A lo largo de los siglos, la gente en todos los rincones del planeta ha sentido la necesidad de capturar la magia de los momentos más importantes de su existencia y preservarlos. Desde las pinturas rupestres, hasta el fenómeno de Instagram, el objetivo siempre ha sido el mismo: mostrar donde estamos, quiénes somos y qué hacemos. En una época en la que todas las imágenes tienen fecha de caducidad, están retocadas con filtros con nombres imposibles de memorizar y pasan por las pantallas de nuestros dispositivos móviles a la velocidad de la luz, no hay nada más revolucionario que volver a los orígenes. Esto es, precisamente, lo que ofrecen la fotografía instantánea y las cada vez más apreciadas Polaroid. La representación de un instante en un formato físico que podemos tocar si tenemos un poco de paciencia. Puede que el resultado no sea perfecto, pero se convierte en el reflejo inequívoco de lo que hemos vivido. Un momento congelado en toda su esencia para la posteridad. El compañero de viaje perfecto en una época llena de contradicciones. Uno de los afortunados que puede presumir de haber logrado esta gesta es Pat Graham, un fotógrafo que vivió el auge de la escena punk de Washington DC a principios en la década de los 90, que se mudó a Londres con su esposa y se adentró de lleno en el arte de las Polaroids. Gracias a esta voluntad de ir un paso más allá de lo establecido, se animó a organizar la exposición “Sueños Instantáneos” y demostró que diversos artistas (JASON LEE, ED TEMPLETON, JUSTIN BORUCKI, THOMAS CAMPBELL, CRAIG STECYK III, DANNY CLINCH, DEANNA TEMPLETON, ATIBA JEFFERSON, CYNTHIA CONNOLLY, etc.) alrededor del mundo también habían optado por regresar a lo más esencial a la hora de retratar su entorno. Aprovechando el éxito de esta exposición en Málaga, hemos compartido recuerdos y sueños futuros con este creador de recuerdos que viaja a contracorriente.
pat graham
La primera pregunta de la entrevista es obligatoria: ¿Recuerdas cuándo te aficionaste a la fotografía instantánea y empezaste a utilizar con regularidad las cámaras Polaroid?
A mediados de la década de los 90, justo después de mudarme a Washington DC, empecé a trabajar en una tienda de fotografía. El hecho de ser fotógrafo y pasar tantas horas allí encerrado fue, al mismo tiempo, algo bueno y algo malo. La parte negativa era que me pasaba la jornada entera obsesionado con las cámaras. Recuerdo que un día llegó una SX70 completamente nueva y la pusimos en el escaparate. Me obsesioné por su forma y por cómo funcionaba. La parte bonita era que podía conseguir negativo a un mejor precio y también me animé a experimentar con la Polaroid. Por aquellas fechas, muchos de mis amigos y conocidos empezaron a comprar este tipo de cámaras en tiendas de segunda mano. La mayoría funcionaban con el Pack Film y eran distintas de las Essex 70, aunque ofrecían unos resultados excelentes. El modelo Boulevard todavía tenía cierto éxito y podías encontrar una gran variedad de película para esa cámara. Esto incluía mi película favorita: Pro Vivid 689. Mis inicios con la fotografía instantánea fueron para documentar mi vida diaria en la ciudad y su escena musical. Me dedicaba a hacer una foto cada día, le ponía la fecha y la colgaba en el lavabo de la casa que compartía. ¡Al final tuvimos una gran muestra de Polaroids en el wc! Poco después, tuve la oportunidad de ir de gira con la banda de un buen amigo, que se llamaba Modest Mouse. Aproveché el viaje para llevar mi equipo y documentar todo lo que sucedía en la carretera. En aquel momento tenía una gran colección de fotos y de cámaras.
craig stecyk III
Supongo que todo este camino recorrido a lo largo de los años fue lo que te motivó a organizar la primera exposición de Polaroids bajo el título de “Sueños Instantáneos”…
En 1997 nos propusieron a Cynthia Connolly y a un servidor exponer nuestras fotos de viajes en el ICA de Londres. Gracias a ese evento tuve la suerte de conocer a Melanie Standish, que se convertiría en mi esposa. Compartíamos el mismo amor por la fotografía y por las cámaras Polaroid. Resulta que ella tenía sus propias series de imágenes, que incluían una foto de cada una de las personas que visitaba el almacén donde vivía y que se disfrazaba con una prenda de su armario. Mis fotos de aquella época incluían a bandas que estaban de gira, como John Spencer Blues Explosion, Delta 72 y Bobby Con. Nos casamos en 2001 y nos mudamos a Rhode Island durante un año para participar en una residencia artística en el Grange Hall (que entonces estaba gestionado por Jody Buennono). En 2003 regresamos a Londres y convertimos una antigua oficina de correos en nuestra casa y galería. Se llamaba Gallery 96 Gillespie. En todo ese tiempo nunca dejamos de hacer Polaroids y, en 2005, teníamos una enorme colección conjunta. Por ese motivo decidimos organizar una exposición con todas esas imágenes. Melanie ideó el concepto de “Sueños Instantáneos” y la organizamos en base a temas, porque todas las imágenes encajaban en ciertos patrones: músicos, perros, color amarillo y familia.
