Jeff Soto.
honestidad natural en un paisaje onírico

1 December 2022 Texto: Pedro Rodríguez Ruiz. Traducción: Javier Durán. Fotografía: Archivo.

{english below} Jeff Soto sueña. Pinta murales y ventanas en un horizonte continuo. Pero avanza hacia su lienzo recorriendo calles. Todas ellas. Las de su infancia y adolescencia. Las futuras que quiere conocer y recorrer. Fijándose en los pequeños brotes salvajes entre adoquines. En sus habitantes. Capta historias y emociones y las prende en llamas liquidas de colores. Narra la fantasía urbana. La imaginación rebelde de una cultura viva. Su reivindicación. Arte onírico con fuertes raíces de realidad.

Al poco de escucharle te das cuenta de que es un artista imaginativo y consciente. Sociable y humanista. Su obra explora. Pero no abandona la ciudad. Las lineas de su trazo parten de experiencias y opiniones políticas reales. Su pasión artística crece de la naturaleza que nos rodea. Tanto salvaje como urbana. Te da la clara impresión de que no quiere perderse nada de la vida. Que no se evade a ningún sitio. Un guía y educador perfecto. Un soñador que no camina sonámbulo.Disfrútenlo. (Podrás leer una versión ampliada de esta entrevista en el próximo número impreso de Staf Magazine).

 

Creciste en Fullerton (California), eres el mayor de cuatro hermanos y tus padres alentaban vuestra creatividad. ¿Cómo fue tu infancia?
Mi infancia fue interesante. Mis padres eran librepensadores y amaban la naturaleza. No es que fueran hippies, pero creo que sí eran librepensadores progresistas. Nos educaron para respetar otras culturas y valorar la educación. Empecé a dibujar cuando era joven y sí, mis padres también eran artistas, así que me animaron a dedicarme al arte. No ganábamos mucho dinero, nos mudábamos mucho y no crecí en los barrios más agradables, pero llegué a entrar en contacto con otros chavales artistas por el camino y aprendí a hacer nuevos amigos. Mis hermanos menores también eran artistas y creativos, pero no tenían el arte como objetivo del mismo modo que yo. Mi infancia podía ser algo estresante en algunos momentos, pero la recuerdo con cariño. Montábamos en bici, jugábamos con juguetes, escalábamos árboles y nos colábamos en sitios donde se suponía que no debíamos estar.

 

 

Naciste en 1975 cerca del océano Pacifico, de Los Angeles y de Santa Ana, durante una época de explosión de la cultura urbana. ¿Cuales son tus recuerdos más importantes como adolescente y las experiencias que más te han marcado culturalmente (música, deportes, tv, cómics y arte…)?
¡California en aquella época era una locura! De los 70 solo recuerdo un año o así, pero recuerdo la década de los 80 bastante bien. Recuerdo cuando nos mudamos a una nueva casa cuando yo estaba en segundo de primaria. Nuestros vecinos estaban dando una fiesta con quizás cien niños en su jardín; ¡nos acercamos a ver qué pasaba y estaban todos haciendo break-dance! Había niños dando vueltas sobre cajas de cartón aplastadas en la entrada del aparcamiento. El movimiento hip-hop estaba empezando a convertirse en algo mainstream y esos chavales de algún modo lo sabían. Creo que el skateboard fue el fenómeno cultural de California que más me influyó. Tuve mi primer skate en 1984. Aquella tabla era básicamente madera barnizada, sin pintura, pero yo tenía 9 años y era posiblemente la cosa más bonita que había visto en mi vida. Unos años después me enganché en eso del arte del skateboard, que no conocía por aquella época… aquello era algo muy de California. Artísticamente, el apartado gráfico del skate captó mi atención… pero también la revista Heavy Metal y los cómics, el arte grafitero de las bandas chicanas, las películas y los dibujos animados. Esas cosas junto con la cultura del surf, los hot rods, y el grafiti relacionado con el hip hop, todos estos creados en California. No fue hasta que salí de California cuando me di cuenta de la influencia que tuvo sobre mí.

 

 

Tu padre era impresor (offset printer) y taxidermista como hobby. Tus padres te alentaron el interés por animales y plantas o actividades como la jardinería o la pesca… Hoy por hoy cualquiera podemos admirar en redes sociales tu colección de cactus y la fuerte inspiración que la zoología y la botánica te inspira. ¿Qué puedes contarnos sobre esto?
Sí, a mis padres les gustaba ir de camping y de pesca. Tenían plantas de interior y terrarios, que eran muy populares en los 70 y 80. Recuerdo que también tenían un huerto cuando yo era pequeño. No era más que un jardín con tomates, pepinos, girasoles, judías… también tuvimos mascotas como gatos y perros pero también otras más exóticas como peces tropicales, ratas, serpientes, aves… ellos instigaron un amor y un respeto por las criaturas vivas, y que transmitiéramos ese amor a nuestro hijos. Me gusta trabajar en el jardín y planto cactus y suculentas. Algunas de esas plantas son como pequeñas obras de arte. Me gusta la variedad y cómo se han adaptado para vivir en diferentes condiciones adversas. Encuentro inspiración en esas extrañas plantas.

