Sergio Arretxea, creció en Hondarribia aunque se movía a surfear tanto a la costa francesa como a la española. Se considera un fotógrafo aficionado que está siempre en continuo aprendizaje, con la particularidad de que él mismo fabrica sus propias carcasas.

A la hora de plantear una sesión, procura estudiar bien la previsión de olas, mareas, mirar si  el amanecer o el atardecer va a ser bonito… es por ello por lo que la mayoría de las tomas que saca, están hechas desde el agua.

Se inspira en el trabajo de otros fotógrafos, pero intenta ser innovador, así que cuando ve una foto de otro compañero, no para de darle vueltas pensado en hacer nuevos inventos y técnicas. Su última ocurrencia, ha sido la de fabricarse un frontal con una cúpula muy grande para poder hacer una técnica llamada “split”, que consiste en retratar en una misma foto dos mundos muy diferente, el de dentro del agua y el exterior.

Mikel Laboa, considerado como el patriarca de la música vasca, es su personaje histórico predilecto; los chipirones a la plancha, su plato; jugar con su hijo, la mejor terapia para olvidar todos los problemas y elegir entre si entrar a surfear o a hacer fotos, la parte más complicada de su trabajo.

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