La verdad es que este no es el típico disco que te esperarias del antiguo miembro de Hüsker Dü Bob Mould. No es que sea un disco alegre, pero si brillante. La presencia de las guitarras es muy fuerte durante todo el disco, superada solo (pero por muy poco) por la particular presencia vocal de Mould. En este su tercer trabajo en solitario el artista parece haber encontrado por fin un sitio cómodo desde el que dar rienda suelta a su creatividad musical. Como el mismo se ha definido en alguna entrevista es un buen guitarra de acompañamiento, cosa que queda mas que patente a lo largo de todo el disco, y como vocalista la verdad es que su voz es bastante atractiva. Bien es cierto que el disco puede pecar de un cierto halo de positividad que no estamos acostumbrados a asociar a este artista, pero en el fondo no son mas que canciones potentes ejecutadas con la maestría que da una perfecta trayectoria musical como la de Mould. En definitiva un disco para escuchar sin prejuicios, en el que vemos a un clásico de toda la vida encontrar una segunda juventud musical a través de un lenguaje diferente al suyo propio. Recomendable. (8)

Merge