Thomas nació en Londres, pero siendo bastante joven se tuvo que mudar a Slough. Este lugar le ofreció un panorama urbano que se constituyó como una de sus primeras fuentes de inspiración. “Crecer en un lugar como Slough fue bastante mundano, por lo que pronto comencé a llenar mi tiempo con el dibujo, Ms Paint; así como también absorbiendo la cantidad de influencias que me llegaban de la década de los noventa”, nos dice.
El trabajo digital le apasiona, ya que lo considera una especie de recurso “híbrido” en el que puede hacer uso de sus herramientas como si se tratase de lápiz sobre papel, una de las técnicas artísticas más antiquísimas de la humanidad. Sus proyectos intentan reflejar su imaginario -cosa poco sencilla-, tal y como cuenta: “Quiero crear un trabajo que reproduzca con fidelidad las cosas que se me ocurren, crear una línea narrativa de aquello que se me pasa por la cabeza a través del trazado de líneas y colores audaces”.
Su metodología es fiel a un trabajo constante de recopilación: cuando se le ocurre una idea, se la envía por correo electrónico a sí mismo y más tarde pasa a producirla. Thomas es un artista que está en continuo movimiento: escribe y dibuja constantemente. A pesar de ser un gran recopilador, a Hedger también le gusta sentarse en su escritorio y, simplemente, dar rienda suelta a su imaginación; es decir, experimentar.
La fuente primordial de inspiración la recoge de la cotidianidad: un sonido, una mirada, una conversación… Según dice, “viviendo en Londres es imposible no encontrar inspiración”. Thomas se dedica a traducir el mundo de manera artística: ve una escena que transforma en su mente y da lugar a una de sus -difíciles- obras. El proceso de dibujar es para él una dificultad en sí misma, ya que requiere grandes momentos de concentración. Uno de sus mayores contratiempos lo constituyen la no-satisfacción con lo creado, cosa que hace que tenga que volver a empezar la obra, o retocarla en exceso: “No siempre estoy satisfecho con lo que dibujo. A veces creo algo que no funciona. En ese caso, tengo que frenarme y reiniciarlo”.
Para desconectar del alocado tránsito londinense, Thomas pasea por la noche con su perro durante largo rato. ¡Claro que sí! No hay artista ni mascota que no use el paseo de forma terapéutica, exceptuando algunos remotos lugares de la Tierra donde sólo se camina por casa.














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