Siempre has estado metido en el arte. ¿Cuales y cómo fueron tus orígenes más independientes y rebeldes? ¿Cartelería para los conciertos de bandas de amigos? ¿Fanzines, arte en skates… etc?
A través del skate di con el grafiti. Encajaban bien juntos porque ambas eran culturas rebeldes. Con el skate, especialmente a finales de los 80 y principios de los 90, veíamos la arquitectura y el diseño urbano como terreno patinable. Usábamos los diques de alcantarillado de cemento, bordillos, bancos e incluso paredes como cosas sobre las que patinar. Con el grafiti pasaba lo mismo, buscábamos las localizaciones más visibles en las que pintar, y escalábamos a los tejados para escondernos si la policía aparecía. Había un espíritu de rebelión con ambas cosas, y una parte de ello se relacionaba con lo urbano y atendía a nuestras necesidades. A través del grafiti dimos con la música: punk, rap, rock y cosas a medio camino, y eso nos arrastró a otros pensamientos políticos y rebeldes. Los 90 fueron algo convulsos en California y los disturbios de Los Angeles fueron parte de ello. Como artistas del grafiti sentíamos que teníamos una voz y que teníamos que hablar a nuestros semejantes. Parte de mi grafiti era político, pero también empecé a crear obras políticas en papel, lienzo y madera. Y sí, creamos fanzines porque esta es la época pre-internet y no había un modo de contactar con otros que estuvieran inmersos en contraculturas como el arte, la música, las películas o el skate… los fanzines eran un medio creativo de llegar con artistas y activistas que pensaban del mismo modo.

 

 

Te dieron tu primer skate a los 9 años y este mundo te ha influenciado y entusiasmado siempre. ¿Qué nos puedes contar de tu contacto de ayer y hoy con el mundo del skateboard? ¿Sigues patinando?
¡Ha pasado tiempo, la verdad! Tengo 43 años y todavía tengo buen equilibrio, pero ya solo patino para dar alguna vuelta, y llevo sin patinar un par de años. Seguramente podría subirme a un bordillo, ¡pero en mis años mozos podría haberlo hecho sobre una mesa de jardín! Patinaba a diario hasta que tuve 20 años, pero poco a poco lo fui dejando porque me fui centrando en el arte. A los 20, dejé el monopatín una temporada porque las ruedas eran muy pequeñas. De verdad, apenas eran más grandes que la tabla para tener mayor margen para hacer maniobras. Quería patinar rápido y ninguno de mis amigos quería eso. Todo se convirtió en un rollo de ir despacio, hacer girar la tabla y contar con aterrizar sobre ella. No disfrutaba pasando el rato con los skaters en los 90; supongo que por aquel entonces me tomé en serio los estudios.

El dibujo te llamaba ya muy joven y experimentabas con muchos formatos y técnicas (pintura, fotografía y cine, cerámica…). ¿Cuales eran tus inquietudes como artista mientras te formabas?
Al principio quería diseñar naves espaciales para películas como Star Wars, pero una vez entré en el instituto empecé a leer sobre Andy Warhol y decidí que quería mostrar mi arte en galerías y museos, lo que sigue siendo mi mayor objetivo. Ahora doy clases y le digo a mis estudiantes que lo prueben todo. Sí, aprendí a grabar en vídeo, y editar películas y esculpir. Mi verdadero amor artístico es el dibujo y la pintura, pero sé hablar el lenguaje artístico de muchas maneras.

 

 

Tu formación académica pasa desde la California State Summer School for the Arts, Cal Arts, el Riverside City College y el Art Center College of Design de Pasadena. Cómo estudiante de siempre volcado en el arte y como artista ¿qué nos puedes decir sobre aquellos momentos de aprendizaje académico y de arte urbano y callejero?
Estuve aprendiendo habilidades técnicas y académicas en la escuela… ¡pero adquirí habilidades diferentes pintando paredes con mi pandilla grafitera! Ahí se aprende cómo pasar de un dibujo pequeño a pincel a una pared grande; a lo mejor estás colocado de mala manera en una barandilla, tu pintura no funciona, o hace viento y es tan estresante como divertido. La calle está llena de gente y acabas teniendo que hablar con otros artistas, desconocidos, miembros de bandas, vagabundos e incluso a veces con la policía. Eso me ayudó a entender a la gente y me hizo vencer un poco la timidez. Pintar una pared grande en un día puede darte también mucha confianza como artista. Eso me hizo más valiente y también hizo más fácil pintar y pelearme con un lienzo más pequeño. El grafiti me enseñó mucho, pero también tuve buenas experiencias en la escuela. Todo esto fue antes de las redes sociales, e incluso de los teléfonos móviles, así que realmente había que aprender a hablar y a comunicarse con la gente. Además de las habilidades técnicas, lo más importante que aprendí en la escuela fue a estar en contacto con otros artistas.

