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Hay momentos en toda historia que suponen un hito, un cambio, una revolución. Muchas veces estos acontecimientos son vividos sin saber de su trascendencia, sin una conciencia clara de lo que significan, o significarán, simplemente se viven, sin más. Sus protagonistas están al margen de lo que dicta la mayoría, siguen su camino, buscan algo distinto, no se conforman. Estos pocos, locos ante los otros , cambian el mundo, la percepción que tenemos de él y sobre las cosas que se pueden, o no, hacer. La historia del surf, como cultura con un desarrollo propio, ha presenciado alguno de esos momentos.
Una comunidad aislada y remota de San Diego, a finales de los 60, vio nacer un experimento de manos de unos chicos algo más inconformistas de la cuenta, outsiders dentro de un grupo de outsiders. Este experimento se llamó Fish, y se convirtió en uno de los diseños de tabla de surf más versátiles, maniobrables y rápidos creados hasta la fecha. De forma, que lo que empezó siendo un juego, un desafío a lo establecido, se ha convertido en un hecho fundamental para comprender la evolución del diseño de tablas y el comienzo del surf contemporáneo.
Esta historia y la de sus protagonistas, durante mucho tiempo, ha permanecido en silencio, conocida solo por un sector muy específico y purista dentro de la comunidad del surf. Gracias al magnífico trabajo realizado por Joseph Ryan, y su película documental “The Fish”, ahora podemos conocer bien los entresijos de esa interesante historia y a los personajes, mitos y leyendas, que giran entorno a ella.
Háblanos un poco de ti, Joseph, para ayudarnos a entender en qué contexto nace este proyecto. ¿De dónde vienes y cuál es tu relación con la cultura surf? ¿Cómo te iniciaste en la realización de películas de surf?
Crecí en Northern Territory, Australia. Un lugar precioso y único, totalmente diferente a cualquier otro rincón de mi país e, incluso diría, del mundo. Es un sitio donde puedes toparte también con todos una lista interminable de animales que pueden devorarte, morderte, picarte y atacarte: cocodrilos enormes, serpientes, arañas, medusas, tiburones, peces piedra etc. Varias veces he tenido que salir del agua huyendo de cocodrilos de cuatro metros, he sido picado por medusas muy venenosas otras tantas y he tenido un par de encontronazos con algún tiburón que otro.
Aprendí a surfear en la Isla de Bali, Indonesia, a los seis años. Bali, está muy cerca del Norte de Australia y es muy barato el llegar y alojarse. Como casi todo el mundo, me quedé enganchado con el surf y volvía año tras año, ya que donde vivía de niño la cosa era bastante más compleja. Como antes os comentaba, hay muchísima vida salvaje en el agua que limita tu atención a las olas. El surf no era bueno, de hecho, podías contar la gente que hacía surf con los dedos de una mano y, por supuesto, era el único niño por allí que surfeaba. Pero era más que suficiente y unido a los viajes que podía permitirme de vez en cuando, estaba más que satisfecho.
Me convertí en un deportista de bastante nivel y conseguí competir de manera profesional en un equipo de atletismo europeo durante los veranos. La otra mitad del año, volvía a surfear coincidiendo con el verano australiano. Y así fue durante casi diez años. La verdad, ponía todo mi empeño para no tener un trabajo normal, en plan de 9 a 5, con lo que llevaba una vida bastante buena. De alguna manera, también, encajé en el mundo universitario, aunque la historia no acabó del todo bien: me deshidraté en una sesión de entrenamiento y los médicos me dijeron que mi recuperación total iba a tomarme bastante tiempo. Tan pronto como me recomendaron descansar y después de un par de casualidades (momento adecuado, lugar adecuado) terminé rodando un film de surf en Indonesia.
¿Cómo surge la idea y en qué momento decides rodar una película centrada en un tipo de tabla tan específico?
Hasta la fecha, había hecho ya bastantes películas de surf, lo que se conoce como “surf porn”, con imágenes de una ola tras otra. Durante la grabación de una de ellas, uno de los surfers dijo que iba a usar su fish, así que decidí grabarlo, a pesar de que las olas no eran especialmente buenas. Durante los 45 minutos que estuvo metido con ella pilló unas treinta olas, cogió tubos, se marcó aéreos, floaters, cutbacks,… Fue increíble el número de olas que cogió y el partido que le sacó a cada una de ellas, incluso tratándose de unas condiciones no especialmente favorables.
