Una obra de Mónica Montes se identifica perfectamente cuando la ves. Hilos y clavos conforman su soporte elemental. Cosa que no es de extrañar,  puesto que ha vivido la industria del textil desde muy cerca. “Mi familia siempre ha estado vinculada al diseño y la moda. Mi padre tenía la fábrica Woolstock de ropa de punto para mujer, así que puedo decir que he crecido entre telas, hilos, texturas y colores”.

Desde una temprana edad, Mónica se ha sentido atraída por el diseño, lo que le llevó a estudiar Diseño de Interiores y de Producto en l’École Camondo en París, “una escuela muy exigente en la que parte de la formación se basa en enseñar al alumno a enfrentarse a su entorno desde un punto de vista analítico para poder responder y ofrecer soluciones que se ajusten las nuevas necesidades de la sociedad”. Una vez terminada su carrera decidió probar suerte en la moda, así que se trasladó a Londres para trabajar para Sarah Swash y J.W. Anderson. Fue cuando volvió cuando comenzó con su proyecto, .M.M., “en un principio, como algo muy personal, pero que he ido extendiendo hasta el punto de comercializarlo. Empecé a experimentar con materiales cotidianos como la madera, el papel, el hilo o el metal y el resultado de ello es .M.M.”.

Según esta artista, su trabajo es un producto artesanal, personalizado y exclusivo. Materializa las cosas que le gustan en sus piezas y su objetivo es que los demás las disfrutemos con ella. Letras, imágenes, mensajes… incluso un cuadro antorcha que casi provoca un incendio en la Parte Vieja de San Sebastian, la creatividad de Mónica no encuentra trabas. Lo importante es darle forma a las cosas que te motivan. “Sonará muy tópico, pero me inspiro en las cosas bonitas, o al menos en las que a mi me lo parecen. No me definiría como una persona de método, para mi el desorden es orden, pero a su vez soy extremadamente perfeccionista y detallista”.

Compagina su trabajo en .M.M. con diferentes proyectos de Diseño de Interiores, además de colaborar con algunas marcas de moda. “Disfruto mucho con las colaboraciones porque me permiten realizar trabajos en diferentes ámbitos y enriquecer mi trabajo con ello”.

Las creaciones de Mónica son frescas, libres y bonitas. Su mente inventa entre hilos, tablas y colores sin descanso, inmersa siempre en cosas que hacer. Siempre con la mirada puesta en lo próximo, sin importar de lo que se rate. “Siempre tengo en mi cabeza nuevas piezas, nuevos proyectos o colaboraciones. En principio, no me gusta decir que no a nada. Mi filosofía es “cuantas más cosas diferentes haga, mejor””.

monicamonteshandmade.com
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