Orígenes del graffiti en castellón, entrevista con Mc Alberto

2 July 2024 Texto: Juan Antonio HR. Fotografía: Josep Samaruc Falcata. Archivo de MC Alberto con imágenes incluidas en el libro “Orígens del grafiti a Castelló”..

Mc Alberto es un activista desde mediados de los 80 ́s de la cultura que representa, el HIP-HOP. Y así lo atestiguan las cuatrocientas páginas de Un viaje por las paredes de Burriana a Vinarós. Orígenes del graffiti en Castellón. Una obra que transmite amor por la historia de una escena que ha visto crecer y de la que ha formado parte desde sus orígenes.

 

 

– ¿Qué significado tiene para ti el hip-hop? ¿En qué momento entraste en contacto con esta cultura? ¿Qué hizo que te sumaras al movimiento?

El hip hop es mi vida, yo soy hip hop 365 y 24/7. El hip hop es una cultura que me ha proporcionado infinidad de horas de diversión, me ha inspirado ante la vida y ha contribuido de forma decisiva a la construcción de mis propios referentes éticos. Encontré en el hip hop de una manera instintiva y natural, el instrumento apropiado para definir mi postura en el mundo y a mí mismo. Desde una edad muy temprana, me percaté de que el hip hop es una herramienta muy útil tanto a nivel educativo y de cambio social, como medio de expresión de ideas, emociones y vivencias. Descubrí oficialmente la cultura hip hop en el mismo instante en que estaba viendo la película Beat Street en el cine, en 1984, durante esas casi dos horas de duración, fue algo que me impregnó de por vida. Entendí que el hip hop es universal, un movimiento multicultural. Pero ya antes de ese año, me sentía atraído por el rap, el funk y la música disco que ponían mis padres en casa, temas incluidos en recopilatorios de finales de los años 70 y en los primeros 80. Es cierto que, al ver Beat Street, mi cabeza captó el mensaje al vuelo, pero también he de decir que con la mentalidad e inocencia de un niño. Poco a poco fui madurando ese concepto con mi sed de querer saber y, conforme iba pasando el tiempo iba afianzando mi concepción sobre el hip hop como forma creativa de autoexpresión surgida de la calle con un componente social muy acusado en el que se reflejan actitudes cotidianas con un fondo de crítica y rebeldía a la par que de concordia, convivencia y entendimiento. El hip hop desafía los cánones a seguir impuestos por el sistema, algo que inquieta y atemoriza a los poderes fácticos.

– ¿Qué te llevó a escribir un libro de estas características? ¿Cómo fue el proceso de creación? ¿Cuánto tiempo has dedicado a la investigación, recopilación y análisis del contenido?

Es un libro que se tenía que hacer, era necesario escribirlo para dar valor a lo que existe en Castellón, porque cuando se habla de graffiti y hip hop a nivel estatal, es como si en toda la llamada Costa Azahar no hubiera habido nada al respecto o fuera casi inexistente. Este libro deja constancia escrita y documental de que no es así, que hay mucha historia, y en lo referente al hip hop en Castellón desde 1983. Las razones y el proceso de creación, fue motivado por la necesidad de ayudar a cubrir el vacío informativo y editorial que existe en relación al graffiti y la cultura hip hop de la provincia de Castellón. En cuanto al tiempo dedicado, es un proyecto de casi cuarenta años de investigación y recopilación de material desde 1984. Todo un proceso titánico de trabajo que se recoge en más de 400 páginas a todo color. Sin duda se puede afirmar que estamos ante la radiografía más veraz y completa hasta la fecha, un auténtico archivo cultural y registro documental de la historia del grafiti en la provincia de Castellón, puesto que hasta hoy en día no se había recogido un compendio de tal magnitud en ninguna publicación.

– El elenco de artistas y autores es impresionante. ¿Cómo llevaste a cabo la selección de entrevistados y la criba de información que aporta cada uno?

En cuanto a la selección de entrevistados, la verdad es que no hubo, porque en lo referente a los orígenes, finalmente están todas y todos quienes tienen que estar. Respecto a la criba de información, eso fue más complicado, porque la cantidad de contenido y riqueza cultural e ilustrativa que aportan es impresionante.

– ¿Es todo el contenido del libro resultado de las entrevistas o recabaste información de otras fuentes?

