Con Wicaksono Azis nos encontramos frente a un dominio magistral de la geometría humana. En sus obras vemos cómo es la cabeza por dentro y no de forma científica sino a través de paisajes que nos sumergen en diferentes estados y pensamientos humanos.

El germen de su arte es muy espontáneo, ya que Wicaksono Azis no nace rodeado de una cultura visual muy perceptible. Desde Semarang se va dando cuenta, poco a poco, de su interés por el manga y el anime japonés. ¡Dragon Ball fue su primera fuente de inspiración! Este manga que la inmensa mayoría conocemos por los dibujos televisivos fue afianzando su interés por el dibujo. Años después, su formación autodidacta, la atracción por la cultura POP, el arte lowbrow de Indonesia y el panorama general del skate fueron muchas de las fuentes que lo llevaron a convertirse en el artista que es hoy en día.

Nos revela que sus trabajos son fieles a sus sueños y hay una parte surrealista muy importante en todos ellos. Actualmente se mueve dentro del mundo digital, lugar donde produce la mayoría de sus diseños e ilustraciones. Investiga diferentes fuentes de texturas para que cada estampado en una camiseta, una pintura o una serigrafía adquieran un valor único y crezcan en sus medios. Por lo tanto, no estamos hablando de un simple copia y pega sino de diseños completamente personalizados.

La complejidad del proceso creativo reside en el tiempo que hay que invertir para crear una fuente estética sólida: “El proceso de búsqueda es muy complejo para mí. Me encuentro con muchas taras, esperanzas que se desvanecen y cosas que salen mal pero si priorizo la categoría estética frente a este tipo de problemas el encuentro me resulta más llevadero, más bello y excitante”.

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