“Le escena todavía está alineada con algo under, illegal, sin permiso, salvaje, desesperado, creativo y de ese ruido y “mierda” va salir muy buenas cosas”. Martin
Se cumplen 25 años de la creación de Los Crudos y aprovechamos para entrevistar a Martin Sorrondeguy, que destaca por ser un creador polifacético e impulsor varios grupos musicales, además de por desarrollar una interesante carrera como fotógrafo y artista visual. Los Crudos es un grupo muy querido en la escena de Málaga; muchos recordamos cuando tocaron en Fuengirola a mediados de los 90, en un concierto mítico que se ha convertido en un auténtico hito generacional. Estoy convencido de que todos los asistentes éramos conscientes de que recordaríamos aquel concierto como algo único durante toda la vida. Para mí existe un antes y después de Los Crudos: por primera vez me identificaba plenamente con lo que estaba escuchando. Nunca fueron la típica banda que cantaba sobre clichés o intentaba aparentar lo que no era; ellos eran y siguen siendo genuinos. Y es esa autenticidad la que vemos en el trabajo de Martin, lo que vemos en sus fotografías, en su música…Probablemente una de las expresiones más genuinas del arte resida en saber que lo que vemos y escuchamos tiene el valor de ser algo real y vivido.
¿Cómo te introdujiste en la escena punk?
La primera vez que me enteré del punk fue a través de unos primos que vivían en Nueva York. Mis papás nos llevaron a visitarlos en 1979 y mis primos ya tenían discos de los Ramones, Sex Pistols, Clash y otras cosas que ya no recuerdo. Fue la primera vez que lo escuché pero no me metí en el punk hasta los mediados de los 80. En esa época empecé a enterarme de bandas locales de Chicago y de los punks de esta ciudad, me interesó mucho y me involucré.
¿Empezaste a hacer fotos desde un primer momento o tu interés por la fotografía se despertó más tarde?
De niño me regalaron una Polaroid y me encantaba tomar fotos. Pero cuando estuve en la secundaria mi familia juntó una plata para comprarme una cámara de regalo de navidad. Eso fue al mismo tiempo que el punk entró más a mi vida. En ese momento la escena y las tocadas eran bastantes violentas y nunca tomé el riesgo de llevar la cámara por temor de que me la iban a robar. Unos años después que hice más amigos y me sentía un poco mas conectado a gente que me apoyaba, y empecé a llevar la cámara a conciertos y fotografiar. Mucho de mis primeros trabajos son retratos.
¿Cuáles consideras que han sido los fotógrafos que más te han influido?
El mundo de fotografía realmente se me abrió cuando empecé a tomar cursos en Columbia College de Chicago. Hasta tenían y siguen teniendo un museo de fotografía. A finales de los 80 llegué a ver a muchos artistas dar charlas. Gente como Duane Michaels, Robert Frank, Anne Noggle, Nan Goldin y muchos más. Los trabajos de Larry Clark, Robert Frank, Diane Arbus, Mary Ellen Mark, y tambien trabajos de Mapplethorpe y Joel Peter Witken me abrieron los ojos bastante. De punk había fotógrafos cuyos trabajos me gustaban también: Phil N’ Flash, Murray Bowels, Mouse, Ann Summa, Chris Boarts y muchos más.
Llevas haciendo fotos desde el 85 ¿cómo fue tu paso a la fotografía digital?
Me tomo mucho tiempo cruzar al digital. En el principio no me interesó la calidad de digital para nada. En los ultimos diez años empecé a notar un cambio en la calidad de las fotos digitales y salté, ahora lo uso seguido.
Los Crudos se han convertido en una pieza fundamental del HC cantado en español y en cierta medida abrieron camino para otras bandas. Cuando veo tus fotos de directo, siempre me sorprende la cantidad de camisetas de grupos clásicos del estado español como Eskorbuto o Parálisis Permanente, y muchas veces me da la impresión que el punk clásico despierta más interés en USA que en España ¿piensas lo mismo? ¿a que lo achacas?
En los últimos años entre el punk estadounidense la gente empezó a dar mucho interés al punk mundial y especialmente al español. Ahora el punk Latino es una escena bastante grande en Los Ángeles, Tejas, Nueva York, Chicago y eso también ayudó a llamar la atención sobre todas las bandas clásicas. Se puso de moda de traer camisas de Eskorbuto, Parálisis y RIP pero creo que todos saben esa época ya no volverá y menos mal que la mayor parte de la atención sigue en bandas del momento.
