Soy muy fan de Nueva York (vale sí, fanática también), lo que me convierte en experta en documentales sobre la ciudad. Los he visto de todos los tipos pero siempre hay uno que me saca de quicio: ese en el que la reportera de turno se ciñe a decir gilipolleces sobre lo cara y estilosa que es “la ciudad que nunca duerme”, esa que (estoy segura) piensa que no va más allá de Times Square y a la que se va a tomar Cosmopolitans junto a tus amigas divorciadas mientras vives tu segunda juventud ¡Es de las ciudades más eclécticas y culturales del mundo! ¿De verdad que no hay nada más que hacer?
James y Karla Murray, sin embargo, tuvieron muy en cuenta que ríos de gente han migrado sin cesar a esta urbe desde el siglo XIX, gente de todos los lugares del mundo que se instalaron y prosperaron, sembrando multitud de semillas diferentes que al germinar hicieron de NYC un lugar multiétnico por excelencia. Cada distrito, cada comercio y cada local tiene su propia personalidad y alberga una muestra minúscula de un lugar lejano: el del origen las personas que los levantaron. Storefront: The Disappearing Face of New York (Gingko Press) es el libro con el que te muestran qué ha sido de todo ello.
Fotógrafos profesionales, James y Karla viven en NYC, su ciudad actual y el centro de la guía fotográfica que se ha convertido en uno de los bestsellers del año. “Jamás pensamos que un libro de fotografía documental tuviera este éxito, sobre todo por el enfoque que ofrece de la ciudad: guía sobre las tiendas familiares que caracterizaron los barrios independientes de la ciudad en sus comienzos ¡Pensamos que solo a nosotros nos parecería tan interesante!”
NYC es para ambos una joya antropológica, un objeto de estudio a través del cual deducir la historia de las personas que la han habitado desde siempre. Italianos, Irlandeses, Ingleses, Afroamericanos, Rusos; ¡una ciudad en la que se hablan casi 170 idiomas distintos! Pero tiene algo que la está perjudicando en cierto modo: su ritmo de vida.
“NYC es una ciudad que cambia a un ritmo especialmente rápido, muchas veces sentimos que de la noche a la mañana pasan mil cosas, por lo que es difícil que negocios como los que fotografiamos perduren. De hecho, muchos de ellos están deteriorados hoy día o directamente han desaparecido en el transcurso de la publicación del libro. Fotografiándolos encontramos un medio para documentar lo que sucede y pausar el tiempo un momento para poder contemplarlo todo un poquito más”.
Quizá por esta rapidez, por este ritmo vertiginoso, sus fotografías son de obligada limpieza y naturalidad. Ninguna distracción en ellas es posible, deben ser algo fresco e inmediato, dinámico. Y con una pulsión preciosa: “no solo estábamos fotografiando tiendas, estábamos documentando su historia”. Hablando con los propietarios de estos locales descubrieron cientos de historias alucinantes sobre el trabajo que desempeñan y la lucha que supone mantener un negocio familiar de esas características en NYC. “Fue algo inesperado pero totalmente enriquecedor, un descubrimiento ¡La verdadera historia de NYC estaba allí, en esas tiendas! Desde entonces estamos mucho más involucrados con este tipo de establecimientos. Los negocios familiares locales son los pilares de las ciudades, su esencia. Todo esto no quiere decir que estemos en contra del cambio, es lógico y mucho más en esta ciudad, pero nos en cierto modo. Nos gustaría que determinados elementos se quedaran para siempre, es lo que la hacen única y emocionante. Es una pena que muchos turistas pasen de alto esos detalles, están bastante olvidados en comparación a la atención que se le presta al Times Square Garden o al Greenwich Village.”
James y Karla acaban de editar su nuevo libro New York Nights (Gingko Press), una recopilación visual de los negocios y locales inmersos en la noche. Sale a la venta en diciembre de 2012. Os dejamos con una pequeña muestra.
www.jamesandkarlamurray.com