 

 

Como artista de tu tiempo y cultura y con una formación completa en arte, sumas el gusto y la inspiración de la cultura de ocio y de grandes artistas como Ernst, Modigliani, Cadmus… Que la cultura actual siga segmentando y dimensionando el arte y la expresión artística es una tendencia elitista y también estúpida. Tú y tu obra se nutre de todo sin distinción de clase. Hablanos por favor de tus mayores influencias en ambos y de como ves sus puntos de unión en tu comprensión y trabajo.
Yo ya contemplaba el arte antes de la era de internet, de modo que estaba enfrascado en los libros que teníamos en nuestra biblioteca… Principalmente sobre los maestros europeos y los pintores de posguerra de Nueva York. Creo que la mayoría de artistas intentaban crear arte que contara una gran historia, una historia más grande que el propio artista. Se hacían grandes preguntas acerca de la naturaleza del ser humano tras haber experimentado la muerte y la destrucción de las dos guerras mundiales. Me sentí inspirado por esos autores y cogí muchas de las injusticias que vi en la historia de mi propio país. Crecí en un entorno multicultural con chavales de todas las razas y culturas. Yo mismo, supongo, me identificaba como “blanco”, pero también teníamos tradiciones hispano-mexicanas e italianas en mi familia. Empecé a ver cómo otros grupos étnicos eran tratados en nuestro país y eso se convirtió en algo en lo que centrarme. Siempre he cargado mi obra de contenido político y social.

Uno de tus grandes encuentros como estudiante de arte fue el libro Street Art. Todo un tiro a la cabeza sobre el principio del arte ilegal, el hip hop y los graffitis neoyorquinos de los años 70… ¿Qué entusiasmo y sensación se apoderó de ti en aquel momento?
Encontré el libro “Street Art” en la biblioteca de nuestra ciudad. Esto captó mi atención porque yo ya estaba interesado en el grafiti de las bandas de mi barrio. Tenía una pequeña sección referente al grafiti del metro de Nueva York, lo que me cautivó de manera repentina. También sopesé la idea de colocar arte en público, de forma ilegal. Era algo divertido y gamberro, así que quería probarlo. Mi primer arte público era en realidad una escultura: apilé ladrillos de forma anónima para construir mini-rascacielos. Pinté con plantillas palabras en los ladrillos. Luego, encontré algunas latas de pintura en spray y empecé a pintar en paredes abandonadas que había cerca de mi casa. Esto fue en 1989.

 

 

En esa época de finales de los 80 y principios de los 90 saliste a los muros callejeros como Sotofish. Montaste una banda de amigos llamada CIA (Criminally Insane Artists). ¿Cómo era el día a día de todo aquello? ¿Cómo surgieron los nombres y que te llamaba de tus primeros diseños y las firmas que hacías?
En el instituto encontré amigos que también estaban metidos en eso del skate y el arte y fundamos una pandilla grafitera. La verdad es que solo teníamos unas fotos del grafiti de Nueva York y Los Angeles para saber qué aspecto se suponía que debía tener eso. Desarrollamos nuestro propio estilo de tipografía y, una vez tuvimos coche, empezamos a conducir hacia Los Angeles para ver cosas de Hex, Slick, Risk, Mear, NASA crew, CBS, AWR… esas fueron algunas de nuestras influencias. Escribí bajo algunos nombres diferentes, pero principalmente Trek y Kilo. No suelo hacer grafiti en los Estados Unidos, pero a veces cuando viajo pinto alguna firma.

A finales de los 90 te separas de la pintura con aerosol. ¿Qué razones te llevaron a ello?
Había estado asistiendo a la escuela de arte y tenía nuevas ideas acerca del arte, cosas que no podía hacer con el tipo de spray que había por aquel entonces (Krylon) y estaba perdiendo interés en el estilo del grafiti hip-hop. El panorama del grafiti de Los Angeles tenía las miras muy estrechas y estaba muy pasado de moda en aquella época. Las pandillas grafiteras eran parecidas a bandas en muchos aspectos. Había una cultura de machotes y las cosas se ponían violentas o al menos iban de tíos duros. Aquello no era sitio para un artista hippy que quería hacer arte elevado. En mi propia panda nos apoyábamos los unos a los otros y había una mentalidad abierta hacia todas las formas de arte. Todos éramos pintores, fotógrafos, pensadores… pero muchos de los grafiteros de Los Angeles tenían una mentalidad como de banda, que tenía sentido ya que la cultura de las bandas era parte de la ciudad. Eso a mí me desanimaba. Me gustó lo que vi en el panorama de San Francisco, que era más extraño y más creativo, no como el de Los Angeles, que era tradicional y anticuado. Esto fue antes de que el arte urbano se volviese popular. Así que dejé de lado el grafiti para centrarme en mi propio arte.

 

 

Diez años después más o menos te encuentras en Londres con artistas como D*Face y Word To Mother. Pintas murales desde New York a Los Angeles, Tokyo, Londres, París… Participas en la galería ilegal Underbelly Project… ¿Qué te volvió a llamar en ese momento?
Volví al grafiti porque los tiempos habían cambiado, la pintura había mejorado y, de verdad de verdad, echaba de menos pintar en muros grandes. Había estado siguiendo el grafiti y el auge del arte urbano durante mi pausa de diez años. Todavía estaba en contacto con los artistas y la cultura, así que en muchos aspectos todavía estaba en el mundillo. La oportunidad de pintar en mis propios términos no llegó a presentarse hasta 2009 en Londres. No había límites y no me sentí atado ni al grafiti de hip-hop o a una panda o a Los Angeles. Simplemente era “Jeff Soto”, pintando una pared. Algo muy liberador.

