{english below} Mientras el ex vocalista de Minor Threat, Ian MacKaye negara constantemente que la intención del tema “Straight Edge” fuera la de convertirse en un movimiento, los “Youth of Today”, siguen teniendo ese lema por bandera. Formada tan solo unos años después de que Minor Threat desapareciese, la banda pronto se convirtió en “la banda” dentro del hardcore, un grupo que huyó de la sordidez de los suburbios, del abuso de sustancias y de todo lo lascivo para tocar la ciudad de Nueva York.
Fue allí donde la banda se convirtió en una verdadera leyenda de hardcore, impregnada por la ineludible influencia de Minor Threat, SS Decontrol, DYS, Negative Approach, and Crucifix. Música dura para duros mensajes que debían ser gritados a viva voz. Y para completar el pack, dejaron de lado el estereotipo de punkis con chupas de cuero y pelo crestudo para enfundarse en beisboleras, Nikes, Vans, piratas y sudaderas Champion.
La banda y sus aférrimos tenían un aire muy de mañana, luciendo más apropiados para cerrar un contrato que para pedir a gritos un cambio. Enseguida fueron conocidos como “Youth Crew”, expandiendo un mensaje tan positivo y eléctrico que muchos de los punks más puristas los etiquetaron como “los atletas”.
En 2016, cualquier tema adornado con un toque colegial, tocada por algún chaval medianamente en forma y portando la “X” de todos aquellos que comparten el estilo de vida “straight edge” aún son considerados “Youth Crew”. Pero, ¿son Youth Crew un sonido en sí mismo u otra pandilla al uso? He decidido preguntar a su miembro co-fundador y guitarrista, John Porcelly; sobre sus orígenes y sí, también sobre sus músculos.
Youth of Today
Lo primero de todo, ¿quién es Rat Boy y cómo terminó escribiendo la letra de “Youth Crew”?
Rat Boy era un niño cool del hardcore de CT que frecuentaba el Anthrax Club en aquellos tiempos mozos en los que había una galería de arte en Stamford. Le llamábamos “niño rata”, porque tenía uno de esos cortes de pelo horroroso con un rapado al uno en toda la cabeza y una trenza Jedi por atrás. Era un adolescente como nosotros, mientras que la mayoría de los seguidores tempranos de CT tenían unos veinte, así que naturalmente gravitábamos alrededor de ellos. Además, patinaba y eso nos convirtió en amigos instantáneamente. Probablemente, también era de los muy fans de Youth of Today y empezó a venirse a nuestros ensayos y a cantar a los primeros shows, antes de tener el primer disco fuera.
Su primera contribución a YOT fue la creación del diseño de nuestra primera camiseta: la infame “Josh Says Mosh” con aquel tío hipermusculado derrumbando un muro y gritando “Mosh”. Solo hicimos unas pocas. Creo que la intención de Rat Boy era simplemente la de hacer rabiar a los viejos punks desde la perspectiva de querer crecer como una nueva y distinta nueva generación, con nuestras propias ideas y sonidos. También quería trasladarlo a nuestras letras; siempre decía “Tú, Ray, ficha esto. ESTO ES HARD!”. Una de esas ocasiónes fue con Youth Crew, que fue unas de las primeras canciones que escribimos.
El año pasado me encontré a Rat Boy paseando por Lower East Side. Ahora es Dj y tiene la misma pinta que aquel entonces, salvo por la cola de rata. Le dije “Rat Boy, ¿eres consciente de que Youth Crew es ahora un género del hardcore en sí y que hay bandas que se llaman a sí mismas Youth Crew por todo el mundo? Estaba sorprendido. Yo también me sorprendo de que un poema que se hizo en cinco minutos en la parte de atrás de un cuaderno de mates cuando tenía 17 siga teniendo ese poder 30 años después. Imagínate.
Judge. John, abajo a la derecha
Los YOT tomasteis influencias de las Boston Crew, pero ¿qué fue lo que os hizo tomar un estilo tan contrario al del Punk/Hardcore de aquel tiempo?
