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El rock n’ roll y la fotografía son dos disciplinas artísticas que siempre han ido de la mano. La primera pone la banda sonora inconfundible y la segunda se encarga de capturar los momentos fugaces que hacen que la música sea tan especial para millones de personas en los rincones más inhóspitos del planeta. Nadie duda de que la fama de un artista muchas veces se debe a sus retratos de prensa e incluso puede su imagen sea más grande que al éxito de sus canciones. Pero lo que resulta innegable en pleno siglo XXI es que el sueño de cualquier fotógrafo apasionado por el lado salvaje del rock consiste en conocer a una banda en los albores de su carrera, viajar con ellos en destartaladas furgonetas, perderse por ciudades que no salen en los mapas y presenciar desde dentro su ascenso meteórico al estrellato. Uno de los pocos afortunados que puede presumir de haber logrado esta gesta es Pat Graham, un amante de la fotografía que vivió apasionadamente el auge de la escena punk de Washington DC a principios en la década de los 90 y tuvo la suerte de conocer a Isaac Brock, un adolescente hiperactivo que fundaría la banda Modest Mouse y cambiaría para siempre el devenir de la música alternativa. Después de 20 años acompañando a este grupo en sus giras y de haber compartido todos los momentos importantes de su trayectoria discográfica, ha decidido publicar un hermoso libro de fotos en el que resume esa experiencia única. Hemos tenido la oportunidad de hablar con él para viajar en el tiempo, recuperar sus primeros negativos y descubrir la evolución de Modest Mouse desde el asiento del acompañante y una cámara de fotos analógica como testigo de excepción.
Empecemos esta aventura por el inicio. ¿Qué recuerdos tienes de tu llegada a Washington DC y de los primeros encargos como fotógrafo?
Me trasladé a Washington DC en enero de 1992 y la primera casa donde viví era una comuna de Positive Force, que se encontraba en Arlington (Virginia). Allí se reunía mucha gente creativa, entre los que había músicos, artistas y activistas. Todo el mundo hacía sus propios proyectos y era genial, tal como puedes apreciar en el documental “Positive Force: More Than a Witness”. Recuerdo que se organizaban conciertos benéficos, que participábamos en muchas manifestaciones y que por esa casa pasaba mucha gente de todas partes del mundo. Cada fin de semana salía a la calle a fotografiar esas cosas que sucedían, procesaba los negativos en la cocina después de los conciertos y los revelaba en un cuarto oscuro que había montado en el armario de mi habitación.
Aprovechando que mencionas el papel tan relevante del movimiento Positive Force en Washington DC, ¿qué influencia tuvo realmente en tu carrera ese colectivo?
Fue una de las mayores influencias en mi creatividad, en mi pasión por la fotografía y también me animó a seguir haciendo ese tipo de trabajos. Si Ian MacKaye no me hubiera introducido en el ambiente de Positive Force, no creo que hubiera llegado donde estoy actualmente. La gente que conocí han marcado por completo mi vida y mi trabajo. No me malinterpretes, no digo que ellos fueran la pasión detrás de mis fotos, pero el hecho de estar vinculado a esa escena ayudó que mi trabajo despegara y tuviera repercusión. Actualmente sigo siendo amigo de muchas personas que conocí allí en 1992.
Por curiosidad, ¿ya eras tan aficionado al skate en aquella época?
Justo cuando llegué al DC, alguien me consiguió un trabajo en una tienda de libros y otros me ayudaron a conocer distintas bandas y sellos discográficos. Además, entonces me encantaba patinar. Había empezado en el instituto cuando el skate todavía no era popular y recuerdo que la gente que pasaba por la calle con sus coches siempre bajaba la ventanilla y nos insultaba a mis amigos y a mí… nos decían “Skate Dicks” y cosas similares. La escena del patín en Washington era genial y acostumbraba a patinar desde mi casa hasta Georgetown, cruzando por el Key Bridge, para ir a trabajar a esa librería que se llamaba Olsson’s Books and Records.