Tienes una alta experiencia y vivencia del mundo del graffiti. Desde su ilegalidad al muralismo artístico. Y más aun: de cómo es el graffiti en muchos sitios del mundo, desde las calles de EEUU a Europa y otros países. ¿Qué reflexiones nos puedes comentar sobre todo esto y las múltiples dimensiones del mundo del graffiti?
He tenido la suerte de conocer a muchos de los pioneros del grafiti, así como muchas de las super estrellas actuales a lo largo de mis viajes. Quizás, debido a que hace décadas pintaba grafiti ilegal hay como un reconocimiento acerca de lo que he hecho, y tengo bastante respeto por parte de los viejos grafiteros. Y, por supuesto, me encanta Europa. Una de mis épocas favoritas pintando fue con mi amigo Maxx en Berlín. Pintábamos letras en grafiti con algunos chavales berlineses que habíamos conocido. No hablaban mucho inglés y nosotros no hablábamos nada de alemán. Pero fue algo super divertido y relajado y no importaba que realmente no pudiéramos comunicarnos; nuestro muro había quedado bastante bien. El grafiti y el arte urbano son ahora aceptados por todo el mundo porque la gente al mando, o sea, los alcaldes y los urbanistas, son de mi edad. Crecimos con el grafiti, no solo en las paredes, sino en las películas, la música y la cultura y no nos sentimos amenazados por eso. Queremos vivir con el arte. Europa tiene una larga historia de artes de todos los tipos, he visto a los europeos como un todo, que apoya el arte en las calles.

 

 

Cuando empiezas tu carrera como ilustrador por el 2002 te especializas en trabajo editorial. Entre tus clientes estaban Etertainment Weekly, Sony Music, Rockstar Games, United Airlines, Disney… ¿Cómo comenzó esta etapa de tu carrera? ¿Qué pros y contras nos puedes comentar de tu trabajo como ilustrador freelance?
Nunca decidí que quería ser un artista de bellas artes al 100%, la verdad. Siempre he tenido cariño por la ilustración. En la escuela tiraba más por la ilustración que por las bellas artes. La ilustración es genial porque un buen proyecto puede estar muy bien pagado, y la tendencia ha sido siempre dar manga ancha a los artistas. A veces hay meno libertad creativa. Todavía hago ambas cosas y las dos me encantan por diferentes motivos.

También has ilustrado albums para bandas de post-hardcore como Finch o Halifax. Y posters para otras como Peal Jam, Soundgarden o Black Keys. ¿Cómo arrancaron estos proyectos? ¿La música te aporta una inspiración especial? Y ¿para qué banda soñada te hubiese hecho siempre una ilusión especial trabajar?
Las portadas de discos son como cualquier otro trabajo de ilustración; los posters de conciertos pueden ser divertidos porque no son tan constreñidos artísticamente. ¿Un grupo que me encantaría? No lo sé… intento hacer menos pósters de conciertos ahora mismo para poder centrarme en mi propio trabajo. Creo que la gente estaba empezando a verme como un “artista de posters de conciertos” y esa nunca ha sido mi intención.

 

 

Tu obra tiene un sello propio muy característico. Además que siempre se la valora como la unión natural entre la pintura del Surrealismo Pop y el arte callejero. Viendo desde el pasado toda tu formación y tu experiencia urbana, todo tu trabajo y su desarrollo y entendiendo que es algo natural en ti como el respirar, ¿qué nos puedes contar sobre el crecimiento y evolución de tu identidad artística?
He tenido suerte de rodearme de gente muy creativa la mayor parte de mi vida adulta. Me han hecho crecer y también he sido inspirado por esos artistas. Mi estilo es algo en lo que no pienso mucho. Intento hacer un arte que me guste. E intento tomar influencias de todas partes: el mundo de la ilustración, pintores surrealistas, grafiti, la cultura del tatuaje, la cultura pop, la música, los viajes… estoy perdido ahora mismo; no sé a dónde iré con el arte y ahora necesito explorar y continuar creciendo como artista.

¿Cómo es tu día a día de trabajo? ¿Tus técnicas habituales y si hay algún formato nuevo (o de tu pasado y que hace tiempo no usas) que te este rondando la cabeza y tentándote para hacer algo ahora?
Quiero hacer pinturas grandes de nuevo. No he tenido mucho estudio ni espacio durante unos años, así que he estado trabajando en formatos más pequeños. Ha llegado el momento de meterse en algo grande. También quiero probar con la escultura y el óleo de nuevo, de vuelta a lo clásico.