Todo surge partiendo de mi propia experiencia siendo testigo y formando parte del curso de la evolución histórica del graffiti en la provincia de Castellón. A raíz de ahí toda la información parte de mi material de archivo recopilado en los últimos 40 años, a lo que hay que añadir, lo más importante y el núcleo grosso del libro, las entrevistas, que son relatos en primera persona con anécdotas e historias narradas por sus protagonistas a lo largo de 100 entrevistas. En las más de 400 páginas del libro, no hay una bibliografía como suele ser habitual, y el motivo es precisamente el hecho de que las fuentes son las propias personas que lo vivieron en primera persona, así como las fotos históricas e imágenes inéditas hasta el momento.

– ¿Hay algún tipo de anécdota de las entrevistas o la redacción del libro que quieras hacer pública?

Hay muchísimas, de hecho, a lo largo del libro se van incluyendo en el proceso narrativo, incluso algunas como pequeños apartados, por ejemplo, cuando en la entrevista con Martha Cooper sonó una traca de petardos y ella pensó que había un tiroteo, o el encuentro con Craig Castleman, donde después de pasar varias horas hablando, estábamos tan a gusto que se nos pasó el tiempo y tuvimos que llevarlo a toda prisa a la estación porque perdía su tren, y llegó por los pelos. También es muy emotiva la anécdota con el escritor Joan Garí, cuando al terminar de realizarle la entrevista, le pedí que me firmara el mítico y seminal libro Signes sobre pedres que publicó en 1993, y fue ahí cuando le dije que mi sueño de tener mi firma y la suya juntas en ese libro se había hecho realidad, ya que la portada era precisamente un graffiti mío realizado en 1990. !

– ¿Qué significado tiene el graffiti para ti? ¿Mantienes algún tipo de relación con esta expresión?

Para mí el graffiti simboliza libertad, autoestima y empoderamiento. El graffiti es una expresión artística, y que eso se cuestione, no hace más que poner de manifiesto el temor de sus detractores a perder el poder de lo incontrolable. Desde mediados de la década de los años 80 hasta los primeros 90 estuve activo con mucha actividad. Tengo el honor de formar parte de los pioneros de la provincia de Castellón.

 

 

II. Graffiti y Hip-hop de aquí.

El libro se presenta como un recorrido de casi cuarenta años por las paredes o el graffiti de Burriana a Vinarós, pero también recoge el rap y la cultura hip-hop de la zona. ¿Por qué has considerado incorporar otros elementos como el rap, el reggae, b- boying, dijing…? ¿Consideras que hay que tomarlo como un todo? ¿Por qué?

Sin duda va todo unido, porque para entender el origen del graffiti en la provincia de Castellón, hay que conocer los inicios de la cultura hip hop en las comarcas donde se gestó de manera simultánea, desde la Plana Baixa, la Plana Alta hasta el Baix Maestrat. En la primera parte se observa cómo va contextualizándose todo, pero en cuanto aparece el influjo del hip hop en los primeros años 80 y se empieza a desarrollar el graffiti, es algo que va unido y se retroalimenta conjuntamente. La cultura es un conjunto de ideas, conocimientos y costumbres que caracterizan a una comunidad, y en el hip hop entendiéndolo como cultura y con todo lo que le rodea, es así también. Eso no quiere decir que a día de hoy todo escritor de graffiti pertenezca a la cultura hip hop, ni mucho menos, pero cuando hablamos de los orígenes, por lo menos en la provincia de Castellón, sí.

– En el prólogo, Francisco Reyes escribe que “el grafitti, como forma de expresión, tiene un poder transformador”. ¿Estás de acuerdo con esa conclusión? Si es así, ¿qué consideras que puede cambiar y en qué sentido?

Por supuesto, estoy totalmente de acuerdo. El graffiti tiene muchos aspectos positivos y un gran potencial motivador, de participación y comunicativo. Además, tal y como está quedando latente en muchos centros docentes mediante la realización de talleres, es una herramienta educativa a través de la cual despierta sensibilidad y se tratan muchos asuntos transversales con planteamientos que promueven concienciar sobre valores tales como la solidaridad, la tolerancia y el respeto. Por citar un ejemplo de los que está en el libro, tenemos el MIAU, Museo Inacabado de Arte Urbano de Fanzara, un pueblo que tiene cerca de 300 habitantes, situado en el interior de Castellón, que constituye un proyecto social de convivencia a través del arte, que surgió a raíz de las protestas contra un proyecto de vertedero de residuos peligrosos que consiguió dividir al pueblo entre vecinos que lo apoyaban y otros que mostraban su oposición por los daños medioambientales que se podían ocasionar. Y desde 2014, Fanzara es ejemplo de como un proyecto social se acaba convirtiendo de manera natural en un proyecto que además de ser un instrumento de expresión artística, también ha servido de conciliación vecinal.

