Imaginemos un planeta Tierra solamente habitado por animales que conviven con paisajes industriales de cemento, escombros y óxido. Podría ser una realidad dentro de un puñado de siglos, o el concepto de una película de ciencia a ficción, o simplemente Brin Levinson y el mundo que nos propone por medio de su obra.
Crecí en Vermont, en el nordeste de Estados Unidos, una tierra rodeada de granjas, bosques y montañas. Después de muchos siglos, los animales han ganado la batalla a los humanos, y ahora se adaptan los restos que hemos dejado.
Soy pintor, y a pesar de que he practicado todo tipo de técnicas artísticas y de estudiar animación, siempre he disfrutado más creando imágenes con pintura.
Mi flujo de trabajo comienza por mirar muchas fotografías que me sirven de inspiración para empezar el dibujo. Voy componiendo de forma orgánica, añadiendo capas hasta que finalizo la obra.
Ahora mismo estoy trabajando junto con mi amigo Josh Keyes en una exposición que se inaugura a finales de Julio en la Antler Gallery en Portland. Sigo con mi serie de pinturas de paisajes urbanos habitados por animales, pero ahora es algo más surrealista que en trabajos previos. Mi trabajo está tomando una dirección más fantasiosa con animales que brillan y paisajes utópicos.
¿Lo más duro por lo que he pasado? La etapa de los 10 a los 16 años.
Estoy inspirado constantemente. Cada vez que empiezo una pintura tengo algo nuevo en mente que quiero probar, ya sea un tema, una composición, o simplemente un nuevo tipo de iluminación o gama tonal.
Admiro a las personas que ha cambiado el mundo de alguna forma, como Ghandi y el Dalai Lama, o científicos como Newton, Galileo que también están muy alto en mi lista.
Cada canción nueva que escucho se me queda grabada en la cabeza para siempre. En cuanto a comida, mi plato de comida favorito es la fruta fresca.
Mi talento oculto son las acrobacias.
Lo mejor para desconectar después de un día duro de trabajo es echarme una siesta junto a mi perro.
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