El ambiente en el que se crió Genie fue hostil desde el principio. Creció en Badalona y según nos cuenta: “Mi colegio estaba lleno de chonis y gente que al principio me daba miedo pero que a la larga he incorporado en mi trabajo. Siempre he sido bastante independiente, no me ha importado estar sola haciendo las ollas que se me pasaran por la cabeza, obsesionada con Disney y los cómics de Zipi y Zape y Mortadelo y Filemón”. Ha vivido durante algunos años entre Barcelona-Bristol y Santa Coloma, pero ahora reside, otra vez, en Badalona.
En la actualidad es ilustradora, pero estuvo dedicándose durante mucho tiempo al mundo del diseño gráfico: “Era jefa de marketing de una empresa de automoción (a día de hoy sigo sin carnet) y lo dejé todo y me fui a vivir a Bristol (Reino Unido) porque al ser más pequeña que Londres, aunque estaba cerca, me daba menos miedo que una ciudad tan grande y tan exigente. Ese paso, aunque difícil ha marcado mi vida, desde entonces dibujo para vivir y es lo mejor que me ha pasado en la vida”.
Reconoce que su metodología de trabajo es es bastante caótica: “Tengo una agenda donde intento apuntarme los plazos de entrega pero siempre acabo con trozos de papel volando por la mesa mezclado con bolígrafos y pedazos de proyectos personales. En principio, hay patrones que se repiten”. Al principio, cuando le llega un nuevo proyecto, hace una serie de bocetos “en las cien libretas empezadas que tengo” y, poco a poco, le va dando forma hasta que le aceptan el definitivo y pasa al color. Su caos está cada vez más contenido porque cada vez tiene más confianza consigo misma. Los problemas vienen cuando: “El peor momento para mí es cuando no encuentro la idea, sé lo que quiero decir pero no cómo decirlo. A veces ese proceso me lleva días y es agotador”.
Está trabajando en la creación de su primera novela gráfica, proyecto con el que está muy ilusionada. Cuando le preguntamos qué es lo más complicado que ha hecho en su labor como artista nos contesta: “Creo que buscar mi propio lenguaje, es un proceso muy largo y creo que muy salvaje. Igual es la manera en la que trabajo yo, muy desorganizada, pero a veces no me doy cuenta de que estoy tocando una tecla que me gusta hasta que no ha pasado un tiempo. Asentar unos pilares sobre los que se levantará toda la identidad de mi obra ha sido complicado, creo que aún hay espacio para la mejora. Pero no creo que deba darme prisa, sino seguir trabajando”.
Se inspira en recuerdos, en experiencias personales y su talento secreto
No podría ser más real: “escuchar reggaetón a toda pastilla, perrear hasta abajo y ser admiradora del mundo choni, que tantas alegrías me ha traído”. Su rutina diaria es infranqueable: “Normalmente empiezo el día en mi clase de Fitboxing, dándole ostias al saco porque soy muy ansiosa y necesito calmar los nervios. Después trabajo durante todo el día y a las 20h mi perrito Buñuelito me marca la salida a la calle y el fin del día. Si todavía he de trabajar y puedo permitírmelo, cojo el ipad y lo hago desde el sofá acurrucada a mi perro. Es el mejor momento del día (y si tengo chocolate con menta al lado, final del día Premium)”. ¡Fantástico! A mí también me gusta mucho el chocolate con menta y, como a ella, The Smiths y Joe Division, sobre todo cuando salgo a pasear.
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