– A día de hoy sigues formando parte de forma activa de aquella incipiente escena que viste nacer desde mediados de los años ochenta. ¿Qué ha cambiado y qué te mantiene unido hoy? ¿Cómo viviste tus inicios en la escena?

Mi vida está unida al hip hop por siempre. El hip hop es un lenguaje universal, una cultura y uno de los movimientos artísticos más profundos, multidimensionales, creativos e interesantes de las últimas cinco décadas, y formar parte de su historia supone un viaje tan enriquecedor como fascinante. Ha pasado el tiempo y han cambiado muchas cosas, pero la esencia sigue viva. Allá por 1984, cuando empecé a introducirme en la cultura hip hop, no podía imaginar que llegaría a los niveles de hoy en día. Todo progresa, evidentemente, antes era todo más orgánico y natural, ahora es más bien corporativo y empresarial, aunque no todo, sigue habiendo personas genuinas y puras que mantienen viva la llama de los orígenes. Mis inicios en los años 80 los viví con mucha intensidad, descubrir el hip hop fue algo mágico, el breakdance, el rap, el graffiti, todo tomaba un colorido especial, era una eclosión cultural y social que para mí convirtió esa ápoca en algo legendario. Fue todo tan pasional que además de vivirlo, quise documentarlo, y por ese motivo he querido transmitirlo cuarenta años después a través de las más de 400 páginas de este libro.

 

 

– En el primer bloque dedicado al contexto introduces cuatro apartados de entrevistas (“conversaciones murales”, “¿qué es el hip- hop?”, “la trascendencia de las publicaciones de Castleman, Cooper, Paniccioli, Chalfant y Prigoff” y “los inicios del hip-hop en el estado español”). Como referentes, Castleman, Cooper, Paniccioli, Chalfant y Prigoff, son fundamentales, pero ¿cuáles son los motivos por los que decidiste entrevistar a autores como Felipe Gálvez, Fernando Figueroa, Juan Canales, Jaume Gómez, Miguel Trillo, Dobleache o F-Mhop?

Sin duda todos a quienes nombras son referentes a nivel estatal cada uno en su materia, desde la fotografía, los medios de comunicación, la escritura, la docencia… Con ánimo de aportar y a la vez avivar todo lo que se trata en el libro, que mejor que realizar cuestiones a expertos en la materia que llevan décadas escribiendo, analizando, teorizando e investigando sobre el grafiti, para que respondan a preguntas que suelen surgir en términos generales al tratar el asunto en cuestión del grafiti.

– ¿Qué relación mantienes con INDAGUE, la Asociación Española para la Investigación y Difusión de Grafitti y Arte urbano? ¿Qué aporta este tipo de organización?

Soy uno de los miembros cofundadores en 2016 de la asociación, y estoy en calidad de investigador, difusor y docente. En INDAGUE se reúnen buena parte de los investigadores/as y difusores/as más activos del Estado con diferentes objetivos comunes, como lo son, la puesta en valor de los lenguajes del graffiti, el arte urbano y el activismo artístico en general. Se desarrollan proyectos de contenido local y también internacional. Una asociación de tales características era necesaria, contribuye de manera notoria a generar una red comunicativa como punto de referencia y mediación estatal entre las personas vinculadas al mundo del graffiti. Quienes pertenecemos a la asociación estamos al frente cada año de algunas de las iniciativas más importantes relacionadas con la puesta en valor del graffiti y el arte urbano en España ya sean libros, exposiciones, eventos, formación académica en universidades, etc. Los principios y fundamentos de INDAGUE se basan en la ética profesional manteniendo un vínculo especial con lo académico a la hora de abordar el graffiti, el arte urbano y el activismo artístico.