Bueno, éramos deportistas. Mientras la gran mayoría de los punks lo único que levantaban eran sus cervezas, nosotros, que éramos abstemios, lo único que levantábamos eran pesas. Yo jugaba al fútbol y Ray estaba en el equipo de lucha. Y, como ya he comentado antes, éramos jóvenes e intentábamos encontrar nuestra identidad dentro de una escena llena de crestas y botas militares. Pensamos que era bastante más auténtico vestirnos como nos vestíamos siempre. Y eso implicaba cambiar las chaquetas y pantalones de cuero por varsities y piratas o las Doctor Martens por Nikes. Molaba. Era tan diferente al resto que incluso lo hacía más punk y rebelde que simplemente teniendo la misma pinta que cualquier Wattie.
Al principio, solo éramos Ray y yo pero según fuimos tocando en sitios, los chavales más pequeños empezaron a aceptarlo como algo ” en contra de la contracultura”.
Mucha gente se refiere a “Youth Crew” como un sonido, pero ¿podrías explicarnos exactamente quién era la Youth Crew y cómo llegó a crecer tanto que los niños en América (y después en el resto del mundo ), aún se identifican con ello?
Al principio, Youth Crew era YOT más un pequeño círculo de amigos, los llamados “Crippled Youth”: Dave Stein y Steve Reddy de Albany, Rat Boy, Dave Run It, Herbie Straight Edge, otro chico de mi instituto, Travis y algunos otros skaters de CT. Éramos un puñado, más que nada porque éramos los únicos abstemios en el área de Tri-State en ese momento. Así que era nosotros frente al mundo y creo que para los straight edge de ahora, que siguen siendo minoría, el sentimiento sigue siendo el mismo.
Opino que Youth Crew tiene aún tanta relevancia porque, al igual que la nueva Generación X, éramos un grupo de jóvenes vistos como inocentones y tontos por tomar una postura tan dura en contra del alcohol y que tuviéramos gusto por el hardcore, en vez de por una música más “madura” con letras y estructuras más complejas. La inmensa mayoría de los de la generación siguiente a la nuestra ya han pasado página, en cambio nosotros amábamos el mosh y el hardcore y eso parece que a las generaciones más jóvenes y enérgicas les sigue pareciendo la música más cañera de todos los tiempos.
Shelter. John a la derecha
¿Crees que Youth Crew se desmarcó de aquel estereotipo de los 80 de pobreza y, por así decirlo, destrucción?
Sí. La escena punk de Lower East era un glorioso desastre: mucha droga dura, mucho desertor, mucha violencia… A la gran mayoría de los chavales les encantaba la música y la energía de los shows, pero no se identificaban con la oscuridad y el típico “Fuck The World” de Sid Vicious que aún se respiraba en aquellos tiempos. Creo que Youth of Today era una mezcla entre ser una banda respetable que le gustaba estar en el momento y en el lugar adecuados. Los niños de NYC estaban preparados para algo nuevo y fue por ello por lo que nuestro hardcore positivo subió como la espuma. Éramos una alternativa a la amargura y al esnifar pegamento.
¿Cómo recuerdas el estar de gira y ver cómo chicos de diferentes partes del país iban adoptando el look de Youth Crew?
No sé qué clase de karma extraño tenía Youth of Today pero, desde nuestro primer show, hubo como una especie de bombo indescriptible alrededor de nosotros. No me preguntes por qué. Éramos una banda de don nadies de CT. Fuimos contratados para nuestro primer tour -el “Can’t Close My Eyes Tour”- cuando tenía 18 años. De hecho, los promotores llamaban al teléfono de mi padre que era el que hacía de gancho para que tocáramos. Los conciertos eran todos en pequeños clubes y en sótanos, pero siempre había un puñado de straight edges totalmente locos por vernos. Un año después por las mismas fechas, volvimos con el tour “Break Down The Walls” con un poderoso cartel formado por mí, Ray, Richie Underdog, Mike Judge y Walter y claro, ahí las cosas cambiaron. Había una tonelada de edge kids en cada show, cantando cada una de nuestras canciones como si les fuese la vida en ello.