 

 

¿Cual es tu visión del panorama artístico actual? ¿Alguna recomendación qué no podamos perder de vista?
Bueno, dicen que “el arte urbano ha muerto” pero todavía veo cosas interesante. Creo que Spencer Little está haciendo un arte urbano nuevo y chulo con alambre. Y me encontré con Lauren Ys hace poco, la cual está haciendo murales y pinturas muy frescos. Creo que el estilo de arte está cambiando con los tiempos, y los colores y formas limpios están volviendo. O quizás eso es lo que está captando mi atención. Quizás ahora no hay tendencias mayoritarias, sino múltiples tendencias minoritarias en diferentes géneros. He estado pensando en cómo los artistasjóvenes no miran libros o revistas de arte como hicieran unos años atrás; están experimentando el arte en sus móviles, pasando de una pantalla a otra a gran velocidad. Esa es la tendencia del “fan art”. Lo encuentro aburrido, pero entiendo por qué es tan popular. Me he aburrido con el mismo tipo de arte en mi muro de noticias, busco algo nuevo…

Gran parte del arte mediático y de consumo cae fácilmente en una perspectiva de evasión de la realidad. Mientras que, en mi opinión, lo extraño y lo onírico siempre han sido facetas primarias del arte underground donde explorar ideas nuevas, incomodas y no reguladas por la sociedad. ¿Qué piensas sobre la importancia (o su ausencia) de la critica y la ironía en el arte? Especialmente en estos tiempos de tanta corrupción política y manipulación mediática.
Me gusta leer historia y mantenerme al tanto de los acontecimientos globales que se dan en la actualidad. Cuando hago alguna declaración política abierta con mi arte enfada a mis fans. Me dicen “cíñete al arte”. Quieren entretenimiento, quieren evasión del mundo. Yo les digo que se vayan a la mierda, yo no estoy aquí solo para entretener. Estoy aquí para expresarme con mi arte. De un modo muy sutil, todo mi arte es político, pero no siempre hablo acerca de ello. A menudo mi obra tiene pinta de “exquisitez” para hacer que la gente sonría, pero hay lecciones ocultas en ella. El arte puede ser poderoso, puede hacer feliz a la gente, enfadarla, ponerla triste o sensible. El surrealismo onírico es a veces una forma de escape. Pero a veces es una alegoría y simbolismo y, a menudo, en mi obra, los personajes y escenarios surrealistasson sutiles referencias políticas y sociales.

 

 

Eres profesor en el Riverside City College ¿Cómo empezó tu faceta docente y qué estímulos propones y encuentras en tus alumnos?
Me encanta esta parte de mi carrera artística, ha sido genial devolver a la misma escuela lo que me dio cuando estaba empezando. Los estudiantes hacen que dar clase sea divertido. Tienen grandes ideas y están abiertos a ver a nuevos artistas y nuevas formas de trabajar. Sé relacionarme con la juventud porque tienen una edad similar a la de mis hijos y creo que esta interacción me mantiene joven… o al menos mantiene mi mente joven. Me gusta desafiar a mis estudiantes y hacerles replantearse sus habilidades. Los hago dibujar con palos, hacemos fanzines, vamos de excursión a campo abierto, jugamos al cadáver exquisito… Intento hacer mis clases divertidas y útiles. También es genial ayudar y enseñar a la siguiente generación. En cierto modo, me siento responsable de hacer del mundo un lugar mejor.

¿Qué puedes contarnos sobre tus próximos proyectos?
He despejado mi agenda. He cancelado algunos proyectos futuros y he rechazado la mayoría de proyectos nuevos. Hay un 100% de diferencia entre eso y lo que hago normalmente (que es decir que SÍ a todo). Estoy en un punto en que necesito hacer arte nuevo y experimentar con mi propio tiempo, sin plazos de entrega. Quizás estoy intentando reinventarme a mí mismo; lo hago cada varios años. Me aburro con lo que he estado haciendo y suelo necesitar una pausa y algo de tiempo para volver a recuperar mi flujo artístico. Así que no estoy seguro de en qué consiste mi próximo gran proyecto. Estoy trabajando en un libro completo de mi obra y espero estrenarlo en 2019. También planeo construir un estudio, lo que me entusiasma mucho. Y, con suerte, alguna vez iré a España.

 

 

 

English: 

JEFF SOTO.
NATURAL HONESTY IN A DREAM LANDSCAPE

Jeff Soto dreams. Paint murals and windows in a continuous horizon. But it advances towards its canvas crossing streets. All of them. Those of his childhood and adolescence. The future you want to know and travel. Looking at the small wild buds between cobblestones. In its inhabitants. It captures stories and emotions and sets them aflame in liquid flames of colors. It tells the urban fantasy. The rebellious imagination of a living culture. Your claim Dream art with strong roots of reality.
After listening to him, you realize that he is an imaginative and conscious artist. Sociable and humanistic. His work explores. But do not leave the city. The lines of his line are based on real political experiences and opinions. His artistic passion grows from the nature that surrounds us. Both wild and urban. It gives you the clear impression that you do not want to miss anything in life. That does not escape to any place. A perfect guide and educator. A dreamer who does not walk sleepwalker. Enjoy it.

You grew up in Fullerton (California) and you are the oldest of four children and your parents encouraged your creativity. How was your childhood?
My childhood was interesting. My parents were free thinkers and loved nature. They weren’t quite hippies, but I think they were progressive free thinkers. They brought us up to respect other cultures and to value education. I started drawing when I was young and yes, my parents were also artistic so they encouraged me to make art. We didn’t have much money, we moved a lot and I didn’t grow up in the nicest neighborhoods, but I got to meet some other artistic kids along the way and learned to make new friends. My younger brothers were artistic and creative as well, only they did not pursue art like I did. My childhood could be stressful at times, but I look back at it fondly, we rode bikes, played with toys, climbed trees, and snuck into places we weren’t supposed to be.

