No hace muchos años, 2016, que esta casa valoro el valor y el desafío de esta banda canadiense auspiciada por el sello Southern Lord. Apenas dos años después con su nueva propuesta “Ardor” (2017) el trío original de Montreal nos sigue afectando con la belleza y extrañeza que transmiten en sus piezas.
“Ardor” es un LP de 3 temas, puro paisaje introspectivo en gravedad cero y con tensión de lenguaje. Lo fácil es decir como mucha gente que es post metal encontrándose con Björk, eslogan que admitiremos pegadizo e interesante, pero es el resumen de la idea más simple que flota sobre el trabajo de Big Brave. Yo lo siento más como si el sludge y el noise se hundiera en una depresión, sus distorsiones y efectos más gruesos se desinflaran… la electricidad ya no cruje y carece de rabia, no hay una fuerza grave atrapada, sino sonidos espaciados rodeando el vacio. Es la melodía fina que recubre la vacuidad… la entropía creciendo desde el núcleo atómico, dispersando electrones y ralentizando la muerte en una tensión temporal palpable, donde cada segundo es crudamente percibido. La misma voz parece atrapada entre los espacios melódicos, atrayéndonos. Hay una trampa mortal rodeada de belleza en este grupo. Escucharlo de lejos puede que solo te perturbe. Sumergirte te dejará una marca hipnótica y estarás pronto flotando en la noche, en mitad de un tranquilo y basto lago donde no existe ninguna orilla. (9)