Algo estaba pasando en la escena. Algo nuevo estaba llegando y se olía en el ambiente. Ahí es cuando empecé a ver a chicos con X en las dos manos, jerseys Champion y Vans bajas. Era raro, pero cool al mismo tiempo. Como decía antes, creo que la situación tenía un tamaño mayor que la propia banda y que los chicos utilizaran nuestra ropa era símbolo de que algo nuevo se estaba perfilando.
Youth of Today. foto: Chris Fortin
“PHYSICALLY STRONG, MORALLY STRAIGHT” no era una broma. Tanto Ray (Raghumath) como tú habéis mantenido estilos de vida muy activos. Si miras hacia atrás, ¿qué significaba esa letra para ti? ¿fue algo que marcó tú vida para siempre?
Queríamos crear una revolución. En serio. Nos encantaba el poder y la energía de hardcore pero bajo ningún concepto estábamos metidos en el ethos destructivo del punk. Nos gustaba estar limpios y en forma. Creíamos en la importancia del vegetarianismo y queríamos ser parte de un nuevo estilo de vida. Cuando estaba en el instituto, todo el mundo comía comida basura, escuchaba música de mierda sin ningún tipo de sentido e iba a fiestas a emborracharse hasta morir. Esa era la cultura de la juventud de aquellos años pero Youth of Today se postuló en la parte contraria. Y hasta hoy, me mantengo en contra de toda la mierda de la que nos alimentan los medios. Hago ejercicio, yoga todos los días, medito, leo y doy lo mejor de mí para mejorar mi vida. Le pido a Krishna que traiga una nueva y renovada banda tipo Youth of Today para sacar a esta generación de los videojuegos, de la vida sedentaria y de una vida conducida por el social media. En serio, necesitamos una nueva revolución en sí. Nuevos edge kids.
¿Percibes alguna reminiscencia de Youth Crew en la cultura y la moda mainstream de hoy en día?
Siempre lo digo de medio en broma, pero puedo decir que “inventé” los pantalones de camuflaje. ¡Pregúntale a cualquier ochentero! Fui el primero en llevarlos. Vi a Agnostic Front vestido de camuflaje de la cabeza a los pies en los inicios del CBGB y pensé que era putamente cool. Pero yo solo era más de shorts y los llevaba también en invierno con térmicos debajo, así que me compré unos pantalones de camuflaje y los corté. Era un invento híbrido entre lo Skin y los Youth Crew. Abercrombie & Fitch, ya podéis mandarme mi cheque. De nada.
¿Cuáles son tus primeros recuerdos de cuando te mudaste a Nueva York a mediados de los 80?
Lo recuerdo vívamente. Ray encontró un apartamento entre la séptima y octava Avenida cuyo alquiler solo costaba 300 dólares al mes. Tenía un baño compartido para toda la planta, lo cual era un poco asqueroso pero el precio estaba muy bien. Así que le dije a mi padre que dejaba la escuela y que me iba a la ciudad para dedicarme al hardcore y a la banda a tiempo completo. Mientras hacía la maleta mi padre me gritaba “¡Tú y ese vagabundo vais a estar de vuelta en una semana rogando el volver a casa! ¡Jamás lo conseguiréis en Nueva York”.
Siempre he sido muy cabezota y eso, en parte, hizo que funcionara, sólo para enseñarle que podía hacerlo. Para cuando conseguimos Ray y yo terminar la mudanza era muy tarde, pero decidí que iba a premiarme con un buen helado por el trabajo bien hecho, así que caminé unos cuantos bloques en dirección a la bodega. En la 14ª y la 8ª, solía haber una tienda de donuts 24 horas bastante sórdida, sobre la que después descubrí que tenía el sobrenombre de Transvestite Donut, ya que de madrugada se convertía en un punto de encuentro de travestis y transexuales. De hecho, según iba caminando, varias drag-queens me lanzaban besos y la verdad es que eso asustó bastante a mi culo de urbanización.