Supongo que la música y los fanzines iban de la mano para promocionar a las bandas locales…
Uno de los compañeros de cuarto más interesantes que tuve en esa época fue Isaac Brock, un chaval de 15 años que había abandonado el instituto. Resulta que empezamos a hacer fotos juntos con la idea de editar un fanzine a todo color y, con el paso del tiempo, pasó a llamarse Eggtooth. Por aquellas mismas fechas, el movimiento Rior Grrrl estaba empezando, las reuniones eran en la casa de Positive Force donde vivíamos… resulta que Bikini Kill se habían mudado a Washington desde Olympia y empezaron a montar conciertos en la zona. Bandas como Bikini Kill, Fugazi y Nation of Ulysses fueron la razón principal por la que decidí permanecer allí.
Evidentemente, en aquella época era imposible imaginar que Isaac Brock se convertiría en una estrella del rock al frente de Modest Mouse. ¿Cuál fue tu impresión al conocer a ese chaval siendo sólo un adolescente?
Desde el día que lo conocí, me di cuenta de que estaba muy interesado en la música y el arte. De hecho, él fue quien me introdujo en los discos de los Pixies y me descubrió algunos de mis fotógrafos favoritos, entre los que destaca Peter Beard. Siempre supe que había algo especial en aquel chaval y he conocido a muy poca gente a lo largo de mi vida que desprendan tanta creatividad. Me atrevería a decir que sólo he conocido tres o cuatro como él. Me di cuenta de que quería colaborar con Isaac para aprender cosas nuevas y enseñarle cosas que me gustaban y que él desconocía. Esa conexión surgió desde el principio y sigue existiendo actualmente.
¿Recuerdas ese momento clave en el que te diste cuenta de que Modest Mouse estaban convirtiéndose irremediablemente en estrellas del rock o algo parecido?
No tengo la sensación de que hubiera un momento concreto en el que pensara “joder, esta banda se está haciendo muy famosa”. Supongo que su evolución fue progresiva y pasaron varios años desde que eran un grupo pequeño hasta que se convirtieron en algo grande. Ten en cuenta que tuvieron que trabajar muy duro y recorrer miles de kilómetros por carretera. No puedo hablar por los miembros de la banda, aunque se que dirían que fue gradual. Empezaron como un trío y ahora ya son seis tipos actuando por el mundo.
El libro es muy original porque te adentra en un eterno road trip por los Estados Unidos acompañando a la banda. ¿Cómo eran realmente aquellos primeros viajes en furgonetas destartaladas?
Los primeros tours por los Estados Unidos fueron en furgonetas que ellos mismos compraban y recuerdo que eran muy cómodas para viajar. ¡O creíamos eso porque no teníamos otra cosa! El único problema era que ese tipo de vehículos se estropeaban con frecuencia y no resultaban demasiado fiables. Entonces no teníamos teléfonos móviles, ni GPS, lo único que había eran bares de camioneros y teníamos que parar para usar sus teléfonos. Como puedes imaginar, las cosas eran bastante estresantes, pero también divertidas y excitantes. Puede que no siempre fueran divertidas para todos, pero yo lo veía así. Después, Isaac alquiló una furgoneta de carga que no tenía asientos en la parte trasera y el conductor iba solo delante. El resto de la banda tenía que ir en el maletero y sentarse junto a los instrumentos, el merchandising y el equipaje. Visto en perspectiva, ahora suena ridículo.
¿Crees que cambiaron mucho las cosas cuando se profesionalizaron, ficharon por un sello discográfico más importante y las giras empezaron a hacerse en autobús?
Las cosas no cambiaron demasiado cuando empezamos a viajar en autobús. Aunque sí que estábamos mejor organizados y la banda siempre llegaba puntual al club. Creo que entonces nunca nos perdimos un concierto como en los viejos tiempos. Y también nos olvidamos de la rutina de conducir, algo que era bueno y malo al mismo tiempo. Lo mejor era que no teníamos que preocuparnos por las direcciones de los sitios, qué hacer si nos perdíamos o decidir quién no tenía que beber para conducir hasta la siguiente ciudad. Lo peor fue que nos despreocupamos sobre el sitio donde íbamos. Cuando viajábamos en furgonetas, acostumbrábamos a hacer locuras, nos embarcábamos en pequeños viajes paralelos y, aunque suene extraño, nos resultaba divertido conducir durante 20 horas de una sentada y sentir que nos volvíamos locos. Por el contrario, en el autobús podías dormir en una cama, te levantabas en un país o en un estado distinto cada mañana, el clima era raro y todo nos parecía surrealista. Para que te hagas una idea: viajar en autobús es como coger el metro y recorrer el país entero por debajo de la superficie.
