Alex Gamsu creció en el sureste de Londres, en un barrio llamado Penge. “Bastante suburbano y aburrido”, comenta, “mis amigos de la escuela hicieron trabajos manuales y no eran muy académicos”.
Es un ilustrador. Hace en sus propias palabras “imagenes grotescas con sentido del humor para ellas mismas”. Disfruta con su trabajo y nunca se imaginó cobrando por ello.
Para Alex la parte más dificil y desalentadora es pensar en la idea. Cuando tiene una idea aproximada la aboceta en el cuaderno. Luego está el proceso de dibujarla y colorearla digitalmente.

Entre sus retos personales y proyectos está planteándose trabajar a una escala mayor, crear imágenes grandes y sustituir el digital por pintado.
Entre sus obras más difíciles recuerda su primer encargo independiente, “me invocó el mayor sentido de pánico, com osi realmente no supiera que hacer”.
Se inspira continuamente, todos los días, en todas las cosas que se ven a menudo. “Pueden ser tareas realmente aburridas u objetos domésticos”.

Entre sus héroes se encuentra el maestro del cómic underground Robert Crumb y el boxeador panameño Roberto Durán. Actividad que practica para evadirse y desfogar, golpeando el saco de boxeo unas ocho rondas o salir a correr.
Le encanta Bob Dylan, funcionan cualquiera de sus canciones, “tiene tantas que son geniales para romper con una novia. Puedo relacionarme con su amargura mucho”.
Alex reconoce entre sus talentos que puede trabajar bastante rápido y sí puede pasar a nuevas ilustraciones continuamente.












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