– Los estilos dentro del graffiti permiten reconocer tanto la procedencia (incluso el barrio, como sucede en los USA) de un autor y su obra. De tal manera que los estilos de las letras o signos de sus firmas y las formas más o menos sinuosas o salvajes de sus piezas hacen reconocible la procedencia de un escritor. ¿Ocurre así en las zonas que has investigado? ¿Has encontrado rasgos que permitan identificar estilos autóctonos en cada una de las zonas de Castellón? ¿Has encontrado elementos que caractericen o sirvan para identificar el graffiti de cada una de estas localidades? ¿Cuáles?

El graffiti autóctono de los orígenes en los años 80 de la provincia de Castellón, es muy poliédrico, en el sentido que cada persona lo asimilaba de una manera particular, prestándose a tantas interpretaciones como escritores y escritoras de graffiti había. Y todo eso es porque la irrupción aquí, tanto del graffiti como del hip hop, fue espontánea, inocente, y creamos cultura hip hop de la nada, sin base militar americana ni Movida madrileña, canalizadoras del graffiti y movimiento hip hop en otras ciudades como Madrid. En Castellón teníamos los extintos Cine Azul y Cines Casalta donde se estrenaron en 1984 las películas Beat Street y Breakdance, también en Burriana el Cine Payà, que, junto a la música de importación de Discos Ritmo o Discos Medicinales, fueron nuestra mayor vía de acceso. Y a pesar de las evidencias en cuanto al influjo americano, se creó un movimiento singular, original, particular y sorprendentemente muy interesante, dando lugar a las creaciones un estilo propio, con un toque de humor irónico con el que se expresa y una variedad temática, que va de los mensajes de disfrute y evasión a las propuestas más reivindicativas. Los orígenes del grafiti en la provincia de Castellón, se sitúan en una tríada, principalmente destacando tres focos, empezando por la capital de La Plana Baixa, Borriana, pasando por Castellón de la Plana, capital de la provincia de Castellón y de la comarca de la Plana Alta, hasta llegar a Vinaròs, capital del Baix Maestrat. Como se puede comprobar en el libro, en el caso de la provincia de Castellón, el graffiti se gestó y se inició con múltiples matices particulares autóctonos, sin dejar de lado en este proceso de hibridación sus características comunes con las del lugar de origen proveniente. Pero sin duda hay dos estilos marcados, el graffiti de firma y el graffiti hip hop, los dos con claras referencias directas a lo que provenía de Nueva York a través de las películas. Vemos una convivencia de estilos con características convergentes, primero firmas y graffitis de un solo trazo, y luego hay una evolución donde se experimentan otras tipografías y se empiezan a usar rellenos y brillos. La estética predominante, además de la del hip hop, también se fusionaba con la del mundo del skate y la iconografía punk. Aun con ese origen idiosincrático, la evolución siguió el patrón internacional. A lo largo de las 100 entrevistas incluidas en el libro, hay varios nombres significativos en los orígenes del grafiti en la provincia de Castellón, pero destacan tres como pioneros en el arte del aerosol, Sick de Castellón de la Plana, (mi alter ego) Ato desde Burriana, y Chile desde Vinaròs. Los tres hacen su incursión en la escena del graffiti por primera vez entre los años 1985 y 1987, y es incuestionable que, de manera natural, se convirtieron en precursores, ya que inspiraron a centenares de escritores y escritoras de graffiti que han venido después.

 

 

– En el segundo bloque, “Graffiti y Hip-hop de aquí”, introduces un apartado en el que presentas a otro de los referentes en el análisis académico sobre el graffiti desde una perspectiva histórica, antropológica y semiótica, Joan Garí. En una jugosa entrevista le planteas cuestiones relativas a las contradicciones y paradojas que genera esta forma de expresión dentro de la sociedad de consumo. ¿Qué piensas tú al respecto de las paradoja arte-vandalismo y arte-consumo?

