Está claro que la popularidad de Brendan Benson no sería la misma de no formar parte de los espléndidos The Raconteurs, junto al gran Jack White. El año pasado destacaron, por cierto, con su último y brillante disco. Pero este “Dear Life” es algo muy distinto. Este es el primer disco de Brendan a su nombre en 7 años y también, creo, es su séptimo disco en solitario. A su habitual sonido power-pop con buenas y crudas guitarras se añaden bastantes toques electrónicos que pueden despistar a algunos y también pueden llegar a irritar si no eres de los que gustan de estos sonidos. Bueno, o al menos no en un artista con un sonido más definido por otros derroteros como sucede con Brendan. Tenemos algunas gotas de funk y hasta algo de hip-hop, aunque no deja de lado su pasión pop por The Beatles o sus gotas de buen country y música de raíces.

El disco tiene unas cuantas canciones muy buenas y con gancho pero si que peca algo de irregular. No obstante solo por joyas como ese blues titulado ‘Evil Eyes’, esa preciosidad titulada ‘Baby’s Eyes’ (compuesta a medias con el gran Will Hoge), o el radiante tema pop titular, ya vale la pena hacerse con este trabajo. Hay otros cuantos temas que muy bien pueden puntuar como notable. Es el caso del arranque con ‘I Can If You Want Me To’ o el estribillo pop de ‘Good To Be Alive’ cargado, sí, de optimismo, pese a todo. Optimismo que también rebosa la pegadiza ‘Richest Man’ y sus buenas guitarras rock. Bonita presentación en vinilo y también en la edición compacto en cuidado digipack y con amplio libreto con todas las letras y buenas fotos con caballos.  (8)

Third Man Records / Popstock!