Soy Yoskay Yamamoto, vivo y trabajo en Los Ángeles como artista. Originalmente Crecí en una pequeña ciudad costera en Japón hasta que tenía 15 años y luego me trasladé a los Estados Unidos. Desde temprana edad disfruté dibujando y copiando personajes manga.
Hago de todo, desde pintura, escultura, instalación, diseño de juguetes, diseño de vestuario y disfruto trabajando y aplicando mi arte a distintos medios. Supongo que pertenezco a la serena creativa en LA, hay un montón de artistas con talento, que trabajan duro a mi alrededor y me ayudan a mantenerme en juego. Es un entorno competitivo muy sano.
Al principio yo quería ser diseñador gráfico, de alguna forma todavía lo soy, pero aprendí que lo que me gusta es el proceso orgánico de usar mis manos para crear mi arte, en vez de pasar tanto tiempo en un mundo digital enfrente del ordenador.
Hice un trabajo en compañía del patín, llamado “monopatín de traje corto” cuando asistía a un colegio comunitario en Santa Barbara. Ahí es donde conocí a mi mentor y buen amigo David Flores. Yo ya estaba creando una obra personal, además de mi trabajo gráfico. David era dueño de una pequeña tienda en la ciudad con su amigo y él estaba organizando una exposición colectiva y él amablemente me invitó a ser parte de ella. Ahí es donde vendí mi primer cuadro y me hizo darme cuenta de que esto podría ser de alguna forma una carrera.
Mis turnos de trabajo cambian a medida que avanzo en mi obra. Solía pintar un montón de criaturas míticas como dragones japoneses y leones, pero ahora mi objetivo es hacer un trabajo que pueda elevar espíritu o estado de ánimo de alguien. Me gusta mucho el tipo de obras que me hace sonreír.
Me gusta usar el sentido del humor en mi obra. Me gusta tener una postura indiferente al mundo del arte. No me gusta tomarme esto demasiado en serio.
Personalmente creo que mucho de lo que hago podría ser considerado como raro. El espectáculo más extraño que hice fue una exposición en 2012 titulado “chistes sobre mí”.
Fue todo un show una escultura, una pieza memorable que fue llamada “¿Quién es el papá?”, y fue una escultura del gatito hola embarazado. Así que supongo que era el espectáculo más extraño que he tenido hasta ahora en mi carrera artística.
Además de trabajar en mi arte, me gusta pasar el rato con mi novio y mis amigos. Me gusta ir los mercados de pulgas y tiendas de segunda mano, tocar la guitarra y también la jardinería. La lectura es algo que me gusta, tanto novelas regulares y novelas gráficas.
Para mi es dificil explicar mi proceso, porque trabajo en varios materiales diferentes y el proceso está en constante cambio y evolución.
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