“Después de 14 ediciones ininterrumpidas el festival no se va a celebrar en 2017. La decisión ha sido fácil. Necesitamos respirar y surfear en formato free”. Con este lacónico comunicado el surfilmlfestibal ponía punto final a una andadura de proyecciones y exposiciones que ha puesto a nuestro alcance las mejores producciones y creadores del panorama artístico/surfero internacional. Una decisión que, en plena fiebre de festivales de cine de surf, puede resultar intrascendente, al creer que el relevo está garantizado, pero es que el Surfilmfestibal no era (cuesta emplear el tiempo pasado a la hora de referirse a él) un festival, era ‘El festival’ de cine de surf por antonomasia. El que inicio el trayecto en el desierto, en el lejano 2003, en el que hablar de surf y cultura en este país era casi ciencia ficción y en el que buscar surfers dispuestos a llenar una sala de cine para ver una película en inglés o una sala para ver una exposición de fotografías antiguas sonaba a quimera; y el que casi quince años después, deja un público fiel y un campo más propicio para los que vengan detrás con sus propuestas culturales. Sancho Rodríguez, director del festival, comparte con nosotros opiniones, experiencias y reflexiones de todos estos años. Y nos deja un puñado de títulos que los amantes del buen cine y las olas no pueden pasar sin ver.
Presentaciones. Foto: Roke
En el comunicado oficial figuraba que la decisión de no hacer la décimo quinta edición del Surfilmfestibal había sido fácil. Supongo que aunque fácil habrá sido meditada. ¿Qué motivos son los que impulsan a decir hasta aquí?
Sacar el festival cada año con el nivel de ambición que nos hemos marcado desde el principio, queriendo ir mejorando, haciéndolo mejor es muy complicado. Hacer cultura con ambición es difícil, hacer cultura en algo tan de nicho como el surf lo es más. El festival lo hemos hecho siempre porque lo hemos disfrutado, porque nos podíamos permitir dedicarle tiempo a pesar de no tener una rentabilidad económica. Hoy el festival sigue sin ser rentable, le dedicamos tiempo a nuevos proyectos apasionantes, y siendo honesto, cada vez me cuesta más encontrar cosas que realmente me inspiren en el mundo del surf.
¿Con qué te quedas de estos 14 años?
Amistades y romper barreras. Un festival es un punto de encuentro, de gente, de creadores y público. Surfilmfestibal lo hicimos porque no existía un festival que reivindicara a los artistas y los pusiera en primera fila. Y también para reivindicar un surf auténtico, lo menos comercial, fake y edulcorado posible. Lo que espero es que esta idea haya llegado a por lo menos parte de nuestro público, y hayamos generado un gusto por un estilo alejado del gran mainstream de la industria…
Expo big waves. Foto: Roke
Algo que te haya quedado por hacer… Traer a algún fotógrafo, algún surfer, cineasta, artista, músico…
Hubiera sido increíble hacer algo con la colección de Richard Kenvin, Hidrodinamica. Y muchas cosas más… Nunca hemos tenido suficiente apoyo económico para producir grandes ‘expos’ o traer grandes nombres. También hay que decir que siempre te llevas grandes decepciones con las expos de arte, nunca movilizas a toda la gente que te gustaría, y prácticamente nadie compra ni una foto de 80 euros.
Desde fuera sorprende que el festival pionero de temática surf se deje de hacer en plena fiebre festivalera en el que hasta ciudades sin mar como Madrid tiene uno. ¿Esta abundancia de festivales puede ser un serio hándicap para la supervivencia y la buena salud de cada uno de ellos?
Por supuesto que ningún festival es sostenible económicamente. Y esto es bueno, porque sólo los que se hacen por las razones correctas, pasión, disfrute y no negocio seguirán a un corto o medio plazo. Es genial juntar a tu comunidad para disfrutar de algo bueno juntos… Hay también una tendencia a llamar festival a otro tipo de evento que no reúne las condiciones para ser llamado festival. Y esto es un problema y gran distorsión para productoras y realizadores.
