Debut en solitario para el cantautor, con banda, Chus Navajo, que se mueve por terrenos americanos que van del folk al rock pasando por el country y con muchos momentos acústicos. Letras poéticas y personales para un disco breve que sucede al hecho anteriormente al frente de Los Navajos. Chus se enfrenta a sus miedos internos sin miedo a quemarse pero lo hace respaldado por su banda de directo compuesta por Jorge Mantecón a la batería, Alvarito Arias al bajo, Jordi Gutiérrez a los teclados y Ana San Juan al clarinete. Chus se encarga de guitarras eléctricas y acústicas, además de poner su personal voz, hacer coros y silbidos y tocar la, armónica con gusto. Además “Gugui” la Huerta le ayudó con las incendiarias guitarras de ‘Incendios’.

No se complican con las instrumentaciones porque tampoco las canciones lo requieren. En muchos casos son canciones que han nacido solo de su voz y de su acústica y un exceso de ropaje tampoco sería lo más adecuado. En ‘Incendios’ brilla el órgano de Jordi y ‘Fuegos en la Plaza’ es bonito rock acústico trotón con destacado estribillo. ‘Al Final del Espigón’ tira por el lado más folk pero sorprende y cautiva con el sorprendente clarinete de Ana San Juan. Una Ana que también se sale junto al piano y la acústica en la preciosa balada ‘Sin Ti Sin Mí’. Se despide ‘Desde Atocha’ escribiendo con cariño folk-rock con corazón y ameno para unas canciones que han nacido de duras experiencias personales y vitales y que dejan un buen poso. Muy breve para juzgarlo definitivamente, habrá que escuchar futuras canciones y discos.