Ana Duje nació y creció en Villa de las Rosas, en la provincia de Córdoba, Argentina. Se mudó a la capital para estudiar arquitectura pero dejó la carrera a los seis meses y se cambió a estudiar la Licenciatura en Publicidad. Poco antes de graduarse empezó a trabajar como diseñadora gráfica en una de las agencias más grandes del país, Punto JPG. De entonces a hoy trabaja como freelance y en agencias de diseño, ilustración y dirección de arte tanto en Argentina como en Barcelona.
Ana lleva más de 9 años como diseñadora gráfica, pero se considera ilustradora, “tuve un par de proyectos en mis años de trabajo que me fueron acercando más a la ilustración y descubrí que es eso l oque me apasiona y hago mejor”. Ana nos explica que ilustrar no lo siente como “trabajar”. Se divierte y lo disfruta. El tiempo se le pasa sin darse cuenta delante del ordenador.
Ana nos quita la idea del trabajo formal y académico de “gran ordenador” + tableta + escritorio. Ella trabaja casi siempre desde el sofá, con el laptop entre las piernas “¡y ni siquiera uso el mouse!”, comenta entre carcajadas.
Su proceso casi siempre empieza cogiendo referencias. Elige su paleta de color y empieza a diseñar. Es muy raro, nos dice, que haga bocetos a mano. Todo es esencialmente experimental. Y va viendo lo que queda bien durante el proceso. Para Ana todo es un aprendizaje continuo. “El resultado final es totalmente diferente a lo que comenzó siendo. Hay algo único y admirable en la capacidad de no enamorarse de las ideas, sino de su evolución: para crear hay que saber descartar, olvidar, borrar todo y empezar de nuevo, si es necesario”.
Sobre sus proyectos actuales, Ana nos comenta con orgullo que ha llegado al punto al que siempre quiso llegar: “cuando un cliente te busca especialmente para hacer lo que mejor sabes hacer”.
Ana Duje también lleva su propia tienda online donde exhibe y vende pósters con sus diseños personales.
Ana se fija mucho en el trabajo de otros diseñadores. Forma parte de su continuo aprendizaje y del lenguaje tan evolutivo del medio. “El trabajo de otros dispara ideas en la cabeza del diseñador, quien las hace propias y genera algo único”. También le llama mucho la atención la dirección de arte en series y películas “e incluso salir a la calle. Estoy caminando y veo algo que de repente se me viene una idea a la mente”.
Entre las dificultades de su trabajo Ana nos explica lo complicado que puede ser llegar a un acuerdo entre lo que el cliente quiere y lo que crees mejor para él. Ella valora especialmente el punto de unión en un trabajo de crear algo “bonito” y comunicar un mensaje.
Entre sus talentos secretos Ana nos habla del fuerte vinculo que tiene con la música desde la infancia. En su familia muchos tocan algún instrumento y ella siempre ha cantado. “Creo que de alguna manera eso influye en la creatividad”. Y es más: con el Spotify siempre a tope mientras trabaja.
Para despejarse Ana es de los buenos placeres, ver cine, cocinar con su novio noruego Alex (el cual le ha influenciado a tener continuamente en la mente la canción Take on Me, de A-HA), copas de verdejo y “definitivamente un cigarrillo en el balcón”. Toda una soñadora. Y artista.
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