You were born in 1975 near the Pacific Ocean, Los Angeles and Santa Ana, during a time of explosion of urban culture. What are your most important memories as a teenager and the experiences that have marked you most culturally (music, sports, TV, comics and art …)?
California during this time was crazy! I remember just a year or so of the 70’s, but I remember the entire decade of the 80’s pretty well. I remember we moved into a new house when I was in 2nd grade and our next door neighbors were having a party with maybe 100 kids in their front yard- we went over to see what was happening and they were all break dancing! There were kids spinning on flattened cardboard boxes in their driveway. Hip hop was just starting to go mainstream and these kids knew about it somehow. I think skateboarding was the California cultural phenomenon that affected me the most. I got my first skateboard in 1984. This board was just varnished wood with no graphics, but I was 9 and it was the most beautiful thing ever. A few years later I got caught up in the art and graphics of skateboarding, which I didn’t know at the time- it was a very California style. Artistically, skate graphics caught my eye, but also Heavy Metal magazine, comics, Chicano gang graffiti, movies, and cartoons- much of these things- along with surf culture, hot rods, and hip hop graffiti were being created in California. It wasn’t until I travelled outsideof California that I understood what an influence it was on me.

Your father was a offset printer and a taxidermist as a hobby. Your parents encouraged your interest in animals and plants or activities such as gardening or fishing … Today anyone can admire in social networks your cactus collection and the strong inspiration that zoology and botany gives you. What can you tell us about this?
Yeah my parents liked to go camping and fishing. They had houseplants and terrariums which were very popular in the 70’s/80’s. I remember they also had a vegetable garden when I was young. Just a simple garden with tomatoes, cucumbers, sunflowers, beans… We also always had pets like cats and dogs but also more exotic pets like tropical fish, rats, snakes, birds… they instilled a love and respect for living things and I carry that on to our kids. I like to garden and keep cacti and succulents. Some of these plants are like little works of art. I love the variation and how they have adapted to survive in different adverse conditions. I find inspiration in these oddball plants.

You have always been involved in art. What and how were your origins more independent and rebellious? Posters for the concerts of bands of friends? Fanzines, art in skates … etc?
Through skateboarding I found graffiti. They paired well together because they were both rebellious cultures. With skateboarding, especially in the late 80’s/early 90’s, we looked at architecture and city design as skateable terrain. We were using cement drainage ditches, curbs, benches and even walls as things to skate on. Graffiti was the same, we were looking at the most visible locations we could paint, how we could climb onto roofs and where we could hide if police showed up. There was a rebellious feeling with both of these things and a huge part of it was looking at the city and bending it to our needs. Through graffiti we found music, punk, rap, rock, and things in between, and that pushed us into other rebellious and political thoughts. The 90’s were tumultuous in California, the L.A. riots were just part of it. As graffiti artists we felt we had a voice and we had a way to speak to our peers. Some of my graffiti was political, but I was also starting to create political works of art on paper, canvas and wood. And yes, we made zines because this was pre-internet and there really wasn’t a way to connect to others that were into counter cultures like art, music, movies, skateboarding… zines were a creative way to reach like minded artists and activists.

They gave you your first skate at 9 years old and this world has always influenced and excited you. What can you tell us about your contact yesterday and today with the world of skateboarding? Are you still skating?
It has been a while to be honest! I am 43 and still have pretty good balance but I only skate now to get around, and I haven’t skated for a couple years. I could probably ollie up a curb, but back in my prime I could get onto a picnic table! I skated daily till I was about 20, and then it slowly tapered off as art became my focus. In my 20’s I kind of left skateboarding for a while because the wheels were so tiny. Seriously, they were barely larger around than the bearings to have more clearance for kick flipping tricks. I wanted to skate fast and none of my friends wanted to. It became all about rolling slow and flipping the board around and hoping to land on it. I didn’t really enjoy hanging out with skater kids in the mid 90’s, I guess that’s when I got serious about college.

The drawing called you already very young and you experimented with many formats and techniques (painting, photography and cinema, ceramics …). What were your concerns as an artist while you were forming?
At first I wanted to design spaceships for movies like Star Wars, but once I got into high school I started reading about Andy Warhol and decided I wanted to show my work in galleries and museums, which is still my main focus. I teach now and I tell my students to try everything, yes I learned to shoot on film and edit movies and sculpt. My true artistic love is painting and drawing but I can speak the language of many art forms.

Your academic training passes from the California State Summer School for the Arts, Cal Arts, Riverside City College and the Art Center College of Design in Pasadena. As a student always focused on art and as an artist, what can you tell us about those moments of academic learning and urban and street art?
I was learning academic and technical skills in college but learning very different skills painting walls with my graffiti crew! You are learning how to replicate your tiny pencil drawing onto a large wall, you’re on a makeshift ladder, your paint is not working right and it’s windy and there’s both stress and intense fun. There’s people outside you have to talk with- fellow artists, strangers, gang members, homeless people, even police sometimes. It helped me understand people and it made me less shy. Painting a large wall in a day can also give you tons of artistic confidence! It made me brave and it made it easier to paint and struggle and fail on a smaller canvas. Graffiti taught me much, but I had great college experiences too. It was all before social media and even cell phones, so you really had to learn how to talk and communicate with people. Besides the technical skills, the most important thing I took from college was how to network with other artists.

