Málaga, finales de los 80 y principios de los 90. El hip hop se siente con intensidad en la capital de la Costa del Sol, concretamente en los barrios obreros de la zona oeste. En sus calles comienzan a juntarse chavales para bailar breakdance o rapear sobre ritmos sencillos. Otros optaron por el graffiti. Entre estos últimos estaba MS1. Hoy, cerca de 40 años después, sigue ligado a esta disciplina y es un referente en la escena del graffiti malagueño.

¿Qué recuerdos tienes sobre la escena hip hop en Málaga durante los primeros años?
Pues unos recuerdos muy bonitos, todo se vivía con mucha pasión, era un descubrimiento continuo. Aunque la información llegaba a cuentagotas, ya que no había internet ni redes sociales. La gente tenía que viajar para adquirir conocimientos y absorber todo lo posible de los que nos visitaban desde Madrid, Barcelona o alguna ciudad europea.

¿Cuándo y por qué comienzas a pintar graffiti?
Empecé a escribir mi primera firma por el barrio porque me influenciaron los breakers que se reunían allí a bailar por las tardes y dejaban su firma en las paredes de esos lugares. Unos meses después, una amiga me llevó a ver los graffitis más elaborados que se estaban empezando a pintar en la zona oeste, y ahí es cuando realmente me quedo sorprendido con el estilo y las formas de sus piezas y firmas.

¿Qué modalidad de graffiti (tags, throw-ups, trenes, carreteras, murales …) destacaba más en estos primeros años?
Todo el mundo empezaba firmando, era como una evolución por pasos, después throw-ups y luego las piezas. Destacaba la calidad mas que la cantidad, se buscaba desarrollar un estilo que fuera lo mas rompedor y original posible.

¿Había variedad de estilos o todos bebían del graffiti de Nueva York?
Había una gran variedad de estilos, por supuesto que la influencia del graffiti neoyorquino era la base fundamental, pero también los estilos que se desarrollaban en otros países europeos, incluso de Australia. Por suerte, de vez en cuando caía en tus manos algún magazine, normalmente fotocopiado en blanco y negro donde poder descubrir que estaba pasando en esos lugares con una escena más avanzada. Madrid y Barcelona eran los referentes nacionales, y las continuas visitas de escritores de esas grandes urbes a nuestra ciudad desde finales de los 80 influenciaron mucho, al igual que los viajes a esas capitales por parte de la gente local.

¿Cuándo, cómo, y a través de quiénes se han dado las relaciones entre el graffiti malagueño y otras escenas tanto nacionales como internacionales?
Desde finales de los 80 empiezan a aparecer por Málaga escritores de graffiti de Alcorcón, Móstoles, Barcelona, Francia, Finlandia o Nueva York, los escritores de aquí empiezan a salir también en busca de esas escenas más desarrolladas y avanzadas. Había mucha motivación por parte de los escritores de graffiti locales de aprender y descubrir.

¿Cuáles eran los lugares de encuentro de los escritores de graffiti en la Málaga de los 80 y los 90, y qué importancia crees que tuvieron?
Personalmente viví poco la escena de los 80, pero en su momento descubrí lo que se estaba pintando en esos años, eran cuatro personas las que pintaban graffiti. Por un lado, estaban los Spray Crew que se juntaban en el Palo, y Escaño, que vivía en Miraflores. Tuvieron mucha importancia porque fueron los auténticos pioneros y abrieron camino a la siguiente generación que comienza a pintar en el año 89, esta nueva generación desarrolla estilos más elaborados que la generación anterior y lleva el graffiti malagueño al siguiente nivel. Tuvieron muchísima importancia en los 90 también, porque fue la ciudad referente del graffiti andaluz y de las más destacadas a nivel nacional.

Tú fuiste encargado de la tienda Bronco Estilo entre 2003 y 2009, y actualmente trabajas en otra tienda, Depincor, que también se dedica al suministro de material especializado. ¿Qué te han aportado y te aportan estas experiencias en la relación con los jóvenes escritores de la ciudad?
Me ha aportado mucho, he tenido la suerte de conocer a muchos escritores que empezaban en estas diferentes etapas en ambas tiendas. Me ha permitido estar conectado a las nuevas generaciones que han ido surgiendo en estos años, enriquecer conocimientos gracias a ellos y vivir experiencias únicas.

En Depincor, además, has promovido una serie de actividades culturales que están siendo bien recibidas por la escena local. Háblanos de ello.
Pues la idea ha sido ofrecer algo más que la venta de productos para el graffiti, crear un espacio donde poder exponer el trabajo de los escritores de graffiti y de artistas varios, dar visibilidad y apoyo para seguir creciendo. Además de realizar talleres y una variedad de actividades donde poder interactuar o, simplemente, disfrutar del trabajo que realizan los demás.

¿Cómo has percibido la evolución del graffiti, y la aparición de otros movimientos cercanos como el arte urbano, en el contexto local durante los últimos años?
El crecimiento y desarrollo del graffiti clásico me parece muy interesante, al igual que la aparición de nuevos movimientos artísticos que han ido surgiendo y se han nutrido del graffiti.

Por último y como conocedor en primera persona tanto de la vieja como de la nueva escuela del graffiti malagueño, ¿cómo visualizas el futuro de la disciplina en la ciudad? ¿Podrías señalar aspectos positivos a mantener y aspectos negativos a corregir
Pienso que el crecimiento de la escena local es imparable y así va a seguir creciendo en el futuro, esto no hay quién lo pare. Creo que hay que mantener un conocimiento sobre las generaciones anteriores que son la base de esta historia, tanto a nivel local como nacional e internacional. En el aspecto negativo veo, por ejemplo, a muchos chavales que solo tienen una motivación económica y me parece muy triste.