En todos estos años como seleccionador de contenidos y responsable de confeccionar los carteles… ¿Qué joya o joyas cinematográficas recomendarías a cualquier surfer?
El título seminal del surf de aventuras, The endless summer, que a pesar de sus tintes imperialistas, comentarios raciales desafortunados, es un título indispensable… Crystal Voyager es deslumbrante… George Greenough es un personaje fascinante por su inventiva… Litmus por supuesto, Andrew Kidman es una figura excepcional de nuestra cultura… Surfwise de Doug Pray, Pacific Vibrations de John Severson, Runman, el primer Patrick Trefz con The thread e Idiosyncrasies… 180 South de Chris Malloy, el hijo del Pescador… Y como no Michael Oblowitz y su historia de Gland… ¡Está muy arriba! Muchos que no me acuerdo.
Has mencionado The endless summer, parece que los realizadores de películas de surf abusan un poco de la estructura de un grupo de surfistas en varios spots del planeta. ¿Se hacen cosas realmente innovadoras en el género documental?
Uuummm no. Existen como unos 5 estilos de fotografía diferentes, 5 líneas temáticas universales y esquemas muy recurrentes. Eso sí, hay gente como Jack Coleman y otros chavales con estilo propio y actitud. Me apetece mucho ver Nervous Laughter del crew de Maui, Alber Layer y compañía. Son pioneros del himalayismo surfero, empezaron como teenagers, y tienen una súper actitud.
Morning of the Earth x Odei, 2013. Foto: Pacotwo
En los noventa parecía que una película de surf era encadenar unas cuentas olas potentes y maniobras radicales con música de Pennywise, Offspring, NOFX de fondo. Por suerte, los festivales han demostrado que se puede hacer con el surf cosas más artísticas…
¡Y los 90 fueron la hostia! No sabes cómo disfrutaba de teen con Shane Dorian, Slater, Machado, Pennywise, Nofx… ¡Eran vídeos perfectos para engorilarte antes de entrar al agua! Pero entonces es cuando llegó Litmus… Y lo cambió todo para nosotros… Core, independiente… Auténtico, lejos de las grandes mecas…
Si hablamos del género mayor, de películas de ficción, en tu opinión, ¿por qué crees que Hollywood se interna tan poco en el mundillo del surf y que cuando lo hace el resultado es tan poco satisfactorio para los surfistas en particular y para el gran público en general? ¿Moriremos sin conocer otra película de surf mítica como El Gran miércoles?
Es que igual ésta no es la lectura. Sí que Gidget y todos los títulos de Surfplotation entre los que podemos meter cine evangélico como Soul Surfer, Chasing Mavericks son películas malas, mala ficción, mala narrativa, mala representación de nuestra cultura. Pero sí considero que Apocalipse Now o El gran miércoles son cine en mayúsculas con el surf parte de la trama y siendo una metáfora de la sociedad de ese momento, y Point Break es un peliculón de acción… Que sí que no te crees ni pa dios a Keanu Reeves surfeando, pero la lectura de nuestra cultura en el film es muy grande… El problema es que a los surfers nos falta humor y nos tomamos demasiado en serio. Bueno, ¿y qué me decís de North Shore? ¡Es gigante!
Kelly Slater fake. Foto: Roke
¿Las grandes marcas hacen presión a los festivales para que proyecten sus producciones con sus figuras mundiales? ¿Resulta difícil mantenerse independiente y poner en cartel producciones que cumplen unos standares de calidad y unos criterios artísticos alejados muchas veces de lo que es comercial?
A nosotros no nos ha dicho nunca nadie lo que teníamos que programar. Para mantener esta gran independencia decidimos no llamar a la puerta de las grandes marcas de surf para pedirles patrocinio. Por otro lado, siempre les ha interesado estar en el festi cuando tenían buenos títulos.