Nunca había visto a una drag queen y pensé que venía directa a por mí. Después pasé otro bloque y vi a dos gays haciendo de las suyas en un portal. De nuevo, no había visto nunca algo asó y flipé, no solo porque fueran gays, si no porque no estaba acostumbrado a que nadie tuviera sexo en la misma calle! Compré mi helado y volví atacado tomando un camino distinto.
Tras unas cuantas semanas, ya me había aclimatado y estaba bastante a gusto. Necesitaba aprender que la vida no era tan rosa como en los pequeños barrios y que había todo tipo de personas en el mundo. Me ayudó a abrir mi mente, a ser más tolerante y a aceptar otros puntos de vista y estilos de vida. Por primera vez viví con diferentes razas y culturas, con gente sin hogar o con gente con mucho dinero. Aprendes a ver a las personas como personas de una manera respetuosa. Fue una buena preparación para lo que venía.
English:
JOHN PORCELLY AND THE ORIGINS OF “YOUTH CREW”.
While former Minor Threat vocalist Ian MacKaye has repeatedly stated that he never intended the band’s song “Straight Edge” to become a movement, Youth of Today embraced the idea of flying that flag. Formed just a few years after Minor Threat was dismantled, the band quickly became “the” straight edge band in hardcore, fleeing their prospective burbs for the center of sleaze, substance abuse, corruption, and all things lewd and lascivious: New York City.
It was in New York where the band became true hardcore legends, behind a physical, confident, and direct brand of hardcore, influenced by Minor Threat, SS Decontrol, DYS, Negative Approach, and Crucifix. Hard music for a hard message, and one meant to be shouted out loud. And to match the musical delivery, the band stood out by defying the leather and mohawk punk stereotypes, wearing varsity jackets, high-top Nikes and Vans, cargo shorts, Champion sweatshirts, and even running pants.
The band and their friends stood out at matinees, looking more apt to compete at a meet, rather than shoot up or beg for change. The band and clique became known as the “Youth Crew,” spreading a purely positive message that was so boisterous and brash that many punk purists labeled them “jocks.”
In 2016, any demo or record with a collegiate font, played by some slightly fit boys bearing X’s that shares a style with Youth of Today, Bold, Judge, or other straight edge bands associated with the late-80s considers themselves “Youth Crew.” But is Youth Crew a sound or a clique? I decided to ask co-founding member and guitarist of Youth of Today (oh, he also played in the aforementioned bands and more, but you know that), John Porcelly about the origins of the crew, the look, and yes, the muscles.
First off, who is Rat Boy and how he did he end up writing the lyrics for “Youth Crew?
Rat Boy was this really cool hardcore kid from CT who frequented the Anthrax club back in the early days when it was an art gallery in Stamford. We called him Rat Boy, because he had one of those Sick of It All “rattail” haircuts—a flat top with a Jedi braid in the back. He was a teenager like us, while most of the early CT scenesters were in their 20s, so naturally we gravitated towards him. Plus, he skated so that meant we were instantly friends, since skateboarding was pretty underground back then and fellow thrashers were hard to come by. He was probably also Youth of Today’s first “fan,” and he would come to our first practices and sing along at all the early shows, before we had a record out.
His first YOT contribution was drawing the design for our first t-shirt: the infamous “Josh Says Mosh” shirt, depicting a musclebound dude breaking down a wall and screaming “Mosh.” We only made a few, and I think it was just Rat Boy trying to come up with something that would piss off the older punks since we wanted to set ourselves apart as the younger generation, with our own ideas and sound. He also would bring lyrics to our practices, saying, ‘Yo Ray, check this out. This is HARD!’ One of those was Youth Crew, which became one of the first songs we ever wrote.
