Fabrice nació en Toulouse. Estudió arte y diseño en Pau (Francia), donde prosperó como gran estudiante y donde consiguió su título universitario. Después de sus estudios fue director artístico en una agencia multimedia, pero tal y como nos cuenta: “La necesidad táctil del papel y el contacto directo con la gente me impulsarán a comenzar mi negocio. Al mismo tiempo, en paralelo, creé mi primera banda de música con la que tocaré en todas partes de Francia durante 13 años”.

            Le gusta trabajar desde la improvisación, reflexionar, sentir el impulso de la adrenalina a través de la música… Actualmente trabaja dando clases de serigrafía en una escuela de arte superior, en Pau. También nos cuenta lo siguiente: “Hace unos años, creé una marca de skateboard (longboard) “M SKATE” que consistía en unir el trabajo de una madera preciosa y la serigrafía de edición limitada, con el objetivo de ser más artístico que deportivo. Por supuesto, todo se hizo a mano. El trabajo es largo, pero el objeto es hermoso. Este proyecto está actualmente en pausa, pero me gustaría continuar (cuando tengo un poco de tiempo)”.

            Encuentra inspiración en el dinamismo del Rock. Concretamente en sus carteles. Tal y como nos dice: “Me encanta el movimiento del cartel de rock. Encuentro esto magnífico en términos de ilustraciones y compromiso, ya sea político o religioso. Es una forma de expresión en constante evolución. También estoy influenciado por el diseño gráfico en general”. No cree tener talentos, pero recopila imágenes de archivo que después emplea en sus creaciones. Como Vilnius, el personaje de Enrique Vila-Matas en Aire de Dylan, maravilloso recopilador de magnitudes artísticas. Recopilar no es un talento, diría yo, pero recopilar cosas buenas y aplicarlas en la creación, desde luego que lo es. Una de las cosas que más gusta hacer para escapar del ajetreo cotidiano es surfear en la costa vasca y asturiana.