As an artist of your time and culture and with a full training in art, you add the taste and inspiration of leisure culture and great artists such as Ernst, Modigliani, Cadmus … That current culture continues to segment and dimension art and artistic expression is an elitist and also stupid tendency. You and your work are nourished by everything without class distinction. Please tell us about your major influences on both and how you see their points of union in your understanding and work.
I was looking at art before the internet age so I was bound by the books we had in our library- mostly the European masters and NYC post war painters. I think most of these artists were trying to create art that told a big story, a story larger than the artist. They were asking big questions about the nature of human beings after experiencing the death and destruction of WWI and WWII. I was inspired by these painters and I took on some of the injustices I saw in history and in my own country. I grew up in a very multicultural environment with kids of all skin colors and cultures. Myself, I suppose I identified as “white” but we also had Italian and Mexican/Spanish traditions in our family. I started seeing how other groups were being treated in our country and that became a focus for me. I have always attached politics and social onto into my work.

One of your great encounters as an art student was the book Street Art. All a shot in the head about the principle of illegal art, hip hop and New York graffiti of the 70s … What enthusiasm and sensation took hold of you at that time?
I found the book “Street Art” in our city library. It caught my eye because I was already looking at gang graffiti in my neighborhood. It had a small section on NYC subway graffiti which I was immediately drawn to. I also thought the idea of installing art in public, illegally, was fun and naughty, so I wanted to try it. My first public art was actually sculptural- I anonymously pilled bricks up to make mini skyscrapers. I stenciled words onto the bricks. Later I found some cans of spraypaint and started painting on abandoned walls near my house. This was 1989.

In that time of the late 80’s and early 90’s you went to the street walls like Sotofish. You set up a band of friends called CIA (Criminally Insane Artists). How was the day to day of all that? How did the names come up and what did he call you from your first designs and the signatures you made?
In high school I met friends that were also into skateboarding and art and we started a graffiti crew. We really only had a few photos of graffiti from NYC and a few from L.A. to know what it was supposed to ‘look’ like. We developed our own style of letters and characters, and once we had cars we started driving to L.A. and seeing Hex, Slick, Risk, Mear, NASA crew, CBS, AWR … they were some of our influences. I wrote a few different names, but Trek and Kilo mostly. I don’t do graffiti in the USA, but sometimes when I travel I will catch a tag!

At the end of the 90’s you separate yourself from the spray paint. What reasons led you to it?
I had been attending art college and had new ideas about art, things I couldn’t do with the spraypaint we had back then (Krylon) and I was just losing interest in hip hop style graffiti. The L.A. graffiti scene was very close minded and old fashioned at the time. Crews were almost like gangs in some ways, there was a macho culture and things could get violent or at least they pretended to be tough. The L.A. graffiti scene wasn’t really a place for a hippy artist kid who wanted to make fine art. My own crew was supportive and open minded to all forms of art, we were all painters, photographers, thinkers..  but many of the graffiti crews in L.A. had a gang like mentality, which made sense as gang culture was part of the city. This was a turn off for me. I liked what I was seeing in the San Francisco graffiti scene which was weirder and more creative. L.A. felt old fashioned and traditional. This was before street art became popular. So I turned away from graffiti to focus on my own art.

Ten years later you’re more or less in London with artists like D * Face and Word To Mother. Pints ​​murals from New York to Los Angeles, Tokyo, London, Paris … You participate in the illegal gallery Underbelly Project … What did you call back at that time?
I got back into graffiti because the times had changed, the paint improved and I really, really missed painting on large walls. I had been following graffiti and the rise of street art during my ten year break. I was still connected to the artists and the culture, so in some ways I was still in that world. The opportunity to paint on my own terms didn’t come up until 2009 in London. There were no limitations and I did not feel tied to hip hop graffiti or a crew or L.A. I was simply “Jeff Soto” painting a wall. It was extremely liberating.

You have a high experience and experience of the world of graffiti. From its illegality to artistic muralism. And even more: how is graffiti in many parts of the world, from the streets of the US to Europe and other countries. What reflections can you tell us about all this and the multiple dimensions of the world of graffiti?
I’ve been fortunate to meet many of the early pioneers of graffiti as well as many of the current super star artists through my travels. Maybe, because I painted illegal graffiti decades ago there is a legitimacy to what I’ve done, and I get a bit of respect from the old writers! And of course, I love Europe! One of my favorite times painting was with my friend Maxx in Berlin. We painted graffiti letters with some Berlin kids that we met, they didn’t speak that much English and we spoke no German. But it was super fun and laid back and it didn’t matter that we couldn’t really communicate, our wall turned out pretty cool! Graffiti and street art are acceptable around the world now because the people in charge, the mayors and city planners are my age. We grew up with graffiti, not only on walls, but in movies, in music, in our culture and we are not threatened by it. We want to live with art. Europe has such a long history of arts of all kinds, I have found Europeans as a whole to be very supportive of art in the streets.

