“Dibujar es mi manera de conocerme a mí mismo” – Alberto Montt, ilustrador
Tus dibujos se caracterizan a menudo por su humor negro. ¿Forma parte de tu naturaleza?
Bueno, me río fácilmente, me gusta la comedia y a veces veo comedia en el drama. De hecho, la vida es una comedia, por lo que tiendo a ver la ironía de las cosas. Es como una especie de paracaídas para mí. La vida es muy compleja y la mayoría de la gente la deja pasar sin más. Yo intento parar y observar. Así que, a pesar de que suene un poco cliché, siempre intento “capturar” cada momento y entender la vida como un regalo.
¿Dibujar te ayuda a parar y aprovechar el momento?
Dibujar se ha convertido en un ejercicio para conocerme a mí mismo. Plasmar mis pensamientos en papel me ayuda a entender cómo vivo y cómo me trata la vida. Además, me veo absolutamente en cada uno de los personajes que dibujo y, además, veo partes de mí que me gustan y partes de mí que odio.
¿Te refieres a los dibujos en los que Dios y el demonio se retan el uno con el otro?
Hubo un momento en el que empecé a pensar sobre la dualidad, en cómo no existe ni el bien ni el mal: siempre hay un espacio gris entre los dos extremos, y a mí me gusta trabajar con ello. Y eso es lo que define la creatividad: ser capaz de ver las cosas desde un punto de vista diferente, esa capacidad de dar la vuelta a las cosas y encontrar otras maneras de ver y hacer las cosas. Cuando era un niño, fui muy influenciado por un artista argentino llamado Quino. Su manera de pensar moldeó mi forma de ver el mundo y, por supuesto, mi arte y manera de expresar las cosas y la idea de siempre ver el mundo desde otro punto de vista.

¿Dónde encuentras tu inspiración?
Me encanta mirar y escuchar a la gente, la forma en la que interactúan y se comportan, cómo se visten e imaginar qué es lo que están pensando. Es como si fueran botellas esperando a ser rellenadas por mi literatura. Hacen las cosas que imagino que hagan. Como seres humanos tenemos una enorme capacidad de atribuir historias a las personas, a las cosas.
Muchas de tus historias pueden encontrarse en tu estupendo blog Dosis Diarias…
Cuelgo nuevas ideas gráficas casi cada día que después uso para la catarsis. En este blog se pueden encontrar tanto las cosas que me molestan como las que adoro. Esto significa que me dejo llevar por mí mismo sin tener en cuenta a nadie más. Es mi lugar, mi parcela de arena en la que jugar.
¿Qué sientes durante el proceso de creación de arte?
Cuando creo me siento como un pequeño dios: al principio no hay nada ahí pero de repente surge algo. Tienes un animal, un monstruo o una planta donde antes no había nada. Me encanta este sentimiento, de hecho, me encanta desde que soy un crío. Llegó un momento en el que me di cuenta de que nadie te puede decir: “eh, esto está bien o está mal” porque es tuyo, tú lo creaste y está perfecto. Cualquiera que haya hecho alguna vez alguna cosa creativa puede identificarse con esta percepción: si tienes una intención sobre lo que estás dibujando o escribiendo, cualquiera que sea la creación, estará perfecta. Algunas de las cosas que dibujo son pequeños espacios congelados en el tiempo esperando a que alguien los descifre, a que alguien lea el código. Es como “vale, pongo esta pieza de arte aquí y está inmóvil hasta que la veas”. Entonces le das al botón del play y la devuelves a la vida, con lo que la ilustración empieza a vivir en ti y eso es genial.

Y comenzaste muy joven…
Todo el mundo empieza a dibujar cuando es muy joven, pero yo nunca dejé de hacerlo. Era como mi segundo lenguaje. A veces me resulta más fácil expresar una idea a través de mis dibujos que a través del lenguaje verbal. Cuando hago bocetos, me siento totalmente libre. Dejo volar mi imaginación, por ejemplo, cuando viajo y encuentro algo que me atrae, dejo que mi consciencia fluya como si se abriera una pequeña válvula y dejase escapar todo hacía afuera.
¿Cómo ha cambiado o mejorado tu proceso el hecho de trabajar con herramientas digitales?
Cuando me pasé al mundo digital fue como el paraíso, porque nunca creí que se pudiera acercar tanto a la experiencia analógica. En cierta medida es totalmente diferente, pero a la vez es impresionantemente similar. En ilustración, una herramienta puede ser cualquier cosa que te ayude a trasladar a papel o a cualquier otra superficie lo que tienes en mente.
En el momento justo en el que piensas en hacer una línea, se produce un “ruido” entre tu idea y el papel. Yo escojo mis herramientas de manera que haya el menor ruido posible entre mi cabeza y el papel. Eso es todo: intento reducir el ruido. Por esta razón, los instrumentos que elijo son las mejores herramientas que me puedo permitir disponibles en el mercado. De esta forma, la Intuos Pro es para mí esa herramienta perfecta, ya que me permite pasar una idea de mi cabeza a mi ordenador de la forma más natural posible. Cuando escoges tus utensilios para dibujar en papel, la gente puede discutir sobre las ventajas que hay en una herramienta o en otra. Aun así, cuando piensas en el dibujo digital, no hay mucho sobre lo que debatir; tienes una elección segura, que es Wacom.
¿Tienes algún plan para el futuro? ¿Qué te gustaría hacer después?
Una de las maravillas de ser capaz de crear algo nuevo es que, aunque tengas algo preparado en tu mente o algún espacio que te gustaría explorar, siempre te puedes sorprender. Supongo que estas sorpresas y los sitios que encuentras es lo que te ayuda a seguir adelante. Si siempre hubiera sabido hacia dónde iba, hubiera dejado el camino hace tiempo.
(Alberto Montt forma parte del programa “Create more” de Wacom, un programa global de herramientas de apoyo a fotógrafos e ilustradores. Para poder consultar tutoriales, herramientas y trucos creativos de Alberto Montt, entra en WACOM.COM).











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