El Azkena siempre ha sido un festival plagado de excelentes propuestas en las segundas y terceras líneas de cartel. Quizás los cabezas de cartel no son tan atractivos y potentes como en otros eventos similares, pero hay multitud de regresos y platos para saciar el hambre de los rockeros más incondicionales. Este año era quizás uno de los mejores en este aspecto y se confirmaron estas expectativas con nombres que se salieron como The Beasts Of Bourbon, Nuevo Catecismo Católico, Thee Hypnotics, The Dream Syndicate, Mott The Hoople, The Sheepdogs, Hugo Race & Micheangelo Russo o Gluecifer. También en la calle y de manera gratuita cumplieron muy bien y con gran ambiente tanto The James Taylor Quartet como los ya citados The Sheepdogs que acaban de firmar su mejor y más panorámico disco, pero no los puede ver por motivos laborales.
También quiero volver a hacer mi queja al vacío de que no me gustan nada los solapes entre artistas. Sobre todo cuando la elección es soberanamente difícil. Otra vez que nos perdimos algunas actuaciones realmente brillantes y tuvimos que disfrutar de otras en indigestas raciones incompletas. Pero buen, es lo que hay.

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Comenzamos la tarde del viernes con los veteranos gallegos THE SOUL JACKET. Faltó algo de fuerza y de volumen en su concierto, pero deleitaron a sus incondicionales con los hermanos Fernando y Martín a la cabeza y con sus camisetas de la banda. Rhythm & Blues de categoría y ciertas y acertadas excursiones por el mejor rock sureño. Sí pude disfrutar a THE SHEEPDOGS en ya en Mendizabala. Su “Changing Colours” es un disco que trae su más amplia paleta de colores. Rock’n’Roll americano, sí, pero con paradas en el mejor rock sureño de Allman Brothers, en el country-rock de la Marshall Tucker Band o en el folk-rock y grandes armonías vocales que van de Love a CSN&Y. Todo eso nos entregaron en una actuación que si hubiera sido entrada la noche hubiera rozado el sobresaliente. Fueron de lo mejor del día y los duelos entre las dos guitarras tuvieron momentos realmente memorables. Muy buen sonido, algo que, por cierto, fue bastante generalizado en todo el Azkena que este año reunió unas 31000 personas entre los dos días. Seguimos con RIVAL SONS con un Jay Buchanan pletórico y estelar que no paró en ningún momento y que se ganó pronto el fervor de la parroquia. Puro rock’n’roll muy de los años 70 que gustó bastante.
En horario más temprano del habitual llegó el cabeza de cartel del día, envuelto en la polémica desde que se anunciara su nombre. ¡Cosas del mal genio del siempre huraño VAN MORRISON! Sigue sacando a discos a casco porro. Y últimamente están bastante bien. Luego en directo hace lo que le da la gana, pero lo hace bien y muy profesionalmente. Respaldado también por una banda más que competente. El años pasado en el Music Legends protagonizó para mí la mejor de las 4 actuaciones que le había visto y esta vez en el Azkena no estuvo tan redondo (faltaron Georgie Fame e Imelda May) pero estuvo más que bien. Además con ese repertorio infalible, cualquiera. Comenzó con un sonido demasiado bajo pero luego mejoró la cosa. Tiró más por el lado jazz de “Versatile” y del nuevo “You’re Driving Me Crazy” junto a Joey DeFrancesco, que por el lado blues y rhtymn blues de “Roll With The Punches, aunque no faltó su buena versión del “Baby Please Don’t Go”. De lo mejorcito junto a una juguetona “Moondance” y una relajada “Days Like These”. Lució en este y en otros momentos una muy buena corista más entregada que él, por supuesto.

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Me encantaba la noticia del regreso de THEE HYPNOTICS porque The Jim Jones Revue y posteriores aventuras del animal de escenario son de lo mejorcito de la última década. Estuve repasando las antiguas joyas más sucias de esta banda en los días previos y en directo volvieron a lograr la magia que tenían esos trabajos. Más deliciosamente sucios todavía en vivo nos revolvieron entre el fango, aunque este año, gracias a Satanás, el buen tiempo nos acompañó. De ahí pasamos a unos magníficos CHRIS ROBINSON BROTHERHOOD que sonaron realmente como una hermandad hippie. Temas extensos para volar a lo Allman Brothers y un Neal Casal muy protagonista con sus guitarras en toda la velada.
MC50 estuvieron excelentes con la gran voz de Marcus Durant en primer plano. Sí el cantante y frontman de los muy queridos Zen Guerrilla. Formación de lujo con un Fugazi y también con la destacada guitarra del Soundgarden Kim Thayil. Wayne Kramer le superó y se mostró pletórico y en gran forma en todo momento. Nos hicieron gritar su “Motherfuckers” más de 100 veces y nos emocionaron con una potentísima “American Ruse”. Entre todo el pelotón de stoner-rock los NEBULA siempre han sido una de las bandas más apreciadas por un servidor. Ya con los estragos del ron en mis venas y del cansancio general en el cuerpo pudimos disfrutar de su amalgama de guitarras y feedback a cierta distancia. Además, como acaban de reeditar recientemente discos clásicos en vinilo como “To The Center” o “Atomic Ritual”, recurrieron también a ellos para deleite de los más acérrimos. No pudimos llegar a las GIRLSCHOOL, pero la gente dice que estuvieron muy bien en su hora de actuación metalera con recuerdo para sus amigos de Motörhead.

