James McClung nació en Fontana, California, pero su familia se mudó siendo él muy crio a Redlands, CA, al otro lado de San Bernardino.
El dibujo está en su memoria desde que tiene recuerdo, y durante sus estudios fue su punto fuerte.
Su siguiente gran amor fue el skateboarding, alejándole de todas las clases excepto la de arte. Debido a sus bajas notas le mandaron a un colegio de recuperación. “Este tipo de escuelas es para estudiantes que fracasan estrepitosamente o para chicas embarazadas”, nos señala. Ya nos podemos hacer nuestra propia idea del sistema educativo y la marginalidad, pero James nos comenta que curiosamente, al haber menos alumnos por aula, los profesores podían ayudar a cada alumno a desarrollar su potencial de manera más personal. James se volcó mucho más en el arte. Después de secundaria ingresó en una escuela universitaria (community college) y como nos cuenta, “me quité la vida dibujando”. Pintaba y se metía en todos los proyectos que le ofrecieron.
El otro tiempo libre se lo llevaba el skateboard. Y de lección en lección, James ha pasado por trabajos variados moviéndose siempre con el skate.
Entre sus proyectos actuales trabaja en los diseños y la marca de una empresa local de Redlands que epezó con una tienda de helados de nitrógeno liquido: A La Minute Inc. También para otra compañía relacionada llamada Parliament Chocolate. Para estas empresas se siente muy libre y creativo, sin seguir una tendencia especifica. Entre tanto siempre está su arte personal, “es algo que tengo que hacer para estar vivo”-comenta-.”Al igual que la respiración”.
Sobre sus proyectos personales, están muy influenciados por los lugares a los que James viaja. Son pinturas basadas en fotografías ,que normalmente filma cn una Yashinca de 35mm. Aunque también usa una Lifford HP5 o la Kodak TX 400. Tras el material recopilado, ya en casa, escanea y revisa una y otra vez hasta que aparece una historia subyacente. Trabaja la imagen en papel o en madera, con tinta, guache, acrílicos y lápiz. “Me gusta crear contrastes muy audaces”, explica James. “Para crear emoción en la imagen”.
Actualmente, James está trabajando en dos series que se presentarán en la Kate Oh Gallery de Manhattan ,y en la Preacher Gallery de Austin.
Entre sus trabajos más duros está el propio y clásico desafío del artista. Nos cuenta como en 2015 preparaba una exposición para una cafetería de San Francisco. Cuando estaba a punto de terminar la serie probó un método nuevo para usar las tintas. “Abrió mi mente a muchas posibilidades”, recuerda. Y tuvo que empezar de nuevo y llegar a tiempo a la fecha limite. Esto es implicación.
Sobre inspiraciones James nos habla que más la figura del personaje y autor le fascinan sus historias, la trayectoria de sus creaciones. Ahí es donde e proceso le inspira.
Y, ¿ para relajarse? Acordaros que su otra pasión fue el skateboarding. James se aleja de la rutina sobre su tabla de skate.
www.jamesmcclungart.com