Desde las instituciones, al mismo tiempo que se persigue el graffiti, se incentiva el arte urbano como aliciente turístico y económico. Actualmente se observa como la cuestión relacionada con el grafiti sigue creciendo cada día, y esto gracias a las grandes aportaciones del pasado como base, y por la accesibilidad en las comunicaciones que aumentan cada día y permiten el enriquecimiento cultural que, por otro lado, no exento de cierta disyuntiva, se halla en una encrucijada moral y ética subyacente, por un lado, entre lo legítimo y admitido o permitido, y por otro, entre lo ilícito, indebido y prohibido. Sin duda, un dilema que por ahora resulta complicado erradicar y parece destinado a adaptarse y convivir en este marco de circunstancias. Tal y como señala Garí, toda esta paradoja es inevitable, porque el escritor de graffiti actúa al margen de la ley, pero eso no está exento de su valor cultural y artístico. Para algunas personas los graffitis son actos vandálicos que ensucian la ciudad, y para otros es un signo de identidad y autoafirmación. El grafiti no es un capricho o un caso aislado, es una práctica, establecida, continuada y con códigos comunes. Cuando el poder tiene algo que decir utiliza el Estado, los medios de comunicación y todos los recursos que tiene a su alcance. Las paredes son el soporte del pueblo, tal cual. Cuando hay personas que nos preocupamos por contar el origen de esto, comunicarlo a través de libros, en los medios, artículos, eventos, exposiciones, talleres… todo eso legitima al graffiti como documento histórico, lo convierte en algo serio y lo dignifica. Sin duda la conversación con el escritor burrianense Joan Garí es de las más interesantes y reveladoras del libro. Joan publicó Signes sobre pedres (1993) y La conversación mural (1995), dos libros sobre grafiti que tuvieron mucha relevancia ya en su momento y, con el paso del tiempo se han convertido en todos unos clásicos en la materia, siendo objeto de estudio obligado para cualquiera que quiera investigar sobre el tema del grafiti. Desde mi punto de vista la definición más acertada de grafiti es la de Joan Garí, donde se refiere al grafiti como una cosa espontánea realizada de manera voluntaria sobre cualquier apoyo que no estaba pensado para escribir o pintar encima, y parafraseándole: “es grafiti si la pared donde lo haces no es un lugar legal para hacerlo, así de simple”. Es cierto que con la institucionalización y mercado del grafiti hoy pierde romanticismo, pero gana proyección, y su normalización ha favorecido saltar de la calle a los museos o festivales y crear un legado del arte mural como herramienta educativa y de cambio social. Muestra de esta apertura es por ejemplo la primera exposición que tuvo lugar en 2022 sobre graffiti y cultura hip hop en el Museo Nacional de Antropología en Madrid, gracias al trabajo de Francisco Reyes y Alberto Mingote. El artista es libre de crear como le plazca, ajeno a entrar en el circuito artístico privado o público, pero en todo caso, institucionalizado del mercado del arte, y dependiendo del grado al que se someta, así irá siendo su pérdida de libertad creativa y expresiva, porque el sistema coacciona indirectamente y el mercado del arte ejerce presión, algo a lo que cualquier artista no puede ser ajeno si quiere que su obra forme parte de la sociedad, hecho que ocurre en el mismo instante que el artista expone la obra de manera pública. Sea como fuere, el graffiti libre siempre existirá, y algo que ya no tiene marcha atrás, es que el graffiti ha logrado cambiar el imaginario estético de absolutamente todas las ciudades del mundo.

– A Rafita y Glub les cedes otro apartado sobre sus intervenciones en la zona de Burriana – ¿Cuál es la relación de ambos con la ciudad? ¿Qué te llamó la atención de las entrevistas a estas dos leyendas del graffiti flechero madrileño?

Es todo un verdadero honor contar para este libro con sendas entrevistas de los míticos y legendarios Rafita y Glub, ambos pioneros y veteranos del graffiti en el Estado español. Sus firmas, que trascienden las apariencias físicas y superan la realidad material, inspiraron a cientos de escritores de grafiti, y en Borriana también hicieron lo propio a finales de los 80 y principios de los 90. Rafita fue el primero en visitar la capital de la Plana Baixa, al que luego acompañó Glub, y ambos prolíficos escritores, formaron un gran revuelo entre los que sabíamos de ellos, cuando vimos sus firmas por Borriana. Rafita vino los veranos de 1989, 1990 y 1991, Glub le acompañó el de 1990. Lo más impactante para quienes vivimos aquella época, es rememorar aquellos tiempos viendo unas fotos publicadas en exclusiva en este libro, fotografías que jamás antes habían visto la luz, y que verdaderamente forman parte de la historia del graffiti de la provincia de Castellón y de Borriana en particular, imágenes que ambos han cedido y a las que mucha gente y yo a nivel personal, les estoy eternamente agradecido.