¿Cuál fue la respuesta de la prensa especializada y del público en general al contemplar esas imágenes instantáneas que juntasteis?
“Sueños Instantáneos” resultó un gran éxito en Londres y fue reseñada tanto en las páginas de The Guardian como en las de Time Out. Después la exposición viajó a Washington DC y se mostró en The Transformer Gallery. Allí también tuvo una recepción extraordinaria, sobre todo porque yo había vivido en aquella ciudad y muchas de las imágenes mostraban cosas concretas de ese lugar.
alberto polo
Unos años después, decidiste ampliar el concepto con otros fotógrafos afines a tu estética. ¿Qué reacción tuvieron al saber que sus fotos viajarían por otros países?
Una de las razones para mover esta exposición fue que yo conocía a muchos fotógrafos y tenía varios amigos que habían utilizado Polaroids a lo largo de los años, igual que Melanie y yo. A muchos los conocía de mi etapa al frente de la Gallery 96 Gillespie en Londres. Entonces empecé una ronda de mails para contarles la idea y su reacción fue muy positiva. Como la mayoría viven en los Estados Unidos, el simple hecho de pensar que su obra se mostraría en Europa ya era algo tentador. Fue muy fácil conseguir que participaran y que aceptaran compartir sus fotografías conmigo. Sin embargo, el proceso de recopilar las imágenes no fue nada sencillo porque se trata de unos objetos muy preciados y son piezas únicas. La gente se pone nerviosa cuando tiene que mandarlas al otro lado del mundo. Estuve en Norteamérica ese verano, así que les pedí que mandaran las fotos a casa de mis padres en Wisconsin. Así fui capaz de recopilar la mayoría y llevarlas en mi equipaje de vuelta a Londres, para después mandarlas a otras ciudades.
¿Por qué crees que las fotografías de música, de surf y de skate se han convertido en iconos de la cultura popular? Puede que las Polaroid aporten algo especial a estas escenas alternativas…
Este tipo de fotografías se han vuelto tan icónicas por el simple hecho de que representan la individualidad y el arte con un imaginario visual propio. Normalmente, la gente busca algo original, algo que no haya experimentado nadie o que ninguna persona haya vivido antes. Esta es la particularidad del buen arte y de la buena música, y cuando esto sucede resulta muy obvio de cara al espectador. Las Polaroids o la fotografía instantánea son especiales porque sabemos que esos objetos son únicos. Además, sabemos que el objeto físico que tenemos en la mano estaba presente en el momento que hicimos la foto. Es casi como si el objeto físico capturara la esencia del instante. Incluso hay personas que podrían decir que sostener una de esas Polaroids es lo más cercano que se puede estar de ese momento en caso de que no lo vivieras en directo.
ed templeton
Una de las grandes anécdotas de la exposición en Málaga fue que la inauguración coincidió exactamente con el vigésimo aniversario de una de tus fotos más icónicas de Modest Mouse que tomaste durante una gira en 1997. ¿Qué recuerdos tienes de esa época tan salvaje?
Cuando empecé a tomar una foto cada día y a ponerle la fecha, deseaba crear una especie de diario personal. Nunca se me dio bien escribir, así que decidí expresarme de manera visual. Capturar esos instantes durante las giras o en otros momentos con las bandas era una manera de dejar constancia de que podía hacer ese tipo de cosas. A veces, las fotos que hacia no me parecían interesantes. Sin embargo, la grandeza de las Polaroids y de la fotografía en general es que, normalmente, envejecen bien. Cuando una imagen cumple 20 años, sucede algo especial porque, en ese período de tiempo, la memoria de la gente ha empezado a desaparecer. Y el hecho de recuperar una imagen concreta puede llevarte a recuperar álbumes enteros. Las fotos pueden ayudar a poner recuerdos de nuevo encima de la mesa. Las fechas que anotaba en mis fotos me ayudan a saber si son muy viejas, pero también hacen que tengan una fecha de aniversario. Es casi como un certificado de nacimiento que se les da cuando las haces. La Polaroid que hice de Isaac Brock cumplió 20 años el día de la inauguración de la exposición en Málaga. Fue un momento especial porque significaba que era su día y me ayudó a recordar qué estaba haciendo dos décadas atrás.
Algunas de tus fotografías instantáneas de la exposición están pegadas a postales kitsch de viajes que comprabas en pueblos. ¿Cuál era la motivación detrás de esos collages improvisados?
El objetivo de esos collages era compartir con mi futura esposa las experiencias que vivía de gira. Creaba esas conexiones de imágenes justo después de haber hecho las Polaroids y se las mandaba a Inglaterra. En cierta manera, esas imágenes realizaban su propio viaje: recorrían los Estados Unidos, cruzaban el océano y, finalmente, llegaban a Londres. Quería que Melanie sintiera que formaba parte de todo lo que me sucedía. En el fondo quería ver qué tipo de desgaste físico sucedía a las postales mientras estaban de viaje. Lo bonito es que también había una historia escrita en la parte posterior que lo hacía aún más personal e íntimo.
danny clinch
Entre todos los fotógrafos invitados a formar parte de la exposición, ¿con cuáles te sientes más cercano en temática y estilo? ¿Has viajado o colaborado con alguno de ellos en tu carrera?