Aquello me dio qué pensar, empecé a darle vueltas a la idea de filmar una película centrada en este tipo de tabla. Además, unos años atrás mi shaper, Ben McTavish, (hijo de Bob McTavish) me dio una y me dijo que la probase. Y así lo hice. Recuerdo que según bajé la primera ola, me escupió directamente, de hecho, el colega con el que estaba surfeando me dijo: “madre mía, tío, has volado como dos metros y medio”. Había cogido tanta velocidad que no sabía ni qué hacer. Estaba en plan “¿pero qué narices?, ¿por qué no había probado esto antes?, ¿por qué no lo conocía todo el mundo?” Fue todo un descubrimiento.
Cuando era pequeño lo que se llevaba eran las tablas muy finas, pinchos de nose afilado y rocker muy marcado. Donde crecí no tenía mucho donde mirar, por lo que lo que las revistas de surf y las grandes marcas eran mis únicas referencias. Si no surfeabas con las mismas tablas que llevaban los pros, entonces eras un paquete. Así que utilizar aquella Ben McTavish me abrió los ojos, amplió mi perspectiva hacia otras posibilidades fuera de lo que era considerado como normal.
Aproximadamente un año después de acabar aquella película, mantuve una conversación con Bob McTavish. Bob es uno de los más conocidos e innovadores shapers de la Australia de los 60, reconocido por ser el motor de la revolución de la tabla corta. Mientras hablaba con él, sobre otro proyecto de un film que tenía en mente, le conté mi idea de hacer algo centrado solo en el fish. A Bob le encantó la idea e incluso me propuso añadir un fragmento al final para profundizar en la historia de este diseño, ya que no todo el mundo la conocía. En ese mismo momento, el panorama de las películas de surf estaban cambiando, en parte debido a que las grandes marcas de surf estaban comenzando a lanzar películas gratuitas como herramienta de marketing, sin tener en cuenta lo mucho que esto dañaba a la existencia de directores independientes. La verdad es que, en ese momento, estaba más interesado en contar una historia que en hacer otra película de surf al uso. Justo cuando me dispuse a comenzar con la película me surgió la oportunidad de trabajar en una serie de televisión, para una gran cadena americana, sobre viajes alrededor de EEUU, Sudamérica y Asia. La verdad es que ese trabajo me brindó la oportunidad de aprender muchas cosas y, sin duda, “The Fish” se benefició de ello. Por ello tuve que aparcar la idea del film hasta acabar con el trabajo en la serie, esto me llevo dos años. Tan pronto como terminé, llamé a un amigo y le conté que iba a California a comenzar con el tema de la película y me dijo que podía quedar en su casa. Así que compré el billete y, en ese momento, comenzó un viaje cambió mi vida en muchos aspectos.
Cuando comenzaste ese viaje, ¿sabías que se trataba de una trozo tan importante dentro de la historia y evolución del surf o fue un descubrimiento, también, para ti?
Lo curioso de la historia es que, aparte de la gente involucrada, la gran mayoría no tenía ni idea del trasfondo del asunto. Solamente unos cuantos estaban al tanto y ni si quiera lo conocían por completo. Cuanto más me adentraba, más patente se hacía que esta no iba a ser la típica película de surf con un poco de historia sobre el fish, sino un documental en toda regla, donde se abordase desde el origen de su creación y diseño, hasta su influencia dentro de la evolución del surf.
¿Cuál fue el descubrimiento que más te sorprendió según profundizabas en esta historia y en los personajes que forman parte de ella?
El hecho de que, a pesar del legado tan importante que ha supuesto, no fuera algo conocido o compartido por la comunidad del surf en general.
El otro gran descubrimiento fue, a partir de entrevistar a Steve Lis, comprobar lo claro que lo tenía en su momento, cómo fue capaz de seguir su propio camino, sin temor a salirse de lo establecido, y cómo llegó a desarrollar ese diseño por sí mismo.
Con respecto al proceso de documentación, ¿cuál fue tu punto de partida y cómo llegaste a componer la historia final?