El cine en general parece que siempre está en una perpetua crisis, primero el top manta, luego fueron las descargas ilegales, la baja asistencia de público a las salas. Si esto pasa a una industria con músculo financiero, ¿qué futuro le puede esperar a la industria del cine de surf? ¿Puede tener sentido hacer películas para cine cuando en youtube o en vimeo puedes ver de forma casi simultánea y en alta resolución el último baño en Teahupoo?
El género es curioso. Directores jóvenes hacen 2 o 3 títulos con muy pocos recursos, ideas y pasión, y finalmente con suerte empiezan una carrera de cine comercial, publicidad, y desaparecen. Hablo de medio metrajes, 20 minutos o más. Luego existen títulos más ambiciosos que nacen con la voluntad de llegar a un público más amplio, y algunos ganan y otros pierden. Lo que creo que es inaceptable es la cultura de la gratuidad en España. Conozco a muy poca gente dispuesta a pagar los 4 dólares que cuesta ver una peli en Vimeo, o pagar por una revista de calidad. Es inadmisible. Y luego está la industria que paga una miseria a filmers y fotógrafos. Todos tenemos parte de culpa.
Teatro Principal. Foto: Roke
¿Cómo ves el estado del cine de surf en España? ¿Está a años luz del que se hace en Estados Unidos? ¿Crees que existe una seña de identidad propia que diferencia a lo que se hace de aquí, o los realizadores se limitan a copiar formatos o ideas de fuera y únicamente ponen las olas y las caras de aquí?
Lo veo flojo en normas generales. Me da la impresión de que no hay mucha cantera, y creo que todavía hay mucho que contar… Kepa Acero desde aquí ha revolucionado la manera de contar surf, y lo ha hecho porque ha sabido contar cosas pequeñas que todos vivimos. Fue un lujo que un personaje como Pedro Temboury hiciera un documental que contaba los inicios del surf en España, y que gracias a gente como Jon Aizpuru, Rayco Cano & Co. vamos a tener inmortalizados un momento clave en la evolución del surf de olas grandes en nuestro país…. A parte de estas excepciones, no conozco el trabajo de nadie que realmente me haya enseñado nuestras olas y nuestro paisaje desde un prisma, textura autóctona.
¿No te sentirás raro cuando llegue este año el mes de junio y no estés con todos los preparativos del festival?
Estaremos inmersos en la producción de ARTRIDE y Village de Wheels and Waves. Programamos Crystal Voyager y otras cosas. ¡Seguimos en la brecha!
La longevidad del festival le ha permitido vivir en primera fila la revolución de la era digital sobre formatos analógicos. Esto ha democratizado los equipos de posproducción y realización que antes eran mucho más caros y no estaban al alcance de todos. ¿Todo esto en qué se ha traducido en la parte creativa? Ha habido un boom de películas de surf, creadores… ¿Se ha multiplicado en películas que os enviaban?
Sí claro. La verdad es que antes sabías todo lo que iba a salir. Ahora es inabarcable…
Foto: Roke
Seguís en la brecha cultural con el Savage Cinema. Éste es mucho más ecléctico que el Surfilmfestibal, pues abarca cintas de deportes de riesgo, de grandes desafíos personales, de superación y que a menudo conllevan poner en riesgo la vida… ¿El surfing tendrá una fuerte presencia en el ‘Savage’?
Sí.. Tenemos por lo menos 1 título de surf muy muy potente… Y seguimos recibiendo submissions…
Por último, lo del Surfilmfestibal… ¿Es un adiós o un hasta luego?
No sabemos. Surfilmfestibal como marca sí que va a seguir contando historias. Lo que no sabemos si como festival o sólo en 1 ciudad.
Ya sea un adiós definitivo o un hasta luego, (“On hold”, como le gusta decir a Sancho, empleando el término surfero que se utiliza, en los campeonatos, cuando se interrumpen a la espera de que las condiciones sean más propicias), para la posteridad quedará el legado de estos quince años de proyecciones y exposiciones. La contribución innegable e impagable para que surfing y cultura no sigan siendo dos polos opuestos que como el aceite y el agua estén condenados a no mezclarse.