Es posible que, a estas alturas, Harley Flanagan no necesite ser presentado. Al menos entre aquellos que se consideran seguidores del hardcore punk, en general. Bajista, compositor y fundador de los míticos Cro-Mags, la banda que cambió los sonidos del hardcore punk a mediados de los 80, siempre ha afirmado ser el primer skinhead de NY. Desde niño creció en un ambiente disfuncional, bohemio, rodeado de artistas y rockeros. Viajó junto a su madre por EEUU, Europa y el norte de Africa, con poco más que una maleta y lo justo para sobrevivir. A los 11 años era el batería de The Stimulators, la banda en la que su tía materna Denise Mercedes tocaba la guitarra a finales de los 70, pioneros del proto-punk americano.
Con motivo de la reciente salida de su último disco Harley Flanagan: Cro-Mag, de algunos acontecimientos más recientes reflejados incluso por la prensa, pero sobre todo, de la edición en 2016 del libro Hard-Core, life of my own, decidimos que era el momento de acercarnos a esta leyenda viviente. Porque este libro no es sólo historia viva del hardcore y del punk, es realmente un capítulo de la historia de la Música con mayúsculas, así como uno de los mejores testimonios de primera mano sobre la gentrificación y el cambio de un modelo de sociedad y la transformación de las ciudades que occidente ha experimentado en las últimas décadas, mezcla de evolución y decadencia. Es además un relato de una infancia robada, pasión, abuso de drogas, espiritualidad, traiciones, violencia, supervivencia y, en definitiva, sinopsis de la historia una de las formas de expresión músical más autentica y genuina que el mundo ha conocido.
Buceemos un poco más en el universo de Harley Flanagan y de la malograda historia de los creadores de “The Age of Quarrel”, el disco que en 1986 lo cambió todo.
Comenzamos hablando de lo fascinante y reveladora que resulta la lectura del libro a la hora de comprender los orígenes y decadencia de toda una escena, llámese musical, contracultural, o como se quiera, de la mano de una de las personas que estuvo ahí desde el principio.
“El primer concierto al que asisití en el CBGB fue a finales de 1973. Tocaba una banda de Texas llamada Werewolves. El dueño, Hilly Kristal me solía decir ‘eres sólo un crío’. No me querían dejar pasar porque era muy joven, pero iba con mi tía Denise, así que finalmente pude entrar. Desde aquel día siempre me dejaron entrar y nunca tuve que pagar. Pero el primer concierto punk de verdad que ví en Nueva York fue el de los Dead Boys y fue allí mismo, en el CBGB”.
Preguntado sobre si se siente cómodo a nivel personal hablando de muchos detalles íntimos de su vida, afirma: “Siempre he sido honesto acerca de mi vida, no intento impresionar a nadie”.
Photo by David Walling. Cro-Mags with Rocky
En el libro se menciona (para bien o para mal) a muchas personas: “Si no he mencionado algo en el libro es porque no merecía ser mencionado”.
Avanzando en mi lectura, me surgió la duda de cómo alguien puede recordar tantos detalles de hace décadas, y sobre cuándo realmente comenzó a gestarse el proyecto: “Empecé a trabajar en él hace bastante tiempo, me ha llevado muchísimo trabajo. Es cierto que tenía un montón de agendas y cuadernos, y he tenido que editar un montón, pero afortunadamente he contado con la ayuda de mi editor, que ha hecho un gran trabajo quitando un montón de paja”.
Asimismo asegura que por nada del mundo cambiaría su vida actual por volver un solo segundo al pasado.