Tras una conversación inicial con Bob McTavish sobre Steve Lis, Bob me puso en contacto con Peter Townend. Quedé con él y me contó todo lo que sabía sobre el tema, después, él mismo, me presentó a Bird Huffman. Y así fue cómo, básicamente, funcionó la cosa. Una persona me contaba lo que sabía y me conducía a la siguiente. Bueno, la gente de San Diego (Cliff Crew) fue un poco más cauta, necesitaron conocerme un poco mejor antes de presentarme a la siguiente persona. Tardaron casi un año antes de ponerme en contacto con Steve Lis, pero bueno, hay que tener en cuenta lo mal que se habló de ellos en los medios hace unos años y, por tanto, era normal que se mostraran un tanto desconfiados. Surfear es lo que les mueve y, por tanto, no tienen ningún tipo de interés en el resto de asuntos que rodean al surf.
No soy el mejor pidiéndole nada a nadie, y así me ocurría con las entrevistas. De hecho, no solicité ninguna de manera directa, si no que era la persona con la que mantenía una conversación inicial la que me llevaba a la siguiente, pidiéndole la entrevista por mi. Si la respuesta era sí, genial, si no, también; para mí era un modo de permitirles tomar la decisión sin sentir presión alguna. De hecho, solo hubo una persona a la que me atreví a preguntar directamente fue a Steve Lis, ya que alguien me dio el número de Betsy Lis, la esposa de Steve, con la que contacté a través de otra tercera persona, que le preguntó sobre una posible entrevista. Steve, es un hombre muy callado que no tiene ningún tipo de interés en ser conocido. Pero cuando llamé a Betsy, fue Steve quien contestó al teléfono, materializando así el mayor de mis temores. Sinceramente pensé que iba a cagarla. Un tío cualquiera, del que no había oído hablar jamás, le llamaba para decirle que estaba haciendo una peli sobre algo que él mismo había creado. Si Steve llega a decir “no, gracias” no hubiera habido película. En lo que inspiré y espiré, profundamente, le dio tiempo a contestar: “Bueno, estoy bastante contento con la idea de pasear al atardecer y que nadie me reconozca…” Pensé que estaba todo perdido, pero entonces añadió: “Me marcho a Méjico mañana, pero estaré de vuelta en un par de semanas, así que llámame y nos ponemos con ello”.
Hacerse con brutos y entrevistas fue una parte bastante dura del trabajo. Por ejemplo, Jeff Ching, me hizo una llamada diciéndome de vernos al día siguiente para la entrevista, pero él estaba en Sacramento y yo en San Diego. Por supuesto, le dije que sin problema, que estaría allí al día siguiente por la tarde, sin ni siquiera saber si sería factible. Mi novia, de aquel entonces, alquiló un coche por 25$, teníamos un presupuesto muy ajustado, así que por la mañana conduje ocho horas hasta Sacramento hice la entrevista, durante aproximadamente una, y me volví del tirón, otras ocho horas de camino. Llegué a las 3:30 de la madrugada para que así mi novia pudiera devolverlo a la mañana siguiente.
Pero lo realmente difícil fue conseguir material y recursos audiovisuales de la época. A los locales de finales de los 60, que es cuando transcurre la historia, no les emocionaba especialmente la idea de compartir sus olas con nadie o que les grabasen, hasta el punto de llegar a decirles a los cámaras de Surfer Magazine, en alguna ocasión y con muy malas formas, que se fueran de allí. Con la inestimable ayuda de la gente de San Diego, especialmente de Cher Pendarvis, fui capaz de localizar dos películas caseras grabadas en 8mm y me dieron su permiso para usarlas. Hasta bien cerca del final de la edición no conseguí las imágenes que necesitaba, de hecho, pensaba que estaba bien jodido y que me iba a quedar colgado con una buena historia pero sin imágenes de la época que la documentasen.
Aunque el tema de conseguir imágenes antiguas fue un infierno, en realidad, la edición fue otra pesadilla, en parte, debido a no contar con ese material histórico. Esta carencia no me permitía empezar la historia, ni contarla como yo quería. Evidentemente, la cosa no hubiera funcionado con un hueco en blanco, pero era todo lo que tenía para el inicio de la película. Tenía pequeñas piezas aisladas, pero no sabía cómo demonios iba a unirlas con cierta coherencia. Al final me dije, ¡que le den!, tengo que intentar como sea hacerme con ello.
