Antes del diseño gráfico fue la música y antes de la música había un espacio abierto donde Sheridan disfrutó de sus primeros años de vida. Creció en un pueblo a las afueras de Connectitut y pasó mucho tiempo dibujando junto a su padre, patinando y montando en bicicletas y motos.
En 2018 se hace freelance a tiempo completo y se especializa en ilustración y diseño, “con un fuerte enfoque en el arte dibujado a mano y letras personalizadas”. Cuando le preguntamos cuáles son sus métodos de trabajo, nos dice que: “Actualmente dibujo en mi iPad Pro usando Procreate. Hago desde borradores hasta letras e ilustraciones finales “entintadas”. Antes solía dibujar todo en papel y usar un escáner que colocaba en el ordenador, pero esto es mucho más eficiente”.
Actualmente está metido en proyectos de branding, que se extienden desde conjunción de marcas para nuevos restaurantes hasta tiendas o talleres. Reconoce que últimamente está saliendo más de casa para equilibrar las horas que pasa encerrado trabajando. “Es fascinante cómo se asienta mi rutina cuando trabajo a jornada completa en casa. Por eso ahora trato de salir a inspirarme, porque creo que va a ayudarme a avanzar de manera natural y eficiente en mi labor creativa”.
Trabajar a mano es un lujo para él, porque vuelve a la creación tradicional: “Siempre me inspiro cuando diseño a mano. Me conmueve hacer cualquier cosa, desde pinturas de carteles hasta ilustraciones de lugares en los primeros libros de cuentos, recuerdos publicitarios antiguos… ¡Me fascina!”.
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