When you start your career as an illustrator in 2002, you specialize in editorial work. Among your clients were Etertainment Weekly, Sony Music, Rockstar Games, United Airlines, Disney … How did this stage of your career begin? What pros and cons can you tell us about your work as a freelance illustrator?
I never really decided I wanted to be 100% a fine artist. I always had a deep love for illustration. In college I was an Illustration major with a Fine Art minor. Illustration is nice because a good project can pay extremely well, and the trend has been letting artists do their style. Sometimes there’s less creative freedom. I still do both fine art and illustration and love them both for different reasons.

You have also illustrated albums for post-hardcore bands like Finch or Halifax. And posters for others like Peal Jam, Soundgarden or Black Keys. How did these projects start? Does music give you a special inspiration? And for what dreamed band would you have always had a special illusion to work?
Album covers are just like any other illustration job, gig posters can be fun because they do not art direct as much. Dream band? I don’t know… I am trying to do less gig posters right now so I can focus more on my own art. I think people were starting to see me as a “gig poster artist” and that has never been my intention.

Your work has its own characteristic stamp. In addition, it is always valued as the natural union between the painting of Pop Surrealism and street art. Seeing from the past all your training and your urban experience, all your work and your development and understanding that it is something natural in you like breathing, what can you tell us about the growth and evolution of your artistic identity?
I’ve been lucky to be around some very creative people most of my adult life. They have pushed me to grow and I’ve also been inspired by these artists. My style is something I don’t really think about much. I just try to make art that feels right to me. And I’m pulling influences from all over- the world of illustration, surrealist painters, graffiti, tattoo culture, pop culture, music, travel… I’m lost right now, not sure where I’ll go with art, I need to explore now! I hope I continue to grow as an artist.

How is your day to day work? Your usual techniques and if there is a new format (or your past and that you have not used for a long time) that is hanging around your head and tempting you to do something now?
I want to make some large paintings again. I haven’t had a great work space or studio for a few years so I have been working smaller. It is time to go big! I’m also wanting to try sculpture and oil painting again, back to the classics!

What is your vision of the current artistic landscape? Any recommendations that we can not lose sight of?
Well, they say “street art is dead” but I still see interesting things. I think Spencer Little is making some new and cool street work with wire. And I met Lauren Ys recently, she is making some fresh murals and paintings. I think the style of art is changing with the times and clean colors and shapes are coming back. Or maybe that is just what is catching my own eye. Maybe there’s no major trends now, but rather multiple small trends in different genres. I’ve been thinking about how young artists now do not really look at art books and magazines like they did a few years ago, they are experiencing art on their phones, flipping through tiny squares at a fast pace. There’s the trend of “fan art”, I find it boring but I understand why it’s so popular. I have been bored with the same art on my feed, I’m searching for something new…

Much of the media and consumer art easily falls into a perspective of evasion of reality. While, in my opinion, the strange and dreamlike have always been primary facets of underground art in which to explore new ideas, uncomfortable and not regulated by society. What do you think about the importance (or lack thereof) of criticism and irony in art? Especially in these times of so much political corruption and media manipulation.
I like to read history and stay aware of current events globally. When I make overly apparent political statements with my art it angers some of my fans. They say, “just stick to art”. They want to be entertained, they want to be taken away from our world. I tell them to fuck off, I am not just here to entertain, I am here to express myself with my art! In subtle ways all of my art is political, but I don’t always talk about it. Often my work has “eye candy” appeal to make people smile but there’s hidden lessons in there! Art can be powerful, it can make people happy, angry, sad, emotional. The dreamlike surrealism is an escape sometimes. But sometimes it is allegory and symbolism and often, within my work the weird characters and landscapes are subtle political and social commentary.

You are a professor at Riverside City College. How did your teaching facet start and what stimuli do you propose and find in your students?
I love this part of my art career, it has been great giving back to the same college that gave me my own start. The students make teaching fun. They have great ideas and are open to seeing new artists and new ways of working. I can relate to the youth because they are close in age to my own kids and I think this interaction keeps me young… or at least it keeps my mind young! I like to challenge my students and make them rethink their skills. I make them draw with sticks, we make zines, we go on plein air field trips, and we play exquisite corpse games. I try to make my classes fun and useful. It also feels good helping and teaching the younger generation. I feel like in some small part I am making the world a better place.

What can you tell us about your next projects?
I cleared my schedule, I cancelled upcoming projects and have been declining most new projects. This is a 100% different from what I usually do (which is, say YES to everything). I’m at a point where I need to make some new art and experiment on my own time with no deadlines. Maybe I’m trying to reinvent myself. I do this every few years. I get bored with what I’ve been making and I usually just need a break and some time to recoup my creative juices! So I am not sure what the next big project is. I’m working on a large book of my work and hoping it will be a 2019 release! I’m also in planning stages for a studio build which is really exciting. And hopefully, sometime, I will be coming to Spain!!

 

www.jeffsoto.com 

 

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