Un amigo tenía una fábrica abandonada en California, polvorienta, llena de cables colgando del techo y donde hacía un calor horrible, pero tenía electricidad y un colchón en el suelo donde podía dormir. Así que acampé ahí mismo y me esforcé por apartar de mi mente la idea de la edición. Me sentía como si estuviera dándome de cabezazos contra un muro pero, poco a poco, este fue derrumbándose y la línea argumental apareció por sí misma. Una vez sucedió esto, un colega de la BC Canadá, que vivía en las montañas, me invitó a pasar unos días en su casa, pescando y acabando la edición. Evidentemente, las montañas y el bosque eran lugares bastante más creativos e inspiradores, esto me permitió acabar de dar forma a lo que había empezado en la fábrica, integrarle algunos detalles creativos y, finalmente, pulirlo todo.
En la película aparece gente muy importante dentro del surf, shapers y surfers mundialmente conocidos, ¿fue complicado contactar con ellos y conseguir que se involucraran en el proyecto? ¿Contaste con algún tipo de ayuda para ello?
Como antes mencionaba, cada persona con la que me reunía me conducía a la siguiente para hacer las entrevistas, pero los que más me ayudaron fueron Bob McTavish y Cher Pendarvis. Bob, conoce a la mayoría de la gente del mundillo y Cher, conocía a todos los integrantes originarios de Cliff Crew, de San Diego.
Todas las entrevistas fueron hechas en persona por mi, no pude contar con nadie que me echara un cable con eso, el presupuesto no era suficiente y, tampoco, sabía de nadie que se dedicara a hacer películas o que supiera algo sobre grabación. Así que me tocó hacer todo lo necesario para terminar la película, así de simple. Aparte de trabajar toda la parte de documentación histórica, me encargue también del rodaje, de las entrevistas, de las tomas acuáticas, de la edición y la postproducción. En fin, de hacerlo todo. Seguramente, el resultado final podría haber sido bastante mejor con algo de ayuda, pero al no haber nadie me tocó poner toda la carne en el asador.
¿Hay alguien a quién eches de menos, alguien que te hubiera gustado tener en la película pero que, por alguna razón, no pudiste entrevistar?
La única aparición que echo de menos y que hubiera sido muy interesante habría sido la de Jimmy Blears, pero, desafortunadamente, falleció un par de meses antes de comenzar con el proyecto. También echo en falta a Tom Curren, me hubiera gustado poder preguntarle qué le llevó a coger ese fish, de Skip Frye, en Jefferys Bay. De hecho, Tom me dijo que sí a la entrevista, pero no conseguimos vernos finalmente, ni en California ni en Australia.
¿Crees que tu película es un documento necesario para entender la historia del surf y su evolución? De alguna forma pone de relieve la importancia de este diseño y reconoce su influencia en el surf contemporáneo.
No creo que sea yo el más indicado para mi determinar si mi película es un documento importante dentro de la historia del surf, pienso que es una valoración que, en cualquier caso, deberían plantear otros. Lo que sí que creo que es importante, es documentar las historia de las personas que han supuesto un hito dentro de la cultura del surf y hacerlo empleando diferentes formatos y soportes. De esta forma, poco a poco, podremos ir reconstruyendo la historia de esta cultura, a través de nuevos testimonios y otros puntos de vista.
He visto diseños de tablas y presenciado experimentos, con distintos materiales, en cobertizos que no os podéis ni imaginar. ¿Qué pasaría si todas esas lecciones, todo ese conocimiento, estuvieran al alcance de los shapers de hoy en día? ¿De qué clase de diseños increíbles podríamos estar hablando ahora mismo? Una de las reglas sobre el diseño de tablas es que no hay reglas, no hay un camino correcto ni uno incorrecto de hacer las cosas, al igual que ocurre con el surf, eres libre de hacer lo que quieras en cada momento.
Si los espectadores tuvieran que quedarse solo con un mensaje de la película, me gustaría que fuese la idea de que hay que mantenerse siempre con la mente abierta, tal y como plantea Steve Lis. No sigas a los demás por el simple hecho de encajar: explora, experimenta, descubre y diviértete haciéndolo.