Por supuesto que Melanie Standage es la más importante porque hemos trabajado y hemos estado juntos durante casi dos décadas. Nuestras obras y nuestras vidas se han mezclado por el camino. Brandon Harmon también es alguien con quien he viajado mucho y a quien conozco desde hace mucho tiempo. Estuvimos de gira con Modest Mouse y tenemos dos fotografías que hicimos casi al mismo tiempo. Puedo reconocer algunas de las escenas de sus instantáneas y la mayoría de gente que aparece en ellas. Pero todos los artistas de la exposición tienen un significado para mi. He colaborado con muchos de ellos cuando trabajaba en la Gallery 96 Gillespie en Londres y la mayoría han sido amigos míos durante años.
Curiosamente, Jason Lee te mandó cuatro fotografías por mensajero unos días antes de la inauguración porque deseaba participar en el proyecto…
Jason aceptó participar en la exposición, estaba muy ilusionado con la idea y yo sentía un enorme respeto por el trabajo que hacía. Como puedes imaginar, está muy ocupado y coincidió que estaba preparando una exposición individual, además de revisando detalles de su último libro. Me alegró mucho que quisiera formar parte de “Sueños Instantáneos”, aunque no sabía que conseguir sus imágenes sería un quebradero de cabeza. Su agenda está muy apretada y el hecho de que nos separaran casi 3.000 millas de distancia no contribuía a facilitar las cosas. Al final pudo enviar las fotos y fue genial. Su trabajo ofrece una mirada alternativa a la fotografía instantánea que la gente normalmente no conoce. Me refiero a las imágenes de gran formato que resultan tan especiales y tienen una calidad que debe apreciarse en directo.
amanda marsalis
Coincidiendo con la exposición, has ofrecido charlas en escuelas de arte. ¿Cómo crees que las nuevas generaciones se identifican con la fotografía?
Parecía como si la nueva oleada de estudiantes de arte y de fotografía se diera cuenta de que había muchas más alternativas que la fotografía digital o los móviles o la pantalla de los ordenadores. Me gusta ver cómo la nueva generación se adentra en la fotografía y decide crear arte con las imágenes que obtienen. Tuve la oportunidad de hablar con muchos estudiantes en las exposiciones y en las propias escuelas de arte. Entonces me di cuenta de que podían identificarse con las imágenes expuestas porque tratan temas que les interesan y porque aparecen personajes que conocen del mundo del skate y de la música. Espero que, gracias a esas fotos, se den cuenta de que todo proviene de alguna parte y que nada puede detenerles a la hora de crear sus propios recuerdos instantáneos o su propio arte.
¿Existe alguna posibilidad de que esta exposición viaje a España? Estoy convencido de que la propuesta podría tener mucho éxito gracias a la gente involucrada…
Realmente deseo que la exposición viaje a España porque combina fotógrafos muy famosos con temas muy relevantes y hay imágenes que resultan interesantes. Gracias a este contenido, creo que todo el mundo puede encontrar algo que le llame la atención. España es un país precioso y he tenido mucha suerte de pasar bastante tiempo en Málaga. La gente de esa ciudad y de España en general me han inspirado muchísimo y me gustaría pasar más tiempo allí cuando sea viejo. Si todo va bien, presentaremos la muestra a la próxima edición de Photoespaña en verano. Será un poco distinta, contará con nuevos colaboradores y tendrá más sorpresas.
atiba jeferson
Mirando hacia el futuro, ¿qué puedes avanzarnos sobre tus próximos proyectos y viajes? ¿Estás interesado en seguir publicando libros como hasta ahora?
Actualmente estoy centrado en crear arte y fotos basándome en material de archivo que he encontrado relacionado con mi familia y con la historia de Wisconsin. Estoy interesado en explorar diversas maneras de trabajar con material histórico y devolverlo a la vida gracias a la fotografía, el sonido y las instalaciones. También quiero crear un archivo de mi trabajo antiguo. Creo que es importante poder mostrar todo lo que he hecho y dejar que tenga vida propia. Pero el trabajo actual es lo más importante porque se trata de evolucionar. La otra cosa interesante que he descubierto al revisar mi archivo personal es que estaba tan ocupado tomando fotos en el pasado, que nunca me paré a mirar muchas de ellas o que nunca las enseñé a nadie. Así que, en cierta manera, resultan algo nuevo.
Para terminar la entrevista, si tuvieras una máquina del tiempo ¿a qué época te gustaría viajar y a qué personaje histórico te gustaría conocer?
Me encantaría retroceder en el tiempo para tener una breve conversación conmigo mismo cuando era joven para decirle varias cosas que he aprendido, con la esperanza de no repetirlas jamás.
craig stecyk III
cynthia connolly
dana wachs
danny clinch
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justin borucki
lely constantinople
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