Aunque nacío cerca de los emplazamientos de primera línea de la primera Guerra Mundial en 1984, Mathieu Freak City pasó la mayor parte de su adolescencia en Burdeos, en el típico barrio de familias de nivel medio-alto; lo cual, comenta, contrasta mucho con sus verdaderas raíces obreras y de paisaje industrial.
Realiza trabajos para periódicos y revistas, pero también pinta murales, crea diseños textiles, portadas para discos y posters. También edita sus propios fanzines y grabados, lo cual le lleva a realizar expos bastante frecuentemente. “Todo esto define el por qué adoro a lo que me dedico: lo llevo haciendo desde niño, me permite viajar por todo el mundo y conocer lugares y buena gente y siempre descubro algo nuevo. Simplemente me encanta”.
Nos cuenta que su proceso creativo no es algo complicado: borrador-email-tinta-email-color digital. Ahora mismo, se encuentra trabajando en diferentes proyectos personales para una muestra en Barcelona, los cuales combina con diferentes encargos, así que descanso, poco. “Soy un tío ocupado, pero siempre procuro guardarme algo de tiempo para mis cosas”. Encuentra inspiración en la amalgama cultural de entre mediados de los 70 e inicios de los 90: el hardocre y el punk, los libros de diseño retro, peliculas…reciclar una mezcla de todo ello es algo natural para Mathieu. Y si a todo ello, añadimos “Realité” de Camera Siles, comida italiana, libanesa o mediterránea y algo de tiempo para tocar con su banda, creamos el perfecto mix para un artista para el que la palabra NO no se encuentra en su imaginario mental.






















