Dulzura y amargura, luz y oscuridad, calma y furia. Bittersweet son una banda de contrastes. Post-punk distópico y rock psicodélico cargado de guitarras pero también con destellos electrónicos. Una banda muy del 2018. Aunque ya tienen dos EPs previos este es su debut grande y su juventud depara un gran futuro al trío sevillano con dos guitarristas en edad Sub-23 aún. En la producción tienen el poderoso respaldo de la dupla formada por Ramiro Nieto (The Right Ons, Tulsa) y Martí Perarnau (Mucho). Además de las dos guitarras también cantan los dos, Alex y Fran. No necesitan bajo y ya habían comenzado a llamar la atención con un gran single previo como es ‘Golpe Final’.
Ellos sin embargo acaban de comenzar y pronto presentarán las canciones de este nuevo disco (en abril) en Sevilla y en Madrid. Para entonces ya habremos disfrutado de temas como ese ‘Golpe Final’ que toca temas sociales con una atmósfera oscura y post-punk con buena combinación entre guitarras y sintetizadores. En ‘Demasiada Gente’ tenemos un pegadizo estribillo a golpe de synth-pop. Se acercan al rock en la lenta ‘No soy yo’, con duro riff de guitarra pero también con esos sintetizadores muy presentes. En ‘De todos los Tiempos’ juegan con el rap en un estribillo melódico y añadiendo también ricos arreglos cercanos al synth-pop. En ‘¿A Quién le vamos a Gritar?’ dicen que meten aromas Black Sabbath pero dudo mucho que los fans de Ozzy y compañía sepan apreciarlo. Tenemos más pesimismo y crítica social en el hermoso y melódico lento titulado ‘Misma Especie’ en el que nos hablan de desastres nucleares con jugosas guitarras. Se atreven hasta con algún detalle progresivo en otro melódico lento como ‘Lago Gris’. El lado más psicodélico lo tenemos en ‘Soñadores Pop’  o en la final ‘Hasta el Cuello’. (7,5)