¿Qué tal ha ido la promoción de la película y cómo ha sido la acogida por parte del público?.
He dejado el mayor peso de la parte de promoción en manos de SomethingKreative. Ellos se encargan de toda la promoción, distribución, ventas y marketing. Si hubiera intentado hacerlo yo, lo único que hubiera conseguido sería dar palos de ciego.
Pero para daros una respuesta completa a esta pregunta, tendríais que haber estado en el estreno. Al final, quienes me dieron fuerzas para continuar y quienes se preocupaban por asegurarse de que no abandonaba fueron Steve Lis y la gente de Cliffs Crew. Era su historia y necesitaba ser contada. Quizá otro podría haberlo hecho mejor que yo, honestamente hice todo lo que estaba en mi mano para que saliese la mejor película posible, con los recursos de los que disponía. El estreno fue en Bird Surf Shed, la tienda de uno de los miembros de la gente de San Diego, que se encuentra ubicada en una de las zonas donde la historia tiene lugar. Además, ese mismo día era el último antes de que Steve Lis volara de vuelta a Hawaii, de hecho, ni si quiera sabía si iba a poder venir. Su mujer, Betsy, me dijo que le engañaría si era necesario para hacerle ir. El sitio estaba a reventar, todo vendido. Yo incluso me quedé fuera con un montón de gente que veía la película desde el aparcamiento. Había un buen rollo increíble, incluso se reunió gente que llevaban años sin verse. Todo un encuentro en honor a estos modestos visionarios.
Steve Lis vino y tras la proyección, Bird Huffman y yo respondimos a las preguntas de los presentes. Ambos nos sorprendimos bastante cuando Steve se unió a nosotros. Bird casi se cae de culo, teniendo en cuenta lo tímido, humilde y apartado del mundillo que ha procurado mantenerse Steve. Me hizo varios comentarios y me dio las gracias , después volvió a mezclarse entre el público. El silencio era sobrecogedor, Steve es como el mito de un gran guerrero. Los locales habían escuchado miles de historias sobre él, pero en ese momento, lo tenían enfrente. Fue una experiencia increíble.
La primera pregunta de la ronda fue, “siendo de Australia, ¿cómo lo has hecho tan bien?” y justo después cada miembro de Cliff Crew, gente como Skip Frye, se acercó a comentarme que les había encantado, era algo que podía verse en sus ojos. Me agradecieron el haber hecho la película. Para mí, eso fue más que suficiente. Épico.
Tras “The Fish”, ¿qué tienes en mente? Cuéntanos sobre tus siguientes proyectos, por favor….
He comenzado otro proyecto, curiosamente no muy alejado del tema de The Fish. Es sobre cómo un simple diseño puede cambiar la historia de un deporte, sus entresijos y sobre la gente involucrada en el proceso. También tengo en mente otra película de surf.
FISH THE SURFBOARD DOCUMENTARY
ENGLISH:
THE FISH.
A STORY THAT NEEDED TO BE TOLD.
Some moments throughout history are a milestone, a change, a revolution. Sometimes many of these events are lived without knowing its significance, without a clear conscience of what they mean, or what they will mean, we just live them, no more, no less. Its protagonists are out of most of the rules, go their own way, looking for something different.These few, crazy to the others, are those who change the world , our perception of it and the things that may or not be.The history of surfing, as a culture with its own evolution, has attended to one of those moments.An isolated community in San Diego in the late 60’s saw the birth of an experiment in the hands of some nonconformist boys, a group of outsiders in a group of outsiders.This experiment was called “Fish” and became one of the most versatile, maneuverable and fast surfboard designs ever created.This design not only changed the way of board designing but the way of surfing, making possible new maneuvers and paving the path for the next step in the evolution of surfing. This story and the story of its protagonists has remained in silence for a long time, being just known for a very specific and purist sector within the surfing community.Thanks to magnificent work done by Joseph Ryan, and his documentary film “The Fish” now we can know the ins and outs of this interesting story and the characters , myths and legends that revolve around it.
Joseph, Could you talk us a little about you, where do you come from, how your life turn arund the surf culture and about your career making surf Films?