Con le perspectiva que nos ofrece el paso del tiempo, ¿cuál era tu objetivo principal al hacer todas esas fotos en formato analógico y también en hermosas polaroids?
Tienes razón, la mayoría de fotos que hice de Modest Mouse estaban hechas en celuloide. Puede que los haya fotografiado con unas 12 cámaras distintas a lo largo de los años. Mi idea principal era crear algo artístico y documentar a una banda viajando por América, Europa, Japón o cualquier otro lado. Una de las razones por las que me gusta la fotografía es porque quiero recordar las cosas que veo. Por eso mismo lo hice con Modest Mouse e Isaac Brock en sus viajes por carretera. Para mantenerme económicamente, deseaba que esas fotos se usaran para portadas de álbumes, carteles de conciertos o material publicitario. Fui capaz de diseñar pósteres, fanzines, cuadros, imágenes de prensa y también un blog de fotos muy popular. Aunque lo más importante ha sido el libro sobre Modest Mouse. Realmente, siempre tuve la idea de hacerlo. Cada año que salía de gira con ellos, les repetía que quería publicar un libro… hasta que me di cuenta de que habían pasado 20 años y me alegré de no haber hecho este proyecto justo al principio. Entonces sentí que mi colección de instantáneas estaba completa, podía ver el inicio, el nudo y una especie de desenlace de mi época con la banda. Mi estilo había evolucionado con el paso de tiempo, sin embargo, siempre estaba centrado en capturar momentos que me parecían importantes.
Tu obra me recuerda el valor de la filosofía DIY en el arte. ¿Qué métodos de trabajo utilizabas y qué opinión te merece el éxito de Internet en el mundo de la fotografía y del rock?
Revelaba todas las fotos en la cocina de mi casa después de los conciertos y, a lo largo de los años, he tenido diversos estudios con cuartos oscuros que estaban en el armario de mi habitación o el lavabo compartido de mi piso en Washington DC. También tuve uno al lado del local de ensayo de la banda The Makeup y muchas veces estaba trabajando mientras tocaban. Cuando me trasladé a Londres en 2001 y abrimos la galería dos años después, también montamos un laboratorio de color y otro de blanco y negro en el sótano. Cynthia Connolly fue la primera en estrenar el de color y allí reveló todas las fotos de su exposición en 96 Gillespie. Yo también hice mis fotos para otras muestras y para mi libro “Silent Pictures”. No sé a qué te refieres exactamente con el éxito de Internet… si quieres decir que con ese “éxito” los músicos, las bandas y los fotógrafos ya no cobran por su trabajo y todo el mundo puede obtener su arte de manera gratuita: entonces Internet sí que ha tenido mucho éxito. Pero si te refieres a que ha permitido que la gente pueda ver fotos de todas partes del mundo y escuchar toneladas de música, además de aprender y crear cosas nuevas, eso sí que ha sido un éxito verdadero. Supongo que puedes afirmar que era excitante viajar son GPS y no saber hacia dónde te dirigías en un road trip, conduciendo simplemente por intuición. Eso era una aventura y era genial hacer fotos en esas condiciones. Sin embargo, también podía ser estresante y generar muchos retrasos y hacer que la gente se enfadara. ¿Lo echo de menos? No. Soy muy malo orientándome, así que me gusta usar un GPS.
Después de tantos años trabajando cómo fotógrafo, ¿qué es lo que realmente te motiva a seguir cogiendo la cámara? ¿Crees que podrías lograr lo mismo que has hecho con Modest Mouse con otra banda actual?
Lo que más me apasiona es contar una historia o empezar una conversación sobre un tema y que eso lleve a la creación de una imagen bonita o a algo que permita hablar de otras cosas. Actualmente la fotografía es una herramienta que prácticamente utiliza todo el mundo. Por este motivo siempre tengo que ponerme retos para intentar hacer cosas distintas o buscar la inspiración en otros lados, además de aportar mi visión en sus ideas. Creo que hoy en día hay muchas bandas jóvenes que están haciendo cosas similares a las que hacía Modest Mouse en el pasado, sin embargo, no creo que pudiera volver a suceder lo mismo porque los tiempos han cambiado, la tecnología ha cambiado y las cosas han evolucionado. Me gustaría que las cosas fueran diferentes y tener una mirada distinta, pero ¿por qué deberíamos repetir el pasado de una manera exacta?
