Hablar de Neurosis y de sus proyecciones durante los directos es hablar de Josh Graham. Establecido actualmente en New York, este artista nacido en Phoenix es el responsable de todo el material visual de la banda. Para Josh, la música es algo clave en su proceso de creación, por ello cada tema cuenta con un grupo de imágenes propio que danza y se enlaza entre sí para darles vida. Pero Josh no se queda ahí, sino que es parte activa de A Storm of Light, grupo que vio la luz en 2007. Examinando su trabajo serás testigo de la realidad futura en que viven sus demonios, de la fuerte luz escondida tras tonos desnaturalizados, de la grandeza del poder del universo sobre el humano y su destrucción. En definitiva, serás consciente de lo que, tal y como él nos cuenta, es el mundo tras la extinción de la raza humana.
Hola, soy Josh Graham, el responsable de todo el material gráfico de A Storm of Light y Neurosis. Soy de Phoenix, aunque he vivido en Denver, Memphis, San Diego, San Francisco y Los Ángeles. Actualmente resido en New York y suelo tocar música, diseñar e ilustrar.
He estado unido al arte de muchas formas desde que tengo doce años. Fue al cumplir esa edad cuando mi vida comenzó a moverse tomando muchas direcciones distintas, pero siempre, fuera cual fuera esa dirección, estuve involucrado de uno u otro modo al arte.
Realizo trabajos muy dispares entre sí, desde trabajos personales a gráficas para grupos de música, motion y música. Todo lo que creo como trabajo personal es bastante oscuro, la mayoría de estos trabajos están desarrollados en un futuro posterior a la desaparición de la humanidad.
Para mí, el arte va sobre los logros y las satisfacciones personales, también sobre los retos que me planteo a mí mismo y voy superando para hacer que mi trabajo mejore. Pienso que el arte puede cambiar el mundo personal de cada uno pero, aún así, no estoy seguro de que realmente pueda cambiar el mundo en general. Nuestro planeta es demasiado social y está tan dividido y saturado por los medios de comunicación que es difícil que una persona concreta comprenda todo lo que pasa globalmente en el mundo.
No pienso que ninguno de mis trabajos sea extravagante, sobre todo porque soy demasiado tieso como para ser capaz de permitirme la extravagancia creativa (risas). Pero bueno, quién sabe, quizá algún día tenga que afrontar un trabajo fuera de lo que suelo considerar lo habitual.
Mis demonios personales son la mayor fuente de inspiración en mi trabajo. También me ayuda mucho viajar, fotografiar nuevos paisajes o ver las cosas desde nuevos puntos de vista.
Si me siento metal, como la mayoría de las veces, trabajo escuchando a Meshuggah, el Ride the Lightning, Planes Mistaken For Stars, Kiss It Goodbye, No Heroes y SubRosa. Si me siento melódico cambio a Jesse Sykes, Woven Hand, Howlin’ Wolf, 16 Horsepower, Godspeed o Gillian Welch.
No tengo una imagen específica sobre la que no pueda dejar de pensar, pero debo admitir que el amanecer en el desierto es inolvidable.
No deberíamos tener que elegir entre tener el arte en los museos o en las calles ¡El arte está y debe estar en todos los sitios!
Por extraño que pueda parecer, la afición que me ha cambiado la vida ha sido cocinar. Viajar alrededor del mundo me ha hecho probar comida única y fantástica, y ser capaz de cocinar muchos de esos platos en mi propia casa es maravilloso.
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