Los monstruos, zombies y vomitivas calaveras gritando son algunos de los elementos que protagonizan las los dibujos de Marcos Cabrera, un joven ilustrador tinerfeño que decidió cambiar la tranquilidad de las islas sureñas por la concurrida Barcelona para establecer su campamento base. Su trabajo está muy influenciado por el estilo de vida surf y el skateboarding, así como por las subculturas del punk rock y el hardcore. Toda una combinación ganadora.
Que yo recuerde nunca he soltado un lápiz. Siempre he estado dibujando: en las paredes de mi habitación, en mi pupitre y en los libros de clase, etc. Creo que en el fondo siempre pensé que me terminaría dedicando a ello, pero era raro. Lo veía lejano o un poco imposible. ¿Quién me pagaría por un dibujo de un monstruo vomitando su cerebro, mientras se desliza colina abajo subido en un carro de la compra, por ejemplo?
Definiría mi trabajo como “Macarrismo con monstruos”, zombies gritando, cráneos, vómitos…
Con mis obras lo que pretendo es poder ganarme la vida. No sé si realmente el arte puede cambiar el mundo, pero para lo que sí veo que sirve es para reflejar muy bien la sociedad de cada momento y cada lugar concreto. Quizás de aquí a muchas décadas se pueda echar la vista atrás y descubrir si se ha cambiado algo.
Todavía no me han encargado nada exageradamente extravagante o extraño. Quizás está aún por llegar.
A la hora de crear me inspiran muchas cosas: películas de terror y ciencia ficción, cómics, la mitología, religiones y cuentos populares, también algunas cosas que veo en la vida diaria y leo en los periódicos. En general, cualquier cosa o detalle puede llevarme a producir un trabajo. También me influencia mucho toda la estética punk underground de los 80 y la imaginería del mundo del skateboard y el surf de aquella época.
No tengo una banda sonora perfecta, escucho lo que me apetece en cada momento. Ahora mismo estoy escuchando mucho Queens of the Stone Age, Fu-manchu, Mastodon, NIN, Kvelertak, Cancer Bats, Red Fang, Witch y a Truckfighters, y también me gustan bastante bandas del tipo 65daysofstatic, Caspian, Maybeshewill y Long Distance Calling.
La imagen idílica que no me puedo quitar de la cabeza la forman dos Rancors jugando al Vib-Ribbon sentados en puffs de colores chillones y bebiendo Flying Dog Beer.
El arte es necesario tanto en la calle como en las galería y museos y, en general, en cualquier sitio donde se pueda contemplar.
Dibujar es la afición que me ha cambiado la vida.
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