I happened to run into Rat Boy last year in NYC, walking around the Lower East Side. He’s a DJ now and looks exactly the same, sans the rattail. I told him, ‘Rat Boy, do you understand that Youth Crew is now considered a whole genre within hardcore, and that there are self-proclaimed Youth Crew bands all around the world?’
He was amazed. Actually, I’m amazed too that a stream of consciousness poem he wrote in five minutes on the back of his math homework, when he was 17 still has staying power 30 years later. Go figure.
Youth of Today took cues from Bostom Crew, but what was it that made you guys gravitate toward a style that was very counter to what the average punk/hardcore kid dressed like at the time?
Well, we were jocks. While most punks were lifting beers to their mouths, we were straight edge as fuck and lifting weights. I played football and Ray was on the wrestling team. And, like I said before, we were young and trying to find our own identity amidst a scene filled with mohawks and combat boots. We figured it was more authentic to just dress the way we always dressed. So that meant varsity jackets instead of leather jackets, rolled up jeans instead of bondage pants, crewcuts instead of liberty spikes and Nikes instead of Doc Martens. It was cool. It was a look. It was different from everyone else and that actually made it more punk and rebellious than just looking like every other Wattie wannabe.
At first it was just me and Ray but as we started playing shows a lot of the younger kids on the East Coast adopted it as a kind of “counter to the counter culture.”
Every revolution needs a uniform, and it eventually became the straight edge fashion statement.
Many people refer yo “YOUTH CREW” as a sound, but can you explain exactly who the Youth Creo were and how it grew into something that kids across America- and later the world- still identify with?
In the beginning, the Youth Crew was Youth of Today and our small circle of friends, namely the kids from Crippled Youth, Dave Stein and Steve Reddy from Albany, Rat Boy, Dave Run It, Herbie Straight Edge, this kid Travis from my high school and a few CT skater kids. There were only a handful of us, because we were literally the only straight edge kids in the Tri-State area at the time. So, it was us against the world, and I think straight edge kids—who will forever be the minority—still feel like that even today.
The whole Youth Crew thing is still relevant because, like the new xgenerationx, we were young and considered naive and dumb for taking such a hard stance against drinking and still clinging to fast hardcore with breakdowns, instead of more “mature” music with complex songwriting and musicianship. Most of the older generation had moved on. But we loved that early moshtastic, super-hard hardcore and to this day I think young, energetic alternative kids find it the most powerful, moving music ever.
Youth of Today’s contribution is that we refined the sound and made it positive instead of nihilistic and violent, which was a breath of fresh air in the scene and evidently still is.
Did the Youth Crew really stand out in the 80’s, especially against people´s stereotypical vision of a city pock-marked with poverty at the time?
Yeah. The Lower East Side punk scene was a glorious mess. Lots of hard drugs, lots of runaways, lots of violence. Most kids loved the music and the energy of the shows, but didn’t really dig the darkness and the Sid Vicious “Fuck the World” thing that was still prevalent at the time. I think Youth of Today was a mixture of being a decent band and also being at the right place at the right time. NYC kids were ready for something new. That’s why when we hit the scene the whole positive hardcore thing took off like wildfire. It was an alternative to the glue sniffing and bitterness, which had become decidedly unfun.
When do you remember touring and seeing kids in different parts of the country kind of adopting the “Youth Crew” look?
I don’t know what kind of weird karma Youth of Today had, but from our first show there was a kind of hype about us. Seriously, I have no idea why. We were a nobody band from the overlooked CT scene. I booked our first tour—the “Can’t Close My Eyes” tour—myself when I was 18, and promoters were actually ringing my dad’s phone off the hook to get us to play. The shows were all small clubs and basements, but there were a handful of straight edge kids in each city, totally psyched to see us. By the time we came back the next year for the “Break Down the Walls” tour, with the mighty lineup of Me, Ray, Richie Underdog, Mike Judge and Walter, things had changed. There were a TON of edge kids, every show, singing every word like their lives depended on it.
