Esta tienda de discos, situada en Calle Santa Lucía, no es un establecimiento cualquiera. Desde hace más de 30 años lleva abasteciendo a los malagueños de cultura musical proveniente de todos los rincones del mundo. Ahora, con Internet, y antes, con un catálogo de distribución más grande que la guía telefónica. Por eso, no es de extrañar que por aquí hayan pasado desde el malagueño de a pie hasta los Pet Shop Boys de incógnito.
Con la aparición de Internet y la posibilidad de descargar música de forma gratuita o escucharla pagando una cuota mensual, las tiendas de discos han sufrido un gran declive y encontrar un lugar en el que disfrutar del olor de los vinilos o rebuscar entre baldas y baldas de CD’s cada vez es más complicado.
En esta entrevista, uno de los propietarios de este espacio independiente, una especie en peligro de extinción, nos cuenta cómo ha sido la evolución de la tienda y la música desde que comenzaron a trabajar en el sector.
Comenzó con este negocio hace más de 30 años. ¿Cuál era la situación de la industria musical en Málaga entonces?
Empezamos en el año 1978. La situación musical en Málaga es como la de la mayoría de las ciudades, muy escasa. Tiendas quedamos nosotros y poco más, y no porque seamos más listos, ‘que lo somos’, sino porque no sabemos hacer otra cosa y habernos dejado el poco patrimonio que teníamos en el camino.
¿Cómo ha evolucionado el sector en los últimos años?
Desde el año 2001 ha sido una caída continua. Aumentada en los últimos años por la crisis y la subidas del IVA.
Han tenido problemas para mantener el establecimiento tras la desaparición de la renta antigua. ¿En qué situación se encuentran ahora?
Estamos a expensas de lo que decidan los dueños, dentro de la legalidad vigente.

¿Qué apoyo han recibido por parte de las administraciones públicas malagueñas para solucionar este problema?
Solo algunas buenas palabras, y alguna presencia física.
¿Cuál es el nivel del sector en la ciudad y qué ayudas tiene?
En los casi cuarenta años de vida, jamás hemos tenido ayuda alguna.
¿Es el malagueño melómano?
No especialmente. Es más de calle. De garitos, conciertos y ‘bullas callejeras’.
Profesionalmente hablando, ¿qué posibilidades tiene un joven malagueño para formarse en música contemporánea en la ciudad?
Solamente depende del interés particular y del ambiente en el que se mueva. En general hay poca cultura musical.
¿Cómo se lucha contra el gigante que representan las grandes superficies comerciales que han invadido la ciudad?
Siempre ha sido una batalla perdida. Los precios y las condiciones con las que ellos trabajan no tienen nada que ver con nosotros.
El gran problema de nuestro negocio han sido las grandes compañías discográficas, para las que siempre hemos sido una parte insignificante de sus presupuestos.

Traen a la tienda casi la totalidad de la música que se edita a nivel internacional, y además, conceden mucha importancia a los grupos locales. ¿Qué podemos encontrar en Candilejas?
En teoría todo lo que se publique en el mundo mundial lo puedes encontrar, y si no lo tenemos te lo podemos localizar.
Debe ser complicado estar al día de toda la actualidad musical. ¿Cómo lo hacen?
Somos como ratas de biblioteca, siempre mirando catálogos y leyendo todos los listados que nos envían nuestros proveedores internacionales.
¿En qué ha cambiado la música (no el negocio) tras el acceso a los discos por Internet?
El negocio está en el punto que querían las multinacionales. No tener que hacer prensajes físicos y solamente dedicarse a la producción y promoción. El problema es que no consiguen controlar las descargas gratis.
¿Por qué ha vuelto el vinilo? ¿Qué opinión le merece este formato?
El vinilo nunca se fue. Se dejó de comprar porque era de antiguos. Nosotros llegamos a tener miles de vinilos a cincuenta céntimos, y tuvimos que retirarlos de exposición porque no los quería nadie.
¿Se venden vinilos en Málaga?
Poquísimos, la proporción de lo que nosotros vendemos entre CD’s y vinilos es de 95% y 5%, respectivamente. Lo que ocurre es que ahora el coste de venta del vinilo es casi el doble que el del CD. Y lógicamente, a la discográfica les interesaría vender más vinilos que CD’s. Así de simple.

¿Qué clientes ilustres han pasado por la tienda?
A lo largo de nuestra historia lógicamente hemos recibido a mucha gente conocida. Pero específicamente de la música quizás los más famosos fueron los Pet Shop Boys, lógicamente de incógnito, y nos dijeron cuando los reconocimos que no dijéramos nada.
¿Qué anécdotas compartiría con nosotros de las que le hayan ocurrido durante estas tres décadas?
Sobre todo la emoción de muchos clientes al conseguirles, solamente con un tarareo, algún disco o canción que suponían una parte importante de su vida, y pensaban que no lograrían recuperar, y verlos llorar y abrazarnos.
Nos gustaría saber su ‘top cinco’ de discos favoritos y un grupo local que le fascine, si es así.
Frank Sinatra “New York New York”
John Lennon “Imagine”
Pink Floyd “The dark side of the moon”
Michael Jackson “Thriller”
Joan Manuel Serrat “Mediterraneo”
Grupo malagueño autoeditado con pocos medios pero mucha imaginación: Frutería Toño, ‘Mellotron en almíbar’ (2014).








La tienda en los años 90

La tienda en los años 90

La tienda en los años 90
DISCOS CANDILEJAS