I grew up in the Northern Territory, Australia. Unique and beautiful, totally different to any other part of the country or even the world. It’s also a place you find all of the animals that want to eat, bite, sting – attack you…large crocodiles, snakes, spiders, box jelly fish, sharks, Stone fish etc…. I have been chased out of the water a handful of times by large 4.5m crocodiles, stung several times by box jelly fish and have had a couple encounters with some rather large sharks.
I first learned to surf on the Island of Bali, Indonesia at the age of six. Bali actually really close to the North of Australia and very cheap to get to and stay. Like most people, I was hooked on surfing and would keep going back year after year, but where I was living as a kid back at home was a little trickier. As I mentioned before there was a lot of wild life in the water that afforded your attention. The surf was not great, there were only a hand full of surfers, and I was definitely the only kid surfing – but it was enough and with a lot of trips away I couldn’t ask for more.
I became quite good at sport and ended up a professional athlete racing in Europe in their summer on a professional team, the other half of the year I heading back to Australia and surfed our Aussie summers for nearly a decade. Really I was avoiding having to have a real job (9 to 5) so life was pretty good from where I stood. I did somehow fit University in there somewhere as well. I ended up in a bad way after becoming dehydrated during a training session and was told by doctors I needed some serious time off to recover. Soon after being told to take time off, through a couple of random events (right place at the right time) I ended up in Indonesia filming a surf movie.
In which moment do you decide to make a film focused on a very specific surfboard and why? What was your motivation to do it?
I had made a few other surf films (what is referred to as surf porn now days, just wave after wave) and during the filming for one of these surf movies one of the surfers said he was just going to take his fish out for 45mins, so I decided to film it even though the waves were not that good. In that 45mins he caught 32 waves, 4 barrels, 8 airs, lots of hacks, floater, cuties, turns and so on, it was amazing how many waves and what he could do on those average waves on that board. It got me thinking how cool it would be to film just on the Fish. A few years earlier, I got a Fish off my shaper Ben McTavish (son of Bob McTavish,) who gave me a board and said try this – so I did. The first wave I got I just raced down the line then kicked out, my friend who I was surfing with said “holy shit man you were like 10 feet in the air”. I had so much speed I didn’t know what to do with it. I was like what the? Why don’t I know about this? why doesn’t everybody know about this? Imagine getting your first barrel but you didn’t know what a barrel was before it, that is what it was like. I was a grom when the thin, narrow, rocketed out, thruster short board was king, there was no one to look up to where I grew up, so what was said in the surf magazine and what the big surf brands promoted was how it was. You were a kook if you weren’t riding what the Pro’s were riding. So getting that board from Ben McTavish opened my eyes and broadened my perspective to the other possibilities out there than just surfing the norm.
About a year after finishing the surf flick I was talking with Bob McTavish. Bob is one of Australia’s most known and innovative shapers of the 60’s, recognised as being the driving force behind the shortboard revolution. While talking to Bob, the subject of another film came up, and I told him about the idea of focusing on the Fish Surfboard. He agreed it would be a great idea and that I should try and do something short at the end about the history of the board as not a lot of people know about it. At this same time, the landscape of surf films was also changing, where large surf brands were starting to release films for free as it was a good marketing tool for them, which was hurting the existence of the independent surf films. More so looking back, I think I was mostly interested in doing more story telling rather than just another surf flick. And looking into the history and the progression as a new outlook for these type of films. Soon after I started putting the wheels in motion for the film, I got an opportunity to do a TV series for a large American TV channel traveling around the USA, South America and Asia. It was a great opportunity, I knew I would learn so much and that would make the Fish film that much better, so I put the film on hold until after the TV series wrapped.
It was two years later when I finished the TV series, as soon as I was done I rang a friend up, told him I was coming to California to start this film, and he said “you can stay with me” so I booked a flight to California and that begun a journey that would impact my life in a lot of ways.
Did you know the fisch was so relevant in the history and evolution of surfing or you discovered it during the documentation process?
The thing about this story is that, besides the people involved, most people had no idea of the background – and only a few select people knew a little bit, but didn’t really have the whole picture. The more I dove into the story it quickly became apparent that this was not going to be a surf flick and a bit about the history of the Fish design, but a documentary fully encompassing where the design and creation came from and the influence it has left on surfing.
What was most amazing discovery when you started to work on it and with its people?