¿Qué puedes avanzarnos sobre tus proyectos para este 2015?
El inicio de este año he estado muy ocupado porque he decidido volver a estudiar y me he matriculado a un máster en fotografía documental en la Universidad de Westminister en Londres. Estoy muy emocionado de sacarme este máster, después de tantos años de trabajo y de haber hecho tantos proyectos. Mi ambición es seguir en el mundo de la foto y expandir lo que ya hago, además de compartir mis conocimientos con otros alumnos y profesores. También tengo unos cuantos proyectos en marcha relacionados con el máster y estoy pensando en montar una exposición itinerante de mis fotos del libro “Instrument”, que empezará en octubre en Málaga. Sin olvidar que la exposición de las fotos del libro de Modest Mouse también empezará a girar por el mundo este año. Incluso estoy mirando para hacer una muestra en la House of Vans en Londres relacionada con mi trabajo para Fender. Y, como puedes imaginar, estoy desarrollando otro libro del que todavía no puedo desvelar demasiadas cosas… pero será una colaboración con Tony Sylvester, que es el cantante actual del grupo Turbonegro. Sin embargo, no tendrá nada que ver con la escena musical ni con la fotografía.
La última pregunta siempre es la que rompe los esquemas formales: ¿a qué época viajarías si tuvieras una fabulosa máquina del tiempo a tu entera disposición?
Me encantaría retroceder en el tiempo para tener una breve conversación conmigo mismo cuando era joven para decirle varias cosas que he aprendido, con la esperanza de no repetirlas nunca más.
ENGLISH:
I’M WITH THE BAND.
PAT GRAHAM & MODEST HOUSE
Rock n’ Roll and photography are two different artistic disciplines that have always gone hand in hand. The first one creates an unmistakable soundtrack, and the second one captures the moments that make music so special for millions of people around the world. Nobody questions that the artist’s fame is sometimes shaped by their press portraits, and their image can become bigger than the success of their songs. It is undeniable that the dream of any photographer who’s passionate about the wild side of rock is meeting a band in their early career, travelling with them in a ramshackle van, getting lost in cities that can’t be found on the maps and witnessing their meteoric rise to stardom from the inside. One of the few lucky people who have achieved this dream is Pat Graham. A photography lover who lived passionately the boom of the punk scene in Washington DC in the early 90s and was lucky enough to meet Isaac Brock, a hyperactive teenager who would later found the band Modest Mouse and forever change the evolution of alternative music. After 20 years travelling together with this band in their live tours and sharing their most important milestones, he has decided to publish a beautiful photobook in which he sums up this unique experience. We had the chance to talk with him, bring back his first negatives and discover the evolution of Modest Mouse from the passenger’s seat and with an analogic photo camera as witness.
Let’s start from the beginning of this adventure: how do you remember the days in Washington DC and your first works as a photographer?
I first moved to Washington DC area in January 1992. The first house I lived in was the Positive Force house, which was located in Arlington, Virginia. The house was full of very interesting and creative people including musicians, artists and activists. Everybody was doing something creative and cool, as you can see in the Positive Force movie “Positive Force: More Than a Witness”. There were benefit concerts, protests happening all the time and different people coming and staying in the house from all over the world. I would be out photographing all of these things every weekend as much as I possibly could, which was all the time. I developed all my films in the kitchen after the gigs, and then I would print the pictures in a dark room that was built in the closet of my bedroom.
In those days the Positive Force movement existed with artists, bands and activists involved. Do you think that there was a major creative force behind your passion for photography? I am sure it influenced your early work and the rest of your career.
Positive Force was a major influence in my creativity, passion for photography and the work I was doing. If Ian Mackaye wouldn’t had introduced me to Positive Force I don’t think I would be where I am today. The people I met in Positive Force and through Positive Force have influenced me and my life majorly. I wouldn’t say that they were the passion behind my photography, but being involved with Positive Force and that scene pushed me and my photography. I’m still friends with many of the people that I met in 1992 through Positive Force.
