Este año 2018 empieza bien, pero que muy bien. Tanto si te has encontrado el disco de
sorpresa como si llevas comiéndote los muñones desde que en 2015 Corrosion of Conformity
reflotó con Pepper Keenan volviendo a los brazos de sus estimados Reed Mullin, Woody
Weatherman y Mike Dean y marcándose un tour europeo de vicio.
“No Cross No Crown” es el disco de metal que va a hundir en el suelo a fuerza de mirada bruta
cualquier otro disco de tralla de este año. De los que te obligan a crecer. Y es que tiene un
sonido vigorizante. Odio tener que hablar de hard rock, stoner y thrash como si esto fuera la
receta del pollo Popeye… una pizca de esto y otra de aquello… Los cojones. Suenan a ellos. Su
propia mierda. Ese alma sureña que te atraviesa como un puto ejercito confederado
cabalgando hacia el infierno, sangrando whiskey sobre tus oídos. Sus temas y letras están
hechos con las maldiciones y horrores que arden en las fogatas de los caminos polvorientos.
Las guitarras tienen esa melancolía jodida en la que de ninguna forma nada volverá a tener
jamás arreglo. “No Cross No Crown” son 15 temazos uno detrás de otro que te harán apretar
tanto los puños y la mandíbula hasta que sangres y te exploten los dientes. Y unos interludios
entre temas al viejo rollo setentero Sabbath que harán que los sociópatas muertos más
carniceros resuciten de sus tumbas.
Y una cosa que quede bien clara. Nada de putos viejos reenganchándose a sus viejas glorias.
Estos músicos no han cogido nada de polvo. Están perfectamente bien engrasados en sangre,
alcohol y flujo de tu hermana. Viejo tú, que lloras cada vez que sales de la cama abrazado a tus
primeros discos de Metallica…
Corrosion of Conformity… gracias, muchísimas gracias. (10)