The most amazing discovery was that this story wasn’t known, how could something that had a huge influence on a culture not be common knowledge? Especially to and within the surfing community and culture itself!
The other really great uncovering was through the interview with Steve Lis, how forward thinking he was at that time, how fearless he was to go down his own path and not follow the norm and how he came up with the design itself.
We are interested in knowing what about your documentation process. From the beginning to the very end, please.
After that initial conversation with Bob McTavish, and what he knew of Steve Lis, Bob got me in contact with Peter Townend (the 1976 World Surfing Champion). I met up with Peter Townend who passed on all he knew, and then Peter introduced me to Bird Huffman and that’s how it went. One person would tell me what they knew and lead me to the next. But with the San Diego Cliffs Crew they were a bit cautious, they had to get to know me a bit before introducing me to the next person. It took nearly a year before I got introduced to Steve Lis, you have to remember the Cliff Crew had been misrepresented by the media previously and they didn’t really want to be in the limelight or care about that sort of thing. They found their nirvana “surfing” and they didn’t have any desire for all the peripheral things that sometimes come along with surfing.
I am not the best at asking people for things, like doing an interview (yes, bizarre seeing I make films) in fact I didn’t ask anyone for an interview directly, the person who had led me to them would say I should interview this person and they’d find out first if the person would be open to doing an interview, if they were that was great, if not that was cool too, but it allowed them to make the decision with out feeling pressured. There was actually one person I ended up asking directly and that was Steve Lis, I had been given Betsy Lis’s phone number (Steve Lis’s wife) who someone contacted for me to get info to possibly do an interview with Steve. Steve is a very quiet guy who has no interest at all about being known or famous. But when I rang Betsy’s number Steve answered the phone, basically my worst fear, I thought for sure I would screw this up, some random guy who he had never heard of rings him up telling him they were making a film about something he created. You see if Steve said “no thank you.” there was no film. I took a deep breath and just blurted it out, his answer was “well I am quite happy to just walk off into the sunset and never be known……” I thought I was screwed, but then he added “I am off to Mexico tomorrow but I’ll be back in a couple of weeks, give me a call then and we can do it then”.
Getting the footage and interviews was hard sometimes, for example I got a call one day that Jeff Ching could do an interview the next day, he was in Sacramento I was in San Diego. So of course I said yes I’ll be there the next afternoon, not even knowing if it was feasible! My girlfriend at the time hired a car for $25 (if I hired the car it would have been $100 because of insurance and I was doing this film with no budget) so I collected the very small car in the morning and drove 8 hours to Sacramento, I did the interview for about an hour, got back in the car and drove 8 hours back arriving at 3:30am so my girlfriend could drop the car off in the morning.
But the really hard thing was getting historical footage. The locals where this story took place in the late 60’s weren’t to keen to share their waves with everyone, they even told surfer magazine to f*#k off with there camera’s. After a lot of help from the Cliff Crew, especially Cher Pendarvis, I was able to locate two home movies from the locals that were shot on 8mm film and they kindly let me use some of the footage in the film. I only got the historical footage toward the end of the editing, for a long time during the edit I though I was screwed, I thought I would have a story with no footage.
Although I said getting the historical footage was the really hard bit, the editing it self we could call the nightmare which in part was because I had no historical footage. I couldn’t work out a way to start or tell the first section of the story. It wouldn’t have really worked with a blank screen but that is all I had for the start of the film. I knew bits and pieces in my head, the theme that ran through the film, but how on earth I was going to put it all together was beyond me. Finally I said “screw it” I have to make an attempt to get this done. A friend of mine had an abandoned factory in California that had been guttered, with wires hanging from the ceiling, it was dusty and hot but it had power and there was a mattress on the floor where I could sleep. So I camped out there and hacked away at the edit, it did feel like I was banging my head against a brick wall, but slowly a crack started to appear and the story line started to reveal its self. Once that happened, a friend of mine in BC Canada who lived in the mountains said to come up to his place, hang out and finish the editing. It was a much more creative space looking out into the forest and mountain tops, it gave me the opportunity to work out the bones of the story line in the abandoned factory in California, and being in Canada helped me integrate the creative bits onto the film and polish it up.
Was it difficult to get in contact with all the cast of the film? Very relevant people in the surf culture can be spotted: worldwide known shapers, surfers …. Where the interviews face to face or you where helped to catch them all ? Is there anybody you miss?