– Resulta curioso la sutileza con la que se aplican protocolos clasistas o incluso sexistas al hip-hop. Parece que el movimiento avanza en periodos en los que el producto es ya un sucedáneo en manos de instituciones y sobre todo desposeído del contenido original que lo mantiene en contacto con su raíz. ¿A qué piensas que se debe este hecho?

A través del hip hop se canalizan mensajes muy potentes, y el concepto de revolución y empoderamiento está muy latente, se visibiliza la lucha contra todas las formas de dominio, opresión y discriminación de cualquier tipo. Todo esto, al sistema le inquieta y le asusta, por eso se ha encargado de mostrar y promocionar una mala imagen a través de los medios de comunicación. Sin embargo, es muy curioso, como lo que el mismo sistema veta, cuando le interesa lo exhibe como algo atractivo por su carácter prohibitivo y es mostrado como algo inocuo. Además, el hip hop por su alto influjo en la juventud y carácter emancipador, es quizás algo que motiva esa controversia en la sociedad, y genera ese afán de querer adoctrinarlo y domesticarlo, convirtiéndose desde sus inicios en bucle infinito donde no se deja de retroalimentar esa dicotomía.

 

 

– En una charla mantenida con Chuck D (Public Enemy) queda patente su opinión sobre la expresión “hip-hop de verdad”. ¿Qué significan para ti esas palabras? ¿Existe un falso hip-hop?”
Comparto totalmente las palabras de Chuck D cuando dice que el hip hop de verdad” es el que se hace desde el corazón, y no por dinero e interés carroñero. También empatizo cuando expresa su preocupación por la gente que se infiltra en el hip hop por moda y distorsiona el mensaje. Hip hop es honestidad, respeto, tolerancia y comprensión, voluntad de mejorar, personal y creativamente, es respetarse y quererse uno mismo, así puedes ser honesto con el prójimo. El “hip hop de verdad” fue creado para entretener, denunciar y comunicar, no para mentir, manipular y descalificar, que desgraciadamente es lo que hace la gente que dicen pertenecer a esta cultura, practicando y promoviendo de esta manera, un “falso hip hop”.

– Con la música de raíz (desde el blues al hip-hop pasando por el jazz o el reggae) tengo la sensación de que los artistas que la mantienen traen al presente el significado de lo que esta representó en el pasado. Se intuye, por los artistas que entrevistas (Public Enemy, KRS One, Dj Qbert, Dj Jazzy Jeff, De la Soul…) que eres consciente de la evolución y los cambios que se han dado a lo largo del tiempo. Desde tu perspectiva; ¿consideras que es necesario atender al hip-hop original y seguir manteniendo la conciencia y tradición profunda que ellos representan? ¿Por qué?

Sin duda alguna es totalmente necesario, y lo podía resumir una frase extraída del Tirant Lo Blanch que es el leitmotiv del libro: “Quién olvida su pasado, se olvida de sí mismo”.

– Fanzines y revistas ¿Puedes hablarnos de los fanzines y revistas que publicaste y en los que has colaborado?

En la provincia de Castellón aparecieron fanzines de considerable importancia informativa que contribuyeron a la difusión de la cultura hip hop y del panorama vinculado al mundo del graffiti. Se publicaban en blanco y negro y tenían la gran mayoría su centro logístico en la localidad de Borriana. En 1994 apareció “El Mensaje”, un fanzine en tamaño Din-A5 impreso en fotocopias, que trataba sobre lo que pasaba en el escenario musical explorando el contenido que ofrecían artistas en sus maquetas y discos. La dirección, edición y diseño corría a cargo de mi autoría, e hice lo propio creando ese mismo año de manera paralela a “El Mensaje”, otro fanzine al que llamé “El Ritmo de la Calle”, donde se interactuaba con el público en apartados donde escribían, expresaban opiniones, enviaban textos, bocetos, frases, graffitis, había secciones de noticias, discos, entrevistas… Con el paso de los años he colaborado en multitud de fanzines, como el notorio “Primera Plana” surgido en 2009 en Castellón. A nivel profesional he trabajado como redactor, cronista y fotógrafo en diversas revistas, entre las que destacan Mondosonoro, Hip Hop Nation y Hip Hop Life Magazine.