By the way, did you enjoy skateboarding in those days?
The moment I arrived there somebody got me a job at the local bookstore and others helped me establish links with different bands and record labels. I did skateboard at the time. I started skateboarding in high school when it wasn’t cool. People used to drive by in their cars and shout out the window at me and my friends “Skate Dicks!!” So yes, skateboarding in Washington DC was great. I used to skateboard from home across the Key Bridge into Georgetown to my new place of work which was Olsson’s Books and Records.
I guess music and zines were the best way to announce concerts and discover new bands.
One of the most interesting roommates I had at the time was a 15-year-old high school dropout named Isaac Brock. Isaac and I started taking pictures together around this time with the goal to create a colour copy photos zine. This photo zine later would be called Eggtooth. Around the same time Riot Grrrl was just being started and the meetings were held at Positive Force, the house where we lived. Bikini Kill had just moved to Washington DC from Olympia, and started playing gigs in the area. Bands like Bikini Kill, Fugazi, and Nation of Ulysses were the reason why I moved to Washington DC.
Of course it was impossible to imagine that Isaac Brock would become a rock n’ roll star. What was your first impression when you met him?
I have always known Isaac to be very interested in music and art. In fact Isaac is the person who introduced me to the band Pixies for the first time. He has also introduced me to some of my favourite photographers, including Peter Beard. From the moment I met Isaac I knew there was something special about him. He is just one of those people. I’ve met probably only three or four persons in my life whose creativity just seems to pour out of them. Isaac is somebody with whom I wanted to collaborate, learn from and who I wanted teach the things I knew and he didn’t know about. From the moment we met this started happening and I would say it continues to happen today.
The book is amazing in the sense that you had a huge access to the band from the very beginning and you / we see them growing from empty concerts in parks to big venues. When did you have the feeling that Modest Mouse was getting that big? Were there moments when the band members wanted different things regarding their future and music?
I don’t think I ever had one particular moment where I thought “wow, this band is getting big”. The main reason for this is that their evolution from a small band to a big band was over a long period of time that took a lot of hard work and thousands of miles on the road. So in that sense it was very gradual. I can’t speak for the band, but I do know that over time the band grew in size. It originally started as a three-piece, at when I was with them in the beginning. And then they evolved into over a six piece band.
I love the book because it takes us on a road trip across the US. How do you remember those first trips on rental vans? It seems that you were sleeping and driving all the time!
The first few tours across the USA were in vans that the band or Isaac had purchased, and I remember the vans themselves being very nice ride around in. Or at least we thought they were. The only problem was that these vehicles tended to break down a lot, and were not very reliable. We didn’t have cell phones or GPS, all we had was a truckers at this and occasionally we stopped to use a pay phone. So things were a little bit stressful, but always exciting and fun. Well maybe not always fun, but I’d like to think it was. Later Isaac rented a cargo van that had no seats in the back, so whoever was driving had a seat along with the passenger. However the people in the back of the van had no seats and had to sit with all the equipment, merchandise and luggage. Looking back at it now it’s pretty ridiculous.
Did things change much once the band started travelling by bus? Sometimes things change when they start getting more serious and record labels get involved.
Things did not change that much once we started traveling by bus. The main thing that did change was that we were all more organized, the band arrived at the venues on time, and we’ve never really missed gigs like we did in the old days. Also we lost control of driving, which was good and bad in a lot of ways. The great thing was that we didn’t have to worry about directions, getting lost, about who was going to stay sober to drive to the next town, etc. The bad thing was that we lost control over where we got to drive too. When we drove around in vans we would always, or well we tended to take little adventures or side trips. Also in a weird way it was kind of fun driving for 20 hours straight until the point of feeling like you’ve lost your mind. Now on the bus you go to bed, wake up in a different country, a different state and a different climate, it’s very surreal. Being in the bus is like taking the subway around the country.
What was your aim with all those images? Did you ever imagine using them for an album cover, posters, fanzines or something bigger like this book? Did you care about having a style?
