Poetic Collective nace en la mente y el corazón de Tom Botwid, desde su Estocolmo natal y la ciudad al sur de Suecia donde se crió y reside, Malmö. Apasionado por su marca, la vive como la poesía que siente, haciéndolo todo, desde el diseño, el marketing y las ventas. “Me encanta hacer cosas y me encanta el skateboarding”.
Viaja mucho, y patina siempre. Como en Barcelona o en Berlin, donde también ha estudiado en la academia de arte. Y cuando sueña con patinar trabaja en un museo.
El mundo del diseño, nos explica, empieza de un modo muy analógico: pluma y papel, colores acrílicos. El desarrollo entra en la informática.
Poetic Collective es su proyecto de antes y de ahora y de siempre, “lo sigo desarrollando”, nos dice, “quiero que siga creciendo y con el tiempo quizás puedo hacerlo a tiempo completo y enfocarme más en el aspecto del diseño”. Este es su trabajo duro, un amor cuesta arriba salpicado de mails y cajas de embalaje. Comenzar una marca y llenarla de vida, “y convencer a alguien de por qué debería preocuparse por ella”, comenta.
La inspiración la saca del arte, la naturaleza, el diseño y el propio skate. “Pero generalmente trato de buscar inspiración fuera de esa burbuja”.
Se considera muy bueno en no hacer ollies, nos confiesa entre risas, pero el skateboard es para siempre. No tiene ocio fuera de este mundo.
www.poeticcollective.com
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