Como uno de los verdaderos pioneros del movimiento, testigo de la trasformación (en muchos aspectos a peor) del mismo a lo largo de los años, y su posible parte de responsabilidad, asegura lo siguiente: “Bueno, si te refieres a la escena HC, no se nada al respecto, y la verdad es que hace tiempo que ya no me interesa”.
foto: JJ Gonson
En el libro Harley habla también de la industria musical, de su relación con la misma, concretamente con su manager: “Chris (Williamson) estaba un poco obsesionado intentado ‘esculpirnos’. Cuando empecé a cantar, él quería que tuviésemos una imagen tipo ‘Metallica’, conmigo (el cantante/bajista) en el centro y dos guitarristas a los lados. Se veía a sí mismo como el tío que manejaba los hilos detrás de Cro-Mags. Quería ser como Malcolm McLaren. Venía a todos nuestros ensayos e incluso nos decía lo que teníamos que tocar, como si fuera un miembro más de la banda. (…) Nos ayudó al principio a conseguir conciertos más grandes, pero también nos jodió bien jodidos. Y la verdad es que fue gente como él la que destruyó la escena en muchos aspectos y, en última instancia, abrió la puerta para que las corporaciones tomaran el control”.
Sin embargo, y a pesar de sus malas experiencias y de no haber cobrado nunca un solo dólar de Profile/Rock Hotel Records, tampoco cree que se pueda culpar a la industria musical de la degeneración de la escena hardcore: “La responsabilidad en muchos sentidos es suya, pero también de la estupidez de la gente y de las bandas de mierda”.
Denise and Harley at Max’s
Es muy interesante descubrir que, a pesar de que Harley se desarrolló en el entorno de la escena punk, también tuvo contacto con otro tipo de música, más clásica (Miles Davis o John Coltrane), y también con algunas de las vanguardias del momento, tanto en el terreno del rock (David Bowie, Joe Strummer, …) como del jazz (Weather Report o Return to Forever). Preguntándole sobre la influencia que pudieron tener las multiples drogas que consumia en la época con su interés por esas “otras músicas”, lo tiene claro: “Lo cierto es que yo escuchaba muchos tipos de música antes de empezar a tomar drogas, y antes incluso de que existiese el punk rock, así que creo que no tuvo esa influencia”.
En ese sentido, llama también la atención una anécdota de su libro en relación con el malogrado bajista Jaco Pastorious (del que por cierto posee uno de sus bajos): “Estaba en Washington Square Park puesto de setas flipando la primera vez que me encontré con Jaco. (…) Había un viejete negro que siempre iba con un equipo de música en un pequeño carro, ponía temas de jazz, y cantaba encima para sacarse algo de dinero (…) Aquel día estaba sonando “Teen Town” de Weather Report. Yo seguía flipando, pensando que aquella era la mierda más loca que había oído nunca (…) Y de pronto aparece aquel tipo borracho sin camiseta ni zapatos, saltando y gritando ‘Eso lo he compuesto yo! Es mi música!’ Y se pone a tocar air bass. El viejete agachó la cabeza con gesto de pena”.
Cro Mags by Bernd Bohrmann, 1991. Schorndorf, Germany
Volviendo a Cro-Mags, le pregunto por los verdaderos motivos para la estrepitosa caída que siguió a su meteórico y fugaz ascenso, y su posterior disolución, si fueron temas personales, decisiones egoístas, temas de pasta…: “Creo que John es un fraude y un completo gilipollas, y entre él y los demás todo estaba condenado al fracaso. El es un falso, y por eso ahora hay unos falsos cro-mags por ahí”.
Seguimos hablando sobre cómo ha cambiado todo, y le pregunto si cree que la influencia del hip hop o del metal pudieron de alguna manera desvirtuar la esencia punk: “En realidad creo que la culpa no es del metal ni del hip hop, sino de la gente estúpida”.
Sobre el asunto de la gentrificación y sobre los inmensos cambios que su ciudad NY y concretamente su barrio el Lower East Side, han experimentado en las últimas décadas, debido sobre todo a la especulación inmobiliaria y el auge del turismo, algo que trata en numerosos pasajes de su libro, su conclusión final es la siguiente: “La vida sigue, nada permanece”.