– Mención especial merece “El Ritmo de la Calle”. ¿Qué es? ¿Cómo surgió, evolucionó y en qué situación se encuentra a día de hoy?

En el año 1994 nace “El Ritmo de la Calle”, el primer medio de comunicación especializado en cultura hip hop a nivel provincial en Castellón, el proyecto cultural que tenía en mente crear desde que vi en el cine Beat Street diez años antes, en 1984, de ahí su nombre a modo de tributo por el impacto que causó la película en mí. Empezó siendo un fanzine impreso en papel, después se convirtió en un programa de radio y también de televisión, con más de 2.000 programas emitidos, y desde 2021 es una revista digital. Por el programa pasaron el 99% del panorama hip hop valenciano y estatal, también artistas como grandes mitos de la música internacional de todos los tiempos: Public Enemy, KRS One, Run DMC, Afrika Bambaataa, De La Soul, DJ Jazzy Jeff, Mellow Man Ace, Cypress Hill, Jeru The Damaja, Miriam Makeba, Rita Marley, Kraftwerk, Femi Kuti, U-Roy, Roger Steffens, Aswad, Sly & Robbie, Funkdoobiest, DJ Qbert, Rob Swift, Clipse, Wildchild, Percee P, Gentleman, Capleton, Beenie Man, Marcia Griffith, Ky Mani Marley, Afu Ra, Xzibit… “El Ritmo de la Calle” siempre ha sido fiel a sus principios en cuanto a la difusión del hip hop como premisa principal. Adquirió en los últimos años un toque de documental debido al gran archivo de imágenes videográficas recopiladas. “El Ritmo de la Calle” se ha convertido en todo un referente informativo y de entretenimiento, avalándole tres décadas ininterrumpidas de actividad, desde 1994 difundiendo conocimiento y diversión. La idiosincrasia de “El Ritmo de la Calle” tiene su germen en el hip hop, pero también engloba a lo relacionado con el reggae, soul, funk, r&b, jazz, así como diversas manifestaciones de arte plástico contemporáneo entre los que destaca el graffiti. Es un espacio donde se reivindica la cultura que nace en la calle, de la mano de los artistas y con la complicidad de la gente que habita el entorno urbano. La plataforma cultural “El Ritmo de la Calle”, es un punto de encuentro donde fluir con libertad.

 

 

– Fuera de los márgenes de Castellón, Valencia y Zaragoza tienen una presencia considerable en el libro. ¿Cuándo y cómo entraste en contacto con las escenas de estas ciudades? ¿Qué influencias produjeron éstas en tu provincia?

Fue a principios de los años 90. Durante toda esa década se establecieron en torno a la cultura hip hop unas conexiones muy significativas entre Castellón con Valencia y Zaragoza respectivamente. En Valencia eran míticos los encuentros en Viveros, donde se bailaba breakdance, también en las zonas de Malilla, Patraix, la pasarela 2 del Iturbi, plaza Holanda… A finales de los 80 y primeros 90’s, había gran parte del graffiti que estaba vinculado a las acciones reivindicativas, contra la represión del sistema, la degradación medioambiental, contra el servicio militar obligatorio o la insumisión, todo eso lo podíamos ver en el Kasal Popular, todo un símbolo de lucha y libertad en Valencia, donde acudíamos mucha gente del hip hop de la provincia de Castellón. También hubo lugares míticos como los pubs y discotecas Kingston y Ambians, o la tienda S.A.S. Luego vinieron las fiestas y conciertos en Roxy y en el Pa’Berse Matao, las sesiones en Joe, Década Loca, Samet Ville… Radio Funny, la emisora libre y comunitaria de la ciudad de Valencia, Radio Klara, la radio libre y libertaria de la ciudad de Valencia… En una época en la que no existía internet, las radios libres tuvieron un papel importantísimo en la comunicación y la difusión de los movimientos sociales, y el hip hop estaba ahí en primera línea contándolo todo a través de programas en estas emisoras. Por otro lado, Zaragoza fue sin duda otro de los influjos en la provincia de Castellón, sobre todo la “I Concentración de Hip-Hop en Zaragoza” de 1995, organizada por la asociación Zaragoza Zulú, presidida por DJC, uno de los principales impulsores del hip hop estatal, quién junto con SPI, tienen una relación especial con la ciudad de Borriana desde hace varias décadas.

