La especificidad en el arte es cosa del pasado. La era de la información y de la imagen inmediata acuna interconexiones entre artistas, recursos y referencias que dejan atrás aquello de ceñirse a un único estilo o área temática. De esta manera, el creador de hoy se sirve del pasado, del presente, y converge todo el conocimiento adquirido para dar paso al futuro. Stephen Halker es un ejemplo de ello. Instalado en Brooklyn desde los 18 años, empezó a ganarse la vida haciendo Ilustraciones Científicas para acabar desarrollando su pasión por el comic clásico en forma de diseños para camisetas y tablas de Skate. Con un exhaustivo interés por todo lo que le rodea y adaptándose a cualquier circunstancia, Stephen ha sabido salir impune al reto que supone ser ilustrador en una ciudad como Nueva York.
Viejo amigo del singular cantautor Sufjan Steven, han colaborado codo con codo en más de una ocasión. En 2009 ilustró y dio color al cómic escrito por el mismo Sufjan que acompañaba a The BQE, una suite cinematográfica basada en el metrotren que conecta Queens y Brooklyn.
Me llamo Stephen Halker y trabajo como ilustrador/diseñador gráfico/animador en Nueva York. La mayoría de mi trabajo va para marcas de skate o de ropa urbana como Zoo York. Este año formé parte del equipo de Zoo haciendo unas cuantas Series de Artista para tablas y diseños de camisetas.
Fue duro llegar hasta donde estoy. Me gradué en la Universidad de Artes Visuales en Nueva York justo antes del 11S. Así que con la ciudad entera básicamente hecha pedazos no tenía muy claro por dónde empezar. Extrañas circunstancias me llevaron a hacer Ilustraciones Científicas para un acaudalado hombre amante de la embriología y las Bellas Artes. Desde aquello, con un portfolio repleto de cerebros e intestinos, encontré trabajo a tiempo completo en Zoo York, donde finalmente me sentí como en casa.
Tomo como referencia muchos de los dibujos que recuerdo de mi infancia en el Sur de California. Y aunque no combinen muy bien entre ellos, mis tres grandes influencias son Alfons Mucha, Jack Kirby y los viejos diseños del Bones Brigade.
Nunca he pensado qué quiero conseguir con mis obras. Creo que el arte puede cambiar el mundo y ahora más que nunca. Todo el planeta está conectado, visualmente cultivado e inundado de información. Sólo haría falta un buen símbolo o icono para crear lazos fuertes entre las personas. Y si no, ¿Por qué toda la gente que se manifiesta en el mundo usa la máscara de Guy Fawkes?
Las colaboraciones conjuntas a Sufjan Stevens para The BQE me resultaron muy productivas. Pasamos muchas horas hablando sobre ideas y trabajos para desarrollar, pero estábamos muy limitados de tiempo por lo que no hicimos mucho. Desde entonces sigo dándole vueltas a algunas de las ideas que tuvimos, pero creo que nunca saldrán a la luz…
Soy un eterno estudiante. Siempre estoy pensando sobre el significado del ser humano y cuestionándome por qué la gente actúa de esta u otra manera. Por qué no hacemos las cosas que realmente queremos y viceversa. Mientras dibujo me gusta escuchar grabaciones sobre temas como teología, filosofía, psicología e historia. Quién sabe si esto repercute en mi trabajo. De hecho, a veces veo muchas de estas ideas plasmadas en mis diseños. Si no fuera así, al menos ya tengo algo diferente sobre lo que hablar con mis amigos.
Voy por etapas con la música. Hace unas semanas sólo escuchaba la misma canción una y otra vez (dura 30 minutos, así que no creáis que estoy tan loco). Ahora mismo escucho mucha Samba brasileña como Marcos Valle o Chico Buarque.
Siempre me recreo en las imágenes de la Metamorfosis de Ovidio. Especialmente en las historias con Manzanas Doradas de por medio.
¿Realmente hay que elegir entre arte en el museo o en la calle? El arte en la galería está bien porque no siempre tiene que ser tan políticamente correcto. De todos modos, la gente siempre elige si ir a ver arte a una galería. En la calle es más inmediato y consumible.
Patinar siempre ha tenido una gran influencia sobre mí, especialmente en el colegio y en el instituto. Una buena sesión de skate siempre puede cambiar tu día.