de ideas que no podrían formar un conjunto claro, tenía que ser “Nebuloso”.
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