 

 

III. De la calle al museo y viceversa.

¿A qué refiere este título? ¿Cuál es el contenido de este apartado?

En este tercer bloque del libro se aborda el legado del graffiti en la actualidad, de cómo se está convirtiendo el arte mural en una herramienta educativa y de cambio social, y como la cuestión relacionada con el graffiti sigue creciendo cada día, gracias a las grandes aportaciones del pasado como base, expuestas en los dos apartados anteriores, y también por la accesibilidad en las comunicaciones que aumentan cada día y permiten el enriquecimiento cultural. El título hace referencia a esa disyuntiva paradójicamente que coexiste entre lo prohibido e ilícito a la par que admitido y permitido.

– El libro se cierra con una entrevista a Francisco Reyes, comisario de la exposición “Todo empezó en el 84”. ¿Qué opinión te merece esta primera exposición dedicada a los inicios del graffiti y la cultura hip-hop? ¿Además de la entrevista a su comisario, ¿has participado de alguna otra manera en la realización de la exposición?

Esta magnífica exposición fue como un sueño hecho realidad, caminar por aquellas cuatro salas era como estar en casa, como recorrer toda una vida, fue algo maravilloso. Gracias al trabajo de Francisco Reyes como comisario y la dirección artística de Alberto Mingote, pudimos disfrutar de la magnífica primera exposición dedicada a la historia de los inicios del graffiti y la cultura hip hop en España en un museo, y nada más y nada menos que en el Museo Nacional de Antropología en Madrid. Personalmente no participé en la realización de la exposición, pero al ver que Reyes y Mingote habían logrado algo de tal calibre a nivel estatal, ver que aquello era posible, sí que me ilusiona mucho poder encargarme de trasladar el libro a una exposición sobre la escena de Castellón, sería algo muy bonito.

– Se te quedó algo por escribir o algún resquicio del movimiento al que no pudieras acceder y te hubiese gustado presentar?

Sin duda podrían haber salido más cosas, tengo material como para realizar diez tomos como este, pero en las 400 páginas del libro están las más importantes o destacables referentes a los orígenes del graffiti y del hip hop en Castellón. Hay que tener en cuenta que es un libro, como su propio nombre indica, sobre los orígenes del graffiti, y no sobre la historia del graffiti. Me gusta puntualizarlo, porque la historia llega hasta nuestros días, y yo me centro en el libro en darle voz, valor, visibilidad e importancia, a las personas que iniciaron esta revolución cultural y los hechos realmente transgresores que sirvieron de base para todo lo que existe hoy en día.

– Para terminar. ¿Puedes adelantarnos algo sobre lo que estés trabajando a día de hoy o algún proyecto que esté por ver la luz?

Por mis inquietudes y necesidades creativas, siempre estoy involucrado en nuevos proyectos, he colaborado en la realización del libro que verá la luz en breve, “Radio Funny 25, años en antena”, que trata sobre la historia de esta mítica radio libre y comunitaria de la ciudad de Valencia, y llevo años trabajando en un libro sobre cultura hip hop donde se recogen muchas de las entrevistas que he ido realizando a lo largo de mi vida, pero ahora mismo estoy centrado en las presentaciones de “Un viatge per les parets de Borriana a Vinaròs. Orígens del grafiti a Castelló”, que por cierto están yendo muy bien. También está siendo muy enriquecedor como el libro está sirviendo ya de estudio a nivel docente para el alumnado que está cursando Bachillerato Artístico, porque desde este mismo año 2024, en las pruebas de la EBAU para el Acceso a la Universidad, entra por primera vez para examen la temática de pintura mural y el graffiti urbano. De hecho, me están llamando de centros educativos para realizar conferencias sobre el tema. Es muy importante darle difusión y visibilidad a esta publicación por todo lo que ello conlleva y significa para la historia del graffiti y de la cultura hip hop en la provincia de Castellón, por eso, es muy de agradecer entrevistas como estas, así como presentaciones en diferentes festivales de arte urbano y auditorios de las ciudades que se están interesando por la propuesta. Próximamente se anunciarán novedades y nuevas fechas a través de la cuenta de Instagram @origengrafiticastello

 

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