En palabras del propio director Alejandro (cuya entrevista ya la puedes leer al finalizar esta intro):“Tras años de intentos, tropiezos y precariedad, arrastrando la sombra de músico genial y maldito, Kiko Veneno se da la última oportunidad para vivir de la música. Son los años previos a la Expo92 y Sevilla vive un momento de transformación que afecta a toda la ciudad de manera desigual. Esta película es un retrato colectivo de las personas y los espacios que en ese contexto posibilitaron el proceso de creación del disco Échate un cantecito, una de las obras más influyentes de la música popular en español. Échate un cantecito es un disco inmenso, multigeneracional. Diez canciones de dominio colectivo que muchos asocian a una estación de su vida, parte de una época. Vivida y rodada entre Sevilla y Londres, escenarios naturales que fueron testigo del renacimiento artístico de este músico genial, UN DÍA LOBO LÓPEZ es una película musical que habla de música.”

Además tenemos la inmensa suerte de también poder lanzarle algunas preguntas a nuestro querido Kiko Veneno.

Alejandro, cuéntanos un poco sobre tus labores. ¿A qué te dedicas? ¿De donde viene tu pasión por la música, el cine…?
Me considero cineasta. Me licencié en Comunicación Audiovisual e Historia del arte y posteriormente estudié guion en una escuela de cine. Llevo unos 15 años trabajando en diversos ámbitos del mundo del cine y la televisión que van desde la dirección, la producción o la escritura.
Por otro lado, me gusta pensar que aun conservo cierta sensibilidad, con lo que no me resulta muy difícil acercarme a algunos estímulos artísticos o culturales con la idea de nutrirme, hacerme reflexionar, alegrarme o cuestionarme un poco.

¿Cómo conociste a Kiko en persona? ¿Y por qué una película de Kiko y no otro?
A Kiko lo conocí en persona hace muchos años en un concierto, pero la relación que tengo actualmente con él viene de este trabajo.
Supongo que la historia de Kiko y los años en torno a la creación de su disco “Échate un cantecito” tenían los ingredientes necesarios para motivarnos. Personalmente siempre he admirado su música, sus canciones y su discurso, y el hecho de poder jugar con esos mimbres en una época tan jugosa como los años pre-expo en Sevilla era algo muy motivador.

grabación Londres

A muchos nos ha pasado que por la diferencia de edad, cuando se publican estos discos de Kiko, pues andamos en los 10-12 años… y el nombre de Kiko a uno le va sonando de salir en TV, Radio (y aquella Bola de Cristal!)… Pero al ser unos niños, como que su música no nos ha llegado aun a nosotros en ese 1992. Y es obvio que es de mayor cuando uno se sumerge de lleno en la música, poesía y todo el universo creativo de Kiko…, ¿tú como llegas a la música de Kiko?
Cuando salió al mercado “Échate un cantecito” yo era un niño de 10 u 11 años, pero recuerdo que esas canciones seguían rondando casi cualquier ambiente por el que paseaba algunos años después en mi primera juventud. Tanto este Lp, como el de Veneno fueron fundamentales durante mi adolescencia y junto a otros músicos que acercaban el rock al flamenco como Triana, Guadalquivir, Imán, Smash, Pata Negra, Lole y Manuel… fueron para mi, de alguna forma, un aliciente seductor para aproximarme igualmente al flamenco.

¿Cómo llega a ti esta historia, llevabais tiempo dándole vueltas…? ¿te la proponen o es algo que se te ocurre a ti…?
La idea original es de la productora Irene Hens. Ella me propuso idear una película documental que estuviera protagonizada por Kiko y las canciones que acabarían conformando el Lp del cantecito.

Para situarnos en la historia…
– ¿En que año termina Veneno, el trio? 1979
– ¿Qué hizo Kiko del 77 al 89…? Música, otras inquietudes… Realizó varios discos: “Seré mecánico por ti” 81, el Maxi single “Si tu, si yo”, “Pequeño salvaje” 87 y “El pueblo guapeao” 89. Participó en algunos capítulos del programa “La bola de Cristal” y se buscó la vida de direrentes formas, pero eso, mejor, preguntadle a él.
– ¿En que periodo empieza a ensayar, demos, etc… de “Échate un Cantecito”? Justo después de “El pueblo guapeao”, 89-90.
– ¿En que años montó el bar de Conil? Su bar de Conil es bastante previo, es de justo después de la disolución de Veneno.

