Autor: Philip Whalen
Editorial: Varasek

Estamos ante un libro de poemas los cuales no se caracterizan por ser demasiado crípticos lo cual, en el caso de Philip Whalen, interpreto como una virtud. Porque, cuando un hombre tiene muchas cosas interesantes que decir y además tiene la virtud de hacerlo de forma bella a través de la palabra escrita, a veces la retórica puede convertirse en un obstáculo innecesario. Philip Whalen (Portland, Oregon) es una de las encrucijadas más estimulantes de la poesía estadounidense contemporánea. A los 23 años coincidió en Reed College con dos poetas que llegarían a ser destacados “beats”: Gary Snyder y Lew Welch: y los tres fueron claves del renacimiento poético del San Francisco de los cincuenta. En ese contexto se dio otro encuentro determinante con Jack Kerouac y Allen Ginsberg. En palabras de su amigo y también poeta Lew Welch: La poesía de Wallen no es difícil. La gran poesía nunca lo es. Estos poemas son sabios, no ocurrentes. No son lúgubres. No tocan por su agudeza y su obstinación en la alegría. Y lo que es más importante, hace poesía con la lengua de la calle.

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