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Tras un buen desayuno reconstituyente y con el calor subiendo peligrosamente gozamos y bailamos en La Virgen Blanca con los siempre divertidos THE JAMES TAYLOR QUARTET, que en muchos momentos parecían Booker T & The MG’s. Repartieron un montón de discos y pusieron a bailar a todo el mundo con su éxito “Starsky & Hutch”. Siguió el baile ambulante por la calle con los navarros BROKEN BROTHERS BRASS BAND. Su “Txertaketa” (Gaztelupeko Hotsak) es su mejor disco hasta la fecha y les convierte en una de las mejores bandas europeas haciendo sonidos de Nueva Orleans. Lo que vimos de los bilbaínos MAMAGIGI’S nos gustó. Buen country-rock. Luego teníamos una de esas elecciones duras de tomar. Entre los NUEVO CATECISMO CATÓLICO y LORDS OF ALTAMONT elegimos los dos. ¡Y los dos estuvieron colosales y explosivos! Los NCC tenían auténticas ganas de tocar por fin en el Azkena y tocaron a toda velocidad esos himnos inolvidables de sus 25 años de trayectoria. Los LORDS graban en Heavy Pysch Sounds como los Nebula y su sonido es fantástico garage-punk psicodélico que creció aún más en su entregado concierto. Había que pisar también el Escenario Trashville y lo hicimos con un fantástico HUGO RACE & MICHELANGELO RUSSO. Blues telúrico con guitarra y armónica a una temperatura infernal y sudando tinta. El ex Bad Seeds cantó de maravilla y la gente no perdió detalle de su magnético sonido.
Luego llegaron los históricos MOTT THE HOOPLE con un Ian Hunter todavía en genial forma a los 78 años. Lo habíamos visto en solitario hace pocos meses y nos encantó. Ahora fue mucho mejor. ¡Para mí, la mejor actuación del Festival! Ariel Bender se salió con las guitarras y con sus pintas. La emoción de corear “All The Young Dudes” abrazado con las nuevas amistades hechas en el show fue el “Momentico” de este año. Vimos de lejos a los TURBONEGRO porque en algún momento había que cenar. No son lo que eran pero tuvieron algunos buenos destellos como su repaso a los Queen. THE DREAM SYNDICATE siempre ha sido una banda muy especial para mí. “The Days Of Wine & Roses” me parece uno de los mejores debuts de la historia. El nuevo disco está también más que bien y lo demostraron en su actuación en la que, además del siempre entrañable Steve Wynn, destacaron las guitarras del “joven” Jason Victor y los guapos teclados del refuerzo de lujo, Chris Cacavas, de sus colegas de Green On Red.

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También había revestido cierta polémica la presencia como cabeza de cartel de JOAN JETT & THE BLACKHEARTS. Se ganaron el puesto y Joan nos encantó con el “Cherry Bomb” de las Runaways. Hizo honor a su “Bad Reputation” y no faltó otro de los himnos para corear de la presente edición. ¡Todos gritamos eso de “I Love Rock’n’Roll”! Tenía muchísimas ganas de volver a ver años después a THE BEASTS OF BOURBON. Es una de mis bandas australianas favoritas y Tex Perkins me parece un gran cantante y mejor front-man y chamán. No estuvieron especialmente inspirados y Tex ya no es lo que era. Mucho mejor hubieran estado en una sala mediana y lo disfruté, pero mucho menos de lo que pensaba. Con muy poca gente, pero realmente eufórica vimos a CARLOS VUDÚ y EL CLAN JUKEBOX. Tom Petty siempre había sido el sueño del Azkena. El homenaje con muchos invitados (Nat Simmons o el cantante de Sol Lagarto, entre otros) y todas sus canciones más populares tuvo un gran sonido y corear “Refugee” o “American Gil” fue realmente emocionante. Estábamos agotados y pensábamos que igual no veríamos toda la actuación pero sí lo hicimos porque conseguimos disfrutar de lo lindo. Una pena que no quedara ni un gramo de fuerza para ver a unos GLUECIFER que cuentan que fue también de lo mejor del festival. Ellos tenían muchas ganas de volver y los organizadores de que lo hicieran. Por cierto que si te pasas por www.azkenarockfestival.com comprobarás que el año que viene regresan los Wilco. Con “C” y no con “K” como han escrito en algún “importante” periódico. El de la “K” es Wilko Johnson pero ese lo veremos la próxima semana en La Ola. Por cierto que vimos gozando en el Azkena al cantante de Los Chicos y seguro que los hermanos vendrán a ver a su adorado Wilko el fin de semana que viene.

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