Desde mi punto de vista Los Crudos terminaron con cierta homogeneidad en el HC norteamericano ¿cómo consideras que se recibieron sus letras en esa escena? E
n el principio fue un choque para mucha gente, había muy poca gente cantando sobre las experiencias de inmigrantes y no solo el hecho de cantar en castellano sino que la temática chocaba mucho. Los Crudos pasamos momentos muy interesantes y positivos pero también momentos tensos. Había apoyo de mucha gente, generó mucho curiosidad y había mucho para hablar, el porqué de todo eso. Había rechazo de algunos punks pero mucho apoyo también. Interrumpimos las “normas” del punk norteamericano y fue incómodo para gente. Para nosotros fue un encanto hacer lo que hicimos.
Estás preparando varios actos con motivo del 25 aniversario de Los Crudos: nada menos que 8 días de exposiciones, conciertos y otras actividades ¿nos podrías explicar cómo están planteadas estas jornadas?
El evento se llama Desafinados celebrando los 25 años de Los Crudos y punk en los barrios Latinos de Chicago. El enfoque es más en literatura, vídeo y arte visual. El 30 de Septiembre abre la muestra que se concentra en la historia del punk Latino en dos barrios de Chicago, Pilsen y La Villita. Son barrios de latinoamericanos y barrios que tuvieron una historia de regionalización. Vamos a mostrar los posters, discos, fotografías, artistas que salieron de la escena pero también damos espacio a artistas del barrio que siempre nos apoyaron. Los días siguientes invitamos a artistas para dar charlas sobres sus trabajos, gente como Alice Bag de Los Ángeles de la primera época de punk de Los Ángeles y Michelle Gonzales de Oakland, California las dos van a leer de sus recientes libros. Va a haber una noche de Queer Art donde artistas como Dorian Wood de Los Ángeles que trabaja más en performance va participar. En total van a ser ocho días celebrando el arte que rodea el punk también una feria adonde mas de treinta artistas van a estar mostrando y vendiendo sus trabajos. El evento es gratis y abierto a quien le interese.
Cantas, haces fotos, realizaste un documental, diseñas carteles…prácticamente has tocado todas los palos de la escena ¿hay alguna actividad que te llene más que las demás?
Eso depende de donde estoy en mi vida, y en mi cabeza en ese momento. Dependiendo a dónde quiero llegar con un proyecto va determinar que uso para hacerlo. No me gustan las reglas o la idea de que sos fotógrafo y tenés que cerrarte entre esos límites.
Como alguien que lleva 30 años dentro de la escena punk como fotógrafo, espectador y sobre el escenario ¿qué cambios resaltarías tanto en el movimiento en general como en el público en particular?
Siempre esta cambiando, hay momentos que son bastante interesantes y momentos que se ve medio muerta la cosa…lo que se es siempre me interesa la música en vivo en espacios ilegales y fuera de los “Clubs”;el punk en Chicago es eso. En sótanos de casas o espacios que se convierten en un local para bandas hay pocas reglas y esa energía mas salvaje del punk siempre me hace sentir algo. El club oficial mata el punk y lo esteriliza y pierde tanto…
La reunión de Los Crudos ¿es algo sólo puntual o podemos esperar nuevos temas, giras…?
Va a haber más, estamos hablando de grabar unos temas nuevas vamos a ver como nos sentimos. Por ahora todo se siente bien y se tiene interés y energía todavía; entonces seguimos.
Tanto Los Crudos como Limp Wrist han supuesto una ruptura total con el cliché de bandas afines, en dos sentidos diferentes, pero complementarios: Los Crudos, cantando en español sobre temas como la gentrificación, la violencia pandillera, la inmigración y las desigualdades socioeconómicas, y Limp Wrist tratando de manera muy provocadora una temática concerniente a la comunidad gay. Echando la vista atrás ¿cómo te sientes a este respecto? ¿sientes que has abierto un camino, a modo de pionero, en la escena HC estadounidense?
Yo hago que siento en el momento. Mis bandas siempre empezaron de nada y sin saber cómo iba salir. Tuve suerte con los proyectos que he hecho y también por el apoyo de tanta gente que ha ayudado mucho. Para mí, el punk siempre tiene que pisar dedos y poner todo sobre la mesa. Hay momentos en que arriesgas perdiendo público, por ejemplo el salto de Crudos a Limp Wrist. Hay gente que a la que les gusta los dos, también gente que prefiere uno o el otro. Poniéndome loca en el escenario con Limp Wrist o si hablo de homosexualidad en un concierto de Los Crudos va molestar al ultra macho ¿no? Entonces para mí esos riesgos se tienen que tomar y como artista no voy a morderme la lengua para complacer al público. Eso seria vacío y lo menos punk que puedo ser.
Después de 30 años en la escena ¿qué es lo que te sigue enganchando al punk?
Me interesa lo que tienen que decir o hacer las nuevas bandas. Me interesa, aparte de la música agresiva, la energía esperando a ver quien va pisarme a mí los dedos. Le escena todavía está alineada con algo under, illegal, sin permiso, salvaje, desesperado, creativo y de ese ruido y “mierda” va salir muy buenas cosas.
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