El documental se realiza entre Sevilla y Londres. ¿Cómo te planteas toda esa labor? ¿qué tiempo para realizar todo el trabajo, de que equipo contáis…?
Teniendo en cuenta que una de las partes de peso de la historia era la producción del Lp en Londres, teníamos claro que debíamos rodar allí en los espacios en los que transcurrió esta aventura contando además con las personas que la protagonizaron.
Afortunadamente la película no lo hago yo solo. Yo simplemente soy el director y el coguionista. Para realizar la película hay un trabajo muy grande de todo un equipo, no solo de producción, sino también de documentación, guion, sonido, fotografía, arte, montaje… Tanto la preparación, como el rodaje y la postproducción son procesos bastante dilatados en los que hay que calendarizar junto al resto de compañeras y compañeros todo ese trabajo, intentando ser certeros y eficientes remando a favor de la intención artística que se ha planteado.
Tomando como referencia otros trabajos anteriores, este ha sido bastante rápido. Desde que planteamos la idea a Kiko hasta su estreno en el festival de Sevilla transcurrieron aproximadamente dos años.

¿Qué dificultades has encontrado en la realización del mismo?
Con respecto a la realización, si puedo contarte que quizá lo que más trabajo nos costó encontrar fue la fórmula con la que sentirnos cómodos haciendo un documental musical. Desde el principio queríamos alejarnos del documental musical que termina siendo un muestrario de “expertos” configurando una hagiografía del personaje a tratar. Nuestra intención era realizar una experiencia musical que narrara la historia de la gestación de un Lp atendiendo a su contexto. Personalmente me atrae la idea de trabajar las películas a nivel conceptual; basarlas de alguna forma en un concepto y que este acabe reflejándose a nivel formal en la pantalla. En este caso, el concepto por el que apostamos era una mesa de mezclas, de ahí la utilización de la doble pantalla, así como de las diferentes variantes que se llevan a cabo. Igualmente pienso que el documental no necesariamente tiene que ser el contenedor de un hecho artístico o cultural, sino que defiendo su valor cultural y artístico per se. Por este motivo hemos intentado generar un discurso y una experiencia artística más allá de un simple relato.
Quizá, más que dificultad era un reto poder llevar a cabo una experiencia cinematográfica que fuera muy musical y estuviera a la altura de las canciones del álbum.

¿La mayor alegría para ti del documental y el momento quizás más duro?
La mayor alegría probablemente fue el día del estreno en el Festival de Cine de Sevilla en el teatro Lope de Vega. Fue especialmente gratificante comprobar durante la proyección que las secuencias funcionaban; el silencio, la risa… se palpaba en el ambiente. Creo que el primer pase con público es de especial fragilidad para cualquier película y la sensación que percibimos de la gente, al menos para mi, superó cualquier expectativa.
Los momentos más duros se los lleva en este caso la gestión del archivo. Por un lado, ha sido maravilloso poder trabajar con tanto material, pero por otro, al haber tantas fuentes diferentes, ha sido tan difícil como extenuante gestionarlo.

¿Qué no has podido meter en la película que te hubiera gustado?
En el montaje final se han caído muchas secuencias, principalmente por ritmo, duración o simplemente porque no fuimos capaces de hacer que estuvieran a la altura del resto. Me hubiera gustado tener más archivo de algunos de los pasajes que se cuentan, sobretodo de la experiencia de Kiko en la oficina de la Fundación Luis Cernuda, y de la grabación en Londres o de algunas canciones del Lp que finalmente se cayeron como “Fuego” o “Echo de menos”, pero en general estoy muy contento con todo el material y el montaje final. Creo que la idea original de crear una experiencia musical está bastante bien reflejada a lo largo de todo el film.

