Dan nació y creció en Inglaterra. Desde que fue pequeño tuvo muy claro su predilección por el mundo del cómic. A pesar de ello, en la escuela le sugerían no dejarse llevar por dichos gustos artísticos, ya que suelen ser poco pragmáticos. Lo interesante, le decían, es que intentes buscar un oficio que te reporte dinero de forma cómoda y eficaz. El joven inglés no hizo demasiado caso a las sugerencias de sus profesores y acabó siendo el cincuenta por ciento de una compañía de “juguetes artísticos” que recibe el nombre de “Unbox Industries”.
Según nos cuenta: “En nuestra compañía hemos tenido la suerte de trabajar con una gran lista de increíbles talentos de todos los rincones del mundo del arte y ayudarlos a realizar sus visiones en tres dimensiones. Siempre hay muchas cosas que hacer, pero estoy increíblemente agradecido de hacer lo que amo”. Unbox Industries es una pequeña entidad que trabaja de forma colaborativa captando artistas, escultores, ingenieros, etcétera con los que trabaja mano a mano para la creación de sus diversos proyectos. Cuando le preguntamos por los proyectos que actualmente están llevando a cabo, nos dice: “Tenemos más de doscientos proyectos en marcha en varias etapas, por lo que es difícil elegir uno, pero tengo una debilidad por un proyecto más heterodoxo que estamos haciendo con Gary Card que requiere un enfoque ligeramente diferente a nuestra producción normal”.
D. se considera un gran amante de la música, así como también un ladrón. Esto es interesante porque lo dice refiriéndose a su talento secreto. El mundo de la creación es una especie de robo o apropiación, en cierto modo. O dicho con otras palabras: hay que conocer mucho para crear un imaginario propio. Por otro lado, su fuente de inspiración la recibe del propio día a día, de lo que la gente puede ofrecer, que no es poco. Si buceáis un poco en sus redes, tales como Instagram, podréis observar la peculiaridad y belleza de los juguetes que fabrica esta empresa.


















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