Something was happening in the scene. The old guard was being replaced and something new was taking hold. You could feel it. That’s when I first started noticing kids with Xs on both hands, Champion sweatshirts and low top Vans. It was kind of strange, but kind of cool at the same time. Like I said, I think the whole thing was bigger than just the band -it was the dawning of a new era and kids just used our clothes as a symbol of that-.
“PHYSICALLY STRONG, MORALLY STRAIGHT” was no joke. Both you and Ray (RAGHUNATH) have maintained very active lifestyles. When you think back on it, what did that lyric mean to you and was it really a blueprint for your life in a way?
We were out to create a revolution. Seriously. We loved the power and energy of hardcore, but we really, really weren’t into the whole self-destructive punk ethos. We were into being healthy and in-shape and living clean, mean and smart. We honestly thought vegetarianism was important and revolutionary and part of a whole new way of living. When I was in high school everyone was into junk food, shitty meaningless music, burgers and keg parties. That was youth culture at the time, so Youth of Today was a stance against. And to this day I stand against all that media-fed crap. I exercise, do yoga every day, meditate, read, and try my best to live an uplifted life. And seriously, I hope to Krishna that a new, empowered Youth of Today-type band comes along one of these days to get this new generation of kids off their mind-numbing video games and out of their sedentary, shitty, social media-driven lives.
Seriously, we need a whole new revolution. New edge kids, get on it.
Do you see echoes of the Youth Crew in mainstream fashion/culture today?
I always half joke about it, but I kind of invented camo shorts. Ask anyone in the 80s scene, I was the first person to wear them. I saw Agnostic Front in head-to-toe camo in the early days at CBGB’s and I thought it was way friggin’ cool, but I was so into shorts that I would wear them even in the winter with thermals underneath, so I got a pair of camos and cut them off. It was sort of a Skinhead/Youth Crew hybrid of my own invention. Abercrombie & Fitch, you can send me a royalty check any time. You’re welcome.
What are your memories of first moving yo NYC as a teenager in the MID-80s?
I vividly remember moving to NYC. Ray had found an apartment on 15th St. between 7th and 8th Ave., that was only $300 a month rent. It had one shared bathroom for all the tenants on the floor, which was kind of gross, but hey the price was right. So I told my dad I was quitting college and moving to the city to play in a full-time hardcore band. As I was packing to leave, my dad was screaming at me that, ‘You and that drifter Cappo will be back in a week begging to come home! You’ll never make it in New York!’.
I was determined as fuck to somehow make it work, just to fucking show him I could stand on my own two feet. By the time Ray and I moved everything in, it was really late at night, but I decided I was going to treat myself to some ice cream for a job well done, so I walked a few blocks to the bodega. On 14th and 8th there used to be a seedy 24-hour donut shop, which I later learned was nicknamed Transvestite Donut, because after hours it became a hang-out for crossdressers and transgenders. As I walked by, a few of the drag queens blew me kisses and quite honestly it scared the hell out of my 18 year-old-suburban ass. I had never seen a drag queen in my life and I was kind of shaken up by it, thinking that I was in way over my head.
I walked another block and happened upon two gay men getting down in a doorway. Again, I had never encountered anything like that before and it freaked me out not only that they were gay, which I wasn’t used to, but that people would be having sex right on the street! I got my ice cream and walked nervously back to the apartment taking a different route.
After a few weeks, I was acclimated to it. It was good for me. I needed to learn that life wasn’t sheltered like the suburbs and that there were all types of people in the world, and it made me open-minded, tolerant, and accepting of other’s views and lifestyles. For the first time I lived with different races and cultures, as well as homeless people all the way up to uber well-off millionaires. You learn to see people as people, and worthy of respect. It was good training for what would come.
Esta entrevista ha sido publicada con el permiso de GREENROOM RADIO, a los que queremos agradecer enormemente su ayuda prestada.