¡Gran descubrimiento el de este dúo neozelandés afincado en Inglaterra!. Lo conforman los hermanos Sherry y este es su magistral, celestial y hasta inquietante debut. Muchas de sus letras están inspiradas en la obra del poeta William Blake y la música tiene un claro poso al sad y slowcore y bandas como Codeine, Low o Slint están en su genética sonora.
Comenzó el proyecto a finales de la pasada década el joven cantante, guitarrista y compositor principal Adam Sherry y tras varios singles previos han llegado a este maduro debut en el que colabora con su guitarra, Gemma Thompson de los Savages. El disco comienza calmo y melódico con “Tide walks” que puede gustar también a los seguidors de Dead Can Dance o Arvo Pärt. Siguen con los celestiales arreglos y hermosos coros de “No paths” y los arreglos vocales siguen apabullando en todo un single y videoclip como “Summit down”. En temas como “Cast of lines” o “Ringing sidereal” el sonido enigmático y místico recuerda a los mejores trabajos en solitario de Nico tras abandonar la Velvet Underground. En “Sand verse” brilla la ya citada guitarra de la Thompson y en otros momentos son los sintetizadores o los órganos etéreos los que toman protagonismo. Otra pieza apabullante es el gélido pero emocionante lento “Silver thread of sun” que nos trae a la mente los discos de los comienzos de Low. Están girando con éxito por los USA junto a los compañeros del sello Sargent House, Chelsea Wolfe. Me gustaría que dicha gira llegara por aquí pues estamos ante una propuesta muy prometedora y a tener en cuenta. (8,5)

Sargent House. Popstock!