Elphomega, a estas alturas y por méritos propios, en lo que a su faceta artística se refiere (si es que acaso tiene alguna que no rezume arte), ha alcanzado ese estatus que le sitúa, como a algunos de los superhéroes de los cómics que tanto le gustan, por encima del bien y del mal. En lo que a música rap se refiere, es uno de los raperos más influyentes a nivel nacional y algunos de sus discos han adquirido ya el estatus de legendarios e icónicos, siendo citados a menudo para definir el estilo de tal o cual artista nuevo, o para entender las razones de que el rap actual vaya en esta u otra dirección. Pero Sergio (Elphomega) no es solo músico, es dibujante, escritor y tiene esa habilidad de convertir en oro todo lo que acaricia porque, a fin de cuentas, es él, su sensibilidad, su ética, sus referentes, su discurso, lo que aflora cuando se coloca frente al micro, la hoja en blanco o un lienzo. Elphomega es una institución, alguien que ha dedicado toda la vida a expresarse empleando las armas que tenía a mano, y el éxito de su obra conjunta es el resultado de una mezcla de talento, esfuerzo y, sobre todo, de la circunstancia de que la música, la pintura y la escritura, han representado siempre su estilo de vida, algo que afloraba en él de manera natural como la hierba al pasar. En la siguiente entrevista hablaremos de las movidas en las que está embarcado a día de hoy y también haremos un repaso a lo largo de su carrera. Elphomega nunca pasará de moda porque tiene la capacidad de reinventarse. Y porque siempre es actualidad, ya sea con un disco nuevo o porque ha fundado una editorial, no podíamos dejar de dedicarle unas páginas en este nuevo Especial de Málaga.
Y por si fuera poco, termina este 2023 con un nuevo disco bajo el brazo, la segunda esperadísima parte de “The Freelance”. Una autentica maravilla, su mejor trabajo hasta la fecha; Its Happening Now, just right now! You copy!?
Cuando pienso en Elphomega no puedo evitar pensar en alguien cuyas personalidades de desdoblan. Pienso en el músico, ilustrador, escritor, y ahora también en el editor. ¿Tú lo ves así o para ti todo forma parte de una misma identidad o proceso que se solapa con los otros?
Pues durante muchos años, por algún motivo estúpido no me gustaba mezclar o tenía miedo a hacer públicas todas estas inquietudes, no sé, quizá me costaba aunarlas por inseguridad, por cierto síndrome del impostor, pero hace ya tiempo que me quité ese prejuicio. Desde luego, ahora tengo más asumido que pueden convivir y retroalimentarse sin hacerse daño entre ellas, que son caras o aristas de la misma persona.
¿Recuerdas algún momento de tu vida en el que decidieras algo parecido a dedicarte al arte, a ser artista, o en tu caso fue desde el principio tu manera natural de comunicarte y relacionarte con el mundo?
De manera natural y desde muy pequeño, sobre todo a través del dibujo, pero no creo que hubiera un día o momento concreto, la verdad es que nunca he sido de planear mucho el futuro, más bien de dejarme arrastrar por esta necesidad de crear cosas y ver dónde me llevan.
Hablando de música, ¿disfrutas por igual la experiencia de estar encerrado en casa escribiendo, en el estudio grabando, y los shows en vivo? O, a estas alturas, sientes predilección por alguna de las facetas.
Siempre he disfrutado más el momento puramente creativo que el de la interpretación, quizás por esa inseguridad de la que hablaba, mostrarte a la gente, al público y todo eso. Siempre he sido más rata de estudio y me he sentido más cómodo en el lugar donde se ingenian las movidas a oscuras y desde cero. Eso no quiere decir que no disfrute los directos, pero tienen una carga mayor de responsabilidad para mí y eso hace que sea algo más estresante.
Publicaste un libro de relatos en Bandaàparte y ahora has escrito las once historias que integran el primer cómic que lanzas con tu nuevo sello editorial. Eres un lector voraz de cómic, cinéfilo, de lo cual han dado fe algunas de tus letras más representativas. ¿Es de esa admiración hacia otras disciplinas de donde nacen dichas incursiones?