¿Podrías dar alguna pista para aquellos lectores amantes de la música, la historia y el documental y les gustaría tirarse al barro a hacer un documental de su artista favorito de su barrio o ciudad y que en muchos casos, saben mucho de realización/montaje… pero no tanto a la hora de conseguir financiación…?
Con respecto a esto me atrevo a decirte dos cosas:
1. Hay una altísima probabilidad de que termines odiando el tema al que le quieres dedicar un documental. Por suerte para mi, no ha sido el caso esta vez 🙂
2. Hay una altísima probabilidad de que termines odiando el mundo del documental si no vas de la mano de una productora profesional.

¿A que otros músicos o artistas o momentos sevillanos de su historia reciente te gustaría hacer un documental?
Hay muchísimos. El universo del “underground sevillano” es muy rico. Solo hay que saber buscar y escuchar la historia de la forma adecuada.

Y por último… ¿Harías otro documental con y de Kiko?
Cuando acabe esta historia te cuento 😉

Kiko, ¿qué grupos escuchabas en esos años y te pudieron inspirar? 
Aparte de seguir a mis favoritos, Camarón, Dylan, Miles Davis, Paco de Lucía, y escuchar siempre a Jimi Hendrix, Frank Zappa, La Niña de los Peines, Marley, etc
Lo nuevo que empecé a escuchar esos años fue la música africana. Después, el disco de Paul Simon, Graceland, y cosas muy variadas, como siempre. De lo nuevo me impactó mucho Nirvana. También escuchábamos Kid Creole, Caetano Veloso y Gilberto Gil, Tom Waits y tantos otros. Y cada año las coplillas del carnaval de Cádiz

Años anteriores teníamos a artistas que les iba aparantemente bien como Ketama, Pata Negra… y aunque sabemos que siempre has ido a tu aire… ¿tu te veais un poco en esa corriente musical? 
Coincido en parte con la corriente de Ketama y Pata Negra, aunque mi estilo siempre fue más personal, no quiero decir que el de ellos no lo fuera que lo era y mucho. En fin, cada cual es como es.

“Fuego” es de nuestras favoritas del disco, con ese ese sonido brasileño, africa, y ese calor andaluz… Hablanos de ella…
“Fuego” es una de las canciones más sencillas que he hecho. Es un canto al sexo, a la mujer, con palabras claras, pero poéticas.

Lolo Ortega

“Salta la rana” es la del limón en la frente y las cosas del amor… Siempre hemos pensado que eran letras populares, ya que se ha escuchado en varias letras del flamenco, pero en tu documental se habla de un hecho concreto que os sucedio y que inspiro lo del limón… ¿Puede ser que aquí fuera al revés… y fuera el cantecito que inspiró a los flamencos…? En concreto lo escuchamos por ejemplo por Jerez:
…Me tiraste un limon en la frente
esto lo hace el amor
o flamenquita lo que siente…
Siempre meto en mis discos, desde Veneno, un verso del folklore popular. Y en este metí lo de mí tiraste un limón, que yo lo había escuchado por primera vez por soleá.
No os quepa duda de que los flamencos no me han copiado.

Juan Ramón Carames

¿Qué recuerdas de la gira con Santiago Auserón?
La Gira con Santiago Auseron fue un regalo precioso, fue mi primera gira de verdad, con 40 años, guardo un recuerdo maravilloso.

Staf es de Málaga y recordamos con mucho cariño cuando te dieron el premio moments en 2019, un premio que te dio la gente de la calle, del barrio… desde el cariño por todo lo que has dado el pueblo con tu música y poesía… Ese día viniste con tu parte de tu familia, y también muy emotivo por la exposición de Carmela Alvarado, etc., ¿qué significa Málaga en tu vida y esta parte del Mediterráneo sureño andaluz?
Siempre me gustó Málaga, venía mucho aquí a compartir con los Tabletom, con Jesús, con Pepillo y Perico y con Roberto. Malaga es muy especial, muy dulce, la gente vive en la calle de una forma muy única y sabe escuchar la música y apreciarla. Mi amistad con Málaga desde el principio fue para siempre.

mas info, ver la peli, etc… UN DÍA LOBO LÓPEZ

https://www.youtube.com/watch?v=ViT1lMj6aAg

Joe Dworniak & Matt Kemp

Frank Tontoh

Pajaro