En tiempos donde en nombre de la innovación del flamenco debemos tragar carros y carretas por parte de los talibanes de las nuevas tendencias es una suerte dar con el último trabajo de Carmen Linares. Bajo el título ‘Carmen Linares canta a Miguel Hernández’, la jiennense repasa parte de la obra de uno de los poetas más adaptados de la música, llevándola a espacios donde lo jondo hace buenas migas con el jazz. Un ejercicio de libertad y creatividad que, sin duda, vuelve a refrendar el gusto que la cantaora desarrolla en una carrera longeva e intachable.
Carmen, ¿de vuelta a la poesía?
Sí, casi hace cuarenta años que comencé a cantar a Machado en el Café de Chinitas. En el flamenco, en esa época, algunos artistas vimos como los cantautores adaptaban las letras de poetas y también comenzamos a hacerlo
Morente y usted fueron de los primeros y de los que más han repetido esta aventura.
Pienso que sí. Enrique nos abrió el abanico de la poesía a los flamencos. Nos mostró como la llamada poesía culta podía entrar en nuestro repertorio igual de bien que todo lo popular que llevábamos cantando toda la vida.
¿Qué tiene la poesía de Hernández que ha atraído a tantos artistas?
Es una poesía de una calidad increíble y no me refiero únicamente al sentido literario. Su obra es intensa, vivida en primera persona, llevando a flor de piel el amor, el sufrimiento o el compromiso social. El reflejo de una vida corta pero llena de vivencias. Una vida muy de verdad
¿Cuándo decide ponerse a la obra con este disco-libro?
Hace algunos años giramos con un espectáculo llamado ‘Oasis abierto’ dedicado a Miguel Hernández. Al dejar de representarlo pensamos que sería una pena que solamente los asistentes al mismo hubieran podido disfrutar de lo que hacíamos. Así que decidimos hacer una selección de lo ya realizado e introducir nuevos poemas para cerrar el contenido del disco.
El continente, formato disco-libro, es igualmente un acierto.
Yo también lo veo de esa manera. En él, gente como Ortiz Nuevo o Muñoz Molina hablan sobre el poeta y un poquito sobre mí. Igualmente incluimos una guía de escucha donde explicamos la musicalización de los poetas y el origen de los mismos. Todo ello se complementa con fotos que por un lado muestran a Hernández y a su tiempo y por otro, recuerda momentos de la grabación del disco.
Personalmente mi favorita es ‘Silbo del dale’ Recuerda mucho a lo que hicieron Lole y Manuel con ese poema.
Desde luego. Está inspirada en ella a pesar de tener otros arreglos. Ha sido nuestro pequeño homenaje a Manuel Molina. Teníamos muy claro que queríamos que fuese así como el homenaje a la versión que hizo Morente a ‘Elegía a Ramón Sijé’. El resto de musicalización es nueva y viene dada del trabajo común entre el guitarrista Salvador Gutiérrez, el pianista Pablo Suárez y yo misma.
Junto a un elenco musical que parece una orquesta, ha contado con dos colaboraciones de lujo: Silvia Pérez Cruz y Arcángel ¿Cómo los ve en el panorama musical?
Como dos auténticas realidades. A Arcángel lo conozco desde los diecisiete años y desde esa época me encantaba. Enrique Morente y yo decíamos que era nuestro niño. A Silvia la he tratado menos pero soy igualmente admiradora de su obra desde que la conocí. Me parece que tiene una sensibilidad impresionante. Creo que el resultado de ambos ha sido magnífico.
Hablando de colaboraciones, ¿cómo recuerda su colaboración con Los Evangelistas?
Fue un momento muy intenso en homenaje a Enrique Morente. Una seguidilla que suena muy intensa. Grupos como Los Evangelistas y obras como ‘Omega’ de Lagartija Nick siempre me han llamado mucho la atención. Pienso que desde la esencia del flamenco se pueden hacer muchas cosas y, dentro de ellas, se encuentra convivir con otros sonidos.
Entonces, ¿qué le parece lo que está haciendo el Niño de Elche?
Se que también ha repasado la obra de Miguel Hernández. Tuve la suerte de verlo hace poco junto a Martirio y me gustó. Creo, de primeras, que es un artista diferente y con buenas ideas.
¿No tiene miedo a que parte de su público no acepte este disco?
Bueno, hay gente que no aceptan ciertas cosas y quieren escuchar flamenco clásico, él de siempre. Es una postura muy respetable. Yo voy a hacer recitales de corte tradicional si me llaman para ello y voy a defender igualmente este disco cuando me toque hacerlo. En este momento de mi carrera tengo mucha suerte de poder hacer lo que quiero y al ritmo que quiero. El flamenco me permite sentir y hacer sentir. Eso nunca me aburre. Si eso pasase no tendría sentido seguir.
Para terminar, ¿no cree que Miguel Hernández esté de actualidad?
Desde luego. Creo que hacen falta muchos Miguel Hernández. Gente sin miedo al compromiso. Creadores que muevan conciencias. Y como las cosas sigan en esta línea más van a hacer falta.
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