Claro, como te digo, no pienso mucho las cosas y si algo me atrae y me lo puedo permitir de una u otra manera me gusta lanzarme a ello. Creo que si tuviera que dedicarme a una única actividad me daría algo.
¿Cuál está siendo la acogida del cómic Gasp!? El cómic se publica a través de tu propia editorial ‘Bad Auteur’. ¿Llevabas mucho tiempo madurando esta idea?
Es algo que siempre me ha rondado la cabeza, escribir y dibujar historieta. Soy fan del medio desde que era muy chico, pero es una disciplina que requiere mucho sacrificio y dedicación y a la vez es de las más insatisfactorias a la hora de ganarte la vida en este país. La acogida de Gasp! ha sido genial, lo que me da impulso para seguir auto publicando mis pequeños tebeos. Creo fuerte en la autoedición, habiendo trabajado antes con compañías discográficas y editoriales, pienso que ahora mismo es una estupenda opción para mí, personalmente.
Por lo que te conozco, de un tiempo a esta parte, tiendes a escapar de la ciudad cada vez que puedes para refugiarte en el campo. Eres de un barrio popular de Málaga, y el grafiti y el rap surgieron y se desarrollaron en las calles. ¿Te has desenamorado de alguna manera de las ciudades?
Bueno, las ciudades en general cada vez están más feas, eso es algo en lo que creo que muchos coincidimos. El ritmo frenético, la masificación y el modelo de turismo salvaje, el precio de la vivienda… joder. No sé, también supongo que conforme se alcanza cierta edad uno tiende a alejarse del ruido por mera supervivencia, la ciudad deja de tener esos alicientes que, en otro momento, con otras energías, te cautivan.
A veces veo una brecha entre las antiguas y las nuevas generaciones, gente de la vieja escuela que dedica su tiempo a señalar los errores que comenten los jóvenes y a subrayar que su época fue mejor. A ti, en cambio, te veo siempre abierto a oír a los nuevos, a colaborar con ellos.
Siempre me he sentido permeable a las nuevas corrientes y artistas y es porque creo que igualmente tampoco me veía del todo identificado con la mayoría de mis artistas coetáneos, entonces no sé, podríamos decir que nunca ha habido un tiempo para mí y a la vez todos han sido mi tiempo, o al menos procuro que no me devoren los fantasmas del pasado.
Siempre has convertido la manera de hablar andaluza en general y malagueña en particular (denostada en ciertos lugares y con connotaciones peyorativas) en un arma. Entiendo que tu rap, sobre todo, le debe mucho a Málaga. ¿Cuál es tu relación con tu propia ciudad?
Bueno, a priori Málaga me parece una ciudad increíble con miles de virtudes innatas, pero terriblemente gestionada, lo que es muy triste, la verdad. Arquitectónicamente es el horror, y creo que es una de las ciudades de España donde más se maltrata el patrimonio cultural y la que más destruye su propia idiosincrasia.
Cada vez que tengo ocasión de hablar con alguien como tú, que devora discos y libros, y, además, tiene buen criterio, no puedo evitar pedirle que, entre el maremágnum de publicaciones que nos rodea y donde es complicado no perderse, nos recomiende algo. Un disco, un libro, o ambas cosas.
Un libro, bueno son varios, la colección de cuentos de horror de Richard Matheson, y un disco… “Everyday Robots” de Damon Albarn, por decir uno que se me viene a la cabeza ahora mismo.
¿Cómo se llama tu mascota y por qué?
Es una perrita, se llama Trufa, que es un nombre vulgar a la vez que cursi, no sé, porque es negra, la verdad es que en principio iba a ser para mis padres y surgió ese nombre tal cual, sin pensarlo mucho. La amo. Aprovecho para decir que hay que adoptar, nunca comprar.
¿Es el azul tu color favorito?
No tengo color favorito.
Cuéntanos algún proyecto a corto plazo, alguna primicia.
Este otoño publicaré The F2eelance, la segunda entrega de la serie que comencé en 2019, un disco con 17 canciones en el que participan más de 25 artistas de todas las generaciones, palos y colores. Es un trabajo al que le he dedicado tranquilamente varios años y tengo muchas ganas de que lo escuchéis. Y a la par estoy trabajando con varios artistas en nuevas referencias dentro de Bad Auteur.