As mentioned, one person lead me to the next in getting the interviews, with the main help coming from Bob McTavish and Cher Pendarvis. Bob knows most of the well known people in the surfing world, and Cher knew all the people who were part of the early story with the Cliffs Crew.
I interviewed everyone in person as I couldn’t offer anyone anything to help me (there was no budget) and well… I just didn’t know anyone who made films or knew anyone who knew anything about film making. So if something needed to be done it had to be done by me, it was that simple. So beside the historical footage I did all the filming, interviews, surf footage etc… all the editing, motion graphics story boarding, putting the whole thing together, yes it may have been a better movie with help but there was none so I did the best I could with what I had.
The only people that I miss that it might have been good to interview was Jimmy Blears the 1972 World Surfing Champion but he sadly passed away within a couple of months of me starting the project and the other was Tom Curren, to find out why he got on that Skip Frye fish at Jefferys Bay. Tom had said yes to an interview but we kept missing each other in California and Australia.
Do you consider that your film is an important document to recognize the big value of this model board design for this culture? In spite a lot of people ignore it we could say it was a kind of revolution. It´s very important to know where do we come from so we will understand where we would go…
I can’t say if this film is important in documenting parts of our surfing history, others can make those assumptions and judgments. I do think it is important to tell these stories of the people who created parts of the surfing culture and do it in every different format, print, film, gatherings, over and over again each time adding a little more detail to the fabric of our culture history.
I saw board designs and experimenting with materials in the back of sheds that were from the late 60’s and 70’s, all solo ideas by single shapers that would blow your mind. Imagine if the knowledge of those lessons learnt were known by todays shapers? What cool and interesting design could we be riding now? One of the things about board design is that there are no rules, no right or wrong way to do things, like surfing itself you are free to do what ever you feel like at that moment.
If people take just one thing form the film I hope it would be the idea to keep an open mind like Steve Lis: Don’t follow others simply to fit in, whether it be in surfing, by the board you chose to ride each day or in life in general. Explore, experiment, discover and go have a lot of fun doing it.
What abour the promotion of the film and the feedback you got from the spectators? We guess that´s one of the most important areas to evaluate the results…to see how everybody enjoy your work done…
I have left the major promotion of the film to SomethingKreative. They do all of the promotion, distribution, sales and marketing. If I was doing it would be a like a blind man herding cats.
But to answer your question you needed to be at the Premier. In the end what kept me going, what made sure I didn’t give up on it and got me to the finish the film was Steve Lis and the Cliffs Crew, it is their story and it needed to be told. Hey, someone may have been able to do a better job but I did everything I could to do deliver the best film I could with the resources I had. The premier was at Bird Surf Shed (one of the Cliff Crew) in the area the story took place, it was on that date as it was the last day before Steve Lis flew back to Hawaii, I didn’t even know if Steve would come but his wife Betsy said she would trick him into coming if she had to. The place was packed – it sold out. In fact, I stood out side with a heap of people looking though the open doors watching the film from the carpark. The vibe there was unbelievable it brought people together who hadn’t seen each other in a long time and that group had not been all together for even longer. A reunion of sorts, and all in honour of these humble visionaries.
Steve Lis did come, and after the film Bird Huffman and I got up front to answer questions, but to both Bird and my surprise Steve Lis came up to the front. Bird nearly fell over with shock. Steve is such a quiet and humble man who has always steered away from the limelight. He said a few things to me and thanked me, and then he turned to the crowd and spoke. You could have heard a pin drop, he is like a myth of a great warrior, the locals have read stories but now he was in front of them speaking, it was pretty cool.
The first question from the Q&A after the screening was “being from Australia how did you get it so right?” and after the Q&A session every one of the cliff crew, people like Skip Frye came up and said it was amazing, that it was accurate in their eyes and thanked me for making the film. That was enough for me, that the people involved, and Steve especially, loved the film. Anything above that is epic, icing on the cake.
After this movie, what do you have in mind? Any other new project?
I have started another project, funny enough not to far off from the Fish story, it’s about how a design came about that would change a sport, what happened behind the scene, and the people involved and affected throughout the process. Also I have an idea for another film to do with surfing.
www.fishsurfboardfilm.com