Collection of Harley Flanagan. Harley in Morroco with helmet
Dada la cantidad de datos, nombres y anécdotas que cuenta en el libro, gran parte de ellas relacionadas con sus antiguos compañeros de banda, siento curiosidad por saber si alguno de ellos se ha puesto en contacto con él tras la publicación, cosa difícil dadas las tensas relaciones que mantiene con la mayoría de ellos. Aun así, confirma: “Nadie me ha dicho nada, excepto Doug, y lo único que ha hecho ha sido corroborar mis historias, cambió un par de detalles de las cosas que cuento en el libro, pero por lo demás, está de acuerdo con todo lo que cuento”.
Habiendo vivido la vida que ha vivido este señor, en una época, una ciudad y un país bastante complicados, debido sobre todo a la violencia reinante, y en relación con afirmaciones que hace en diversos capítulos del tipo ‘yo debería estar muerto’ o ‘no se cómo sigo vivo después de todo’, me pongo en plan existencialista y le pregunto… pero esto también lo tiene muy claro: “No creo en la suerte, yo soy un superviviente”.
En cuanto a los sucesos de 2012 en la fiesta aniversario del CBGB en Webster Hall (en la que fue atacado por varias personas y acabó siendo detenido después que, defendiéndose, mandara a varias de ellas al hospital, siendo posteriormente absuelto de todos los cargos), le pregunto cómo puede ser que a día de hoy todavía haya personas que creen la versión de “los atacados”, e incluso cómo es posible que John, Mackie y compañía sigan tocando y girando bajo el nombre de Cro-Mags, y tampoco en ese sentido quiere explayarse demasiado. Es así de conciso: “La gente va contando mierdas y mintiendo cuando se siente culpable”. “Por otra parte, si a la gente no le importa que le esfaten, les estafarán. Siempre habrá alguien por ahí deseando sacarles la pasta, al final es sólo entretenimiento. Pero bueno, eso a mi no me detiene, tengo otras prioridades en mi vida en este momento”.
photo: by Marcia Resnick. Debby Harry & Harley
A raíz de el mencionado incidente, es obligatorio preguntarle sobre la escena NYHC de hoy en día, y si a día de hoy todavía confía en alguno de sus viejos amigos, porque sabemos que en aquel momento mucha gente le dio la espalda decidió señalarle como culpable: “Efectivamente, así es. No hay nadie de la escena NYHC que merezca la pena mencionar”.
Hablamos sobre su interés por otros estilos musicales, como el flamenco, y asegura: “Claro, me encanta un montón de música que no tiene nada que ver con el HC”.
El libro ha sido traducido hace poco al italiano y, dadas sus raíces hispanas (su abuelo fue un emigrante dominicano llamado Juan Feliú) le pregunto si hay planes de traducirlo al castellano y/o a otros idiomas, y nos comenta lo siguiente: “Soy consciente de que a mucha gente le encantaría, así que espero que mi libro sea adietado pronto en español”.
Cromags by Joseph Henderson CroMags
Esperamos que sea pronto. Terminamos hablando de sus nuevos proyectos musicales y de los músicos con los que está colaborando hoy en día: “Lo nuevo que estoy haciendo suena muy similar al último disco. Creo que es un poco más progresivo, pero la misma química y el mismo estilo. Y exactamente igual con las canciones deportivas que he compuesto junto con Chris Clemens, Ray Castoldi, el teclista que toca en los partidos del Madison Square Garden, hicimos juntos las letras, y han sonado tanto en la última Superbowl como en los partidos de los NY Giants games, los NY Jets, los NY Rangers and los NY Knicks”.
Nos despedimos hablando de la foto de la portada de su último disco, y le pregunto sobre si se trata de algún guiño a los sucesos del Webster Hall y concluye: “La foto la hizo mi amigo John Conn, y para captura cómo era el Nueva York en el que yo crecí… nada más que añadir”.
Despues de esta interesante charla, creo que la mejor conclusión es la frase de Anthony Bourdain que aparece en la cubierta del libro: “Este libro es el puñetazo en la cara que quieres y necesitas”.
HARLEY FLANAGAN
Photo by Jeanie Pawlowski
NY Skins: Raybeez, Stigma, Harley… Photo by Bruce Rhodes
Belfast flyer
Belfast. 1980
Photo by Jan Sneum, 1979. Denmark