Yes, most of the photographs I took of Modest Mouse were taken with film cameras. I photographed them on probably 12 different cameras over the years. My original intent was to create art, and to document a band driving across America, Europe, Japan, or wherever we were. One of the main reasons why I take pictures is because I want to remember things. And this is the same reason why I took pictures while driving across America and driving around with Modest Mouse and Isaac Brock. To help support this activity I did hope that the pictures would be used for album covers, posters, artwork or ephemera. I was able to create posters, zines, artwork, photos for press, a hugely popular photo blog, and lastly the most important thing to me: the Modest Mouse book. I always wanted to create a book of my travels with Isaac and the band. Each year I was with them I kept saying “yeah, I need to make a book”. Luckily I didn’t make de book in the first year. Now I feel my collection was complete. I could see the start, the middle and the end of my time photographing this band. My style of shooting did evolve over the years, but it was always rooted in capturing moments that were important to me and others around.
Your work reminds me of the lost art of the DIY creativity approach. Did you develop your own photos at home? What do you think about the success of Internet? In the road trips showed in your book there weren’t either GPS or mobile phones, but things were more exciting.
I did develop all my own photos at home. I would come home after the concerts and develop all my pictures in the kitchen. I also had various darkrooms over the years. My darkrooms would be in the closet of my bedroom, the shared bathroom at our house, and various group houses around Washington DC. For a long time my dark rooms were located right next to the band’s makeup practice space in Mount Pleasant. If I was lucky I would be in the darkroom printing pictures while they practiced next door. I relocated to London in 2001, and we opened the gallery in 2003. We also set up a black-and-white and colour darkroom in the basement of the gallery. Cynthia Connolly was the first person to take full advantage of the colour darkroom. She printed all over colour photos for the first show at 96 Gillespie in that dark room. I also printed many photos for other shows we had as well as for my book silent pictures. But I do not know what you mean by the success of the Internet. If success means that musicians, artists and photographers no longer get paid and anyone can have their art for free then yes, the Internet has been very successful. If you mean the Internet has allowed people to view photographs from all over the world and to hear tons of different music and to learn and create then yes, I guess it is successful in that way. I guess you could say it was exciting not to have GPS or not to know where you’re going on a road trip and just drive aimlessly. That was an adventure and it was great to take photographs of that adventure. However at the time it could be very stressful and cause major delays and upset. Do I miss that? No. I’m very bad at directions, so I really like using a GPS.
After many years working as a photographer, which things keep your motivation to grab a camera? Do you feel you could do the same you did with Modest Mouse with a young band nowadays?
I motivated myself by wanting to tell a story or to start a conversation around an issue and to create a beautiful image or something that speaks of something else. Nowadays photography is a tool that is used by almost everybody. So I always have to challenge myself to try to do something different or to take inspiration from others and put my own twist on their ideas or vision to create my own. I think nowadays there are a lot of younger bands out there that are doing similar things than Modest Mouse had done in the past. However I don’t think it’s the same thing. It could never be the same. Times have changed, technology has changed and things have moved on. I would hope that things would be different and look different. Why would we want to repeat the past exactly how it was done before?
What are your projects for 2015?
So far 2015 has been a very, very busy year mainly because I’ve gone back to school and I’m doing a Masters degree in Documentary Photography at the University of Westminster here in London. I’m very excited to be earning my Masters in Photography after all these years and after all I’ve done. My hope for this is that I will be able to go on and expand what I do, and hopefully share my knowledge with others through teaching. I have a few very exciting projects I’m working on through my MA. And I’m also planning a touring exhibition of my work from my instrument book that will kick off in Malaga in October. My exhibition of photos from my Modest Mouse book will hopefully tour the world this year. I also have a large exhibition planned for the House of Vans here in London. The House of Vands exhibition will be my work with Fender guitars and amps over the years, which as you can imagine covers a large variety of musicians and music. Lastly I’m working on another book project that I can’t talk much about right now, but I can tell you it is a collaboration with Tony Sylvester, who is currently the singer of the group Turbo Nigro. The book itself actually has nothing to do with music photography or music. This is very exciting for me as I’m looking forward to expanding upon photography and what I do.
And the last question is the weird one: if you had a time travel machine, where and when would you travel? Who would you like to meet face to face?
I would travel back in time and have a very brief conversation with a younger version of myself. I would tell that younger version of myself some of the things that I have learned now with hopes that I would not repeat them again